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El Salto con apellido

En su libro Los Caciques, Carlos Loret de Mola (periodista y escritor fallecido), hace un recuento de las tropelías cometidas por varios personajes que dominaron el escenario político en México en las décadas de los sesentas y setentas.

Entre otros, cita por ejemplo a Carlos Sansores Pérez, en Campeche; a Gonzalo N. Santos en San Luis Potosí a quien se atribuye la frase de que “la moral es un árbol que da moras”; o los hermanos Rubén y José Guadalupe Zuno, en Jalisco.

Siempre ligados al poder de la mano del PRI, pareciera que la tendencia del tricolor persiste en impulsar y privilegiar el control político no importa que esto signifique entregar municipios a un grupo determinado.

Es el caso por ejemplo de El Salto, donde los hermanos González Díaz han mantenido el dominio político en la región desde hace nueve años. Primero fue Joel que fue elegido presidente municipal 2007 al 2009; luego pidió licencia para contender y ganar una diputación federal; su hermano Gerardo lo sustituyó como candidato a la presidencia en el trienio 2009-2012, de donde pidió licencia para buscar una diputación local que perdió ante Salvador Zamora de Movimiento Ciudadano.

Joel González Díaz solicita licencia como diputado federal y regresa como candidato a presidente municipal para el período 2012-2015, alcaldía que gana y de donde una vez más pide licencia para buscar ahora una diputación local.

En los nueve años de hegemonía de los González Díaz, las acusaciones de manejo discrecional de los recursos se han multiplicado. Paralelamente, se acusa a los hermanos de ejercer un control político con base en la intimidación, el terror y el manejo de la nómina.

En 2012, cuando Joel buscaba ser candidato, se formó un incipiente movimiento “contra el cacicazgo” de la familia González. Pero las movilizaciones terminaron pronto por amenazas y con invitaciones a la nómina del ayuntamiento. Muchos de los aguerridos opositores, abandonaron la lucha por temor o convencidos de las bondades de vivir del presupuesto.

Con el año político en marcha, una vez más se ha destapado la indignación de un buen número de habitantes de El Salto que se rebelan contra los hermanos. Ahora el PRI postuló a la alcaldía a Marcos Godínez Gómez, ex secretario general del ayuntamiento y ex director de Desarrollo Social, un personaje de todas las confianzas de Joel.

Pero no solamente eso, el control de los González parece extenderse hacia otros partidos políticos. El candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de El Salto, Israel Orozco, fue regidor en la administración de Gerardo González y director del Registro Civil en el gobierno de Joel González.

Incluso en 2011, el entonces regidor priísta Israel Orozco, protagonizó una disputa legal con el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, quien pretendía fincarle sanciones administrativas derivada de la queja PSO-QUEJA-008/2011 porque el edil había colocado anuncios espectaculares donde informaba de su labor en el ayuntamiento.

Luego de la apelación RAP-012/2011-SP, el Tribunal Electoral del Estado dejó sin efecto la sanción y dio la razón a Israel Orozco en su intención de difundir sus logros como regidor del PRI.

Por la cercanía de Orozco con los hermanos González, su designación como abanderado de MC causó incertidumbre entre la población de El Salto y malestar entre simpatizantes de Movimiento Ciudadano que decidieron abandonar las filas.

En el de por sí revuelto escenario político de El Salto, un asesinato ocurrido el 17 de febrero, vino a subir de tono los ánimos y calentar gravemente el ambiente previo a las elecciones.

• Paralelo Veinte

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