La apuesta del PRI en El Salto esta vez podría fallar.
Después de cuatro administraciones seguidas regenteadas por el cacique Joel González Díaz, hoy las encuestas apuntan a que el frente integrado por Movimiento Ciudadano, Partido de la Revolución Democrática y Partido Acción Nacional, ganaría la presidencia municipal.
Con su acostumbrada flema política, Joel convenció a los jerarcas del tricolor de dejarle otra vez la mesa servida para buscar su tercer periodo como alcalde y mantener el control después de cuatro administraciones priístas seguidas, dos encabezadas por Joel, una por su hermano Gerardo y la actual de Marcos Godínez Montes quien literalmente dio el salto a MC.
En su tiempo molinero y engordador de puercos, hoy Joel González Díaz es un próspero empresario propietario de gasolinerías que construyó su bonanza política a la par de su ascenso político.
Con un estilo singular de gobernar, Joel controlaba todo. Desde el partido, el gobierno municipal y hasta la oposición.
Por ejemplo, cuando el PRI postuló a Marcos Godínez (actual alcalde), éste había sido secretario general y director de Desarrollo Social en los gobiernos de los González Díaz; pero además el candidato de MC a la presidencia, Israel Orozco, ostentó el cargo de director del Registro Civil con Joel y regidor con Gerardo González Díaz (el hermano).
Sucedió también antes con Gabriel Pérez, quien fue director del ramo 33 y dirigente del sector popular del PRI y “rompió” con Joel para irse a MC, pero ya como regidor renunció a ese partido y regresó al PRI.
Ahora, el mismo Gabriel Pérez es candidato de Morena a la alcaldía, pero reportan desde El Salto que lo han visto en varias reuniones con el propio Joel González Díaz que al parecer sigue siendo el dueño de su carta.
En su momento, también buscó establecer candados en la actual administración del hoy naranja Marcos Godínez.
Para garantizar que Marcos no olvidara a quien le debe el puesto, Joel decidió colocar a un puñado de familiares en distintas posiciones en el ayuntamiento, comenzando por su hijo Teodoro González Álvarez quien figuraba en la planilla como suplente del alcalde o su esposa Raquel Álvarez Nápoles, como directora de Desarrollo Social.
Además, su hermana Ofelia González Díaz, como regidora y en la nómina su hermano el ex alcalde Gerardo como asesor de la presidencia y otra hermana, Evelia, como coordinadora de delegaciones. Llegaron a haber 43 González en el ayuntamiento y 21 con el apellido Álvarez de su esposa.
Tras la ruptura con Marcos Godínez quien despidió a todos los incondicionales del cacique y se pasó a Movimiento Ciudadano, Joel colocó a su hermano Gerardo al frente del PRI municipal pero quien dirige todo es él en su calidad de candidato a la alcaldía.
Pero el joven comerciante del ramo ferretero, Ricardo Santillán, apareció como una apuesta fresca del Frente a propuesta de MC y según los sondeos encabeza las preferencias electorales.
Hijo para variar de un priísta que trabajó en administraciones del PAN, Ricardo no había participado en actividades políticas hasta ahora que recibió la invitación de la coalición opositora.
Después de dos triunfos en la alcaldía, Joel perdió la pasada diputación local frente a Ismael del Toro y su estrella parece apagarse en el municipio convertido en su feudo.
La suerte de González Díaz parece seguir el mismo destino que el equipo de futbol de tercera división que se empeñó en comprar cuando fue alcalde la segunda ocasión. En 2016, los “Mamuts del Salto”, ganaron diez y perdieron 21 juegos en el torneo de liga; pero en 2017, ganaron apenas cinco y perdieron 24 juegos, con 44 goles a favor y 105 goles en contra.