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El muro de Temaca

Con el mismo tono polémico del muro que impulsa ahora Donald Trump, existió la intención en Jalisco de levantar también una barda con el fin de contener las aguas de una presa y mantener a salvo a una población.

De acuerdo con el Libro Blanco de Conagua 03 que contiene el proyecto de la presa y acueducto del Zapotillo elaborado en octubre de 2012, la Comisión Nacional del Agua contemplaba la construcción de diques que en teoría salvarían al pueblo de Temacapulín.
Según el documento que detalla hasta una maqueta de los muros que tuvo un costo de 49 mil pesos, sería una barda de 220 metros de longitud con una altura de diez metros.

Sin embargo, en el Libro Blanco se mantenía la altura de la cortina de 105 metros y pese a todo sostenía que era posible evitar la inundación, lo que técnicos de la misma comisión han rechazado. También con 80 metros (casi la altura que tiene ahora) serían inundados los poblados de Acasico, Palmarejo y Temacapulín y la única posibilidad de respetar Temaca sería recortando la cortina a 60 metros.

Curiosamente fue el mismo gobierno estatal quien sugirió regresar a la idea original de la Conagua de construir los diques.

Mediante el oficio DG-1298/2013 de la Comisión Estatal del Agua dirigido al director del Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico, José Elías Chedid Abraham, plantea que para la protección de Temacapulín se construyan dos diques con una altura de doce metros y un bordo libre de dos metros.

El mismo documento plantea que la dependencia federal analice otros 18 puntos susceptibles para supuestamente levantar el embalse y cumplir de esta forma con los decretos presidenciales que fijan los volúmenes de agua para Jalisco y Guanajuato.

No obstante, la Comisión Nacional del Agua responde mediante un dictamen del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas, que la propuesta de los diques no cumple con los parámetros mínimos de seguridad poniendo en riesgo a los habitantes.

En su desesperación, la CEA propuso los otros 18 sitios para construir la presa sobre el Río Verde pero en doce de ellos no existen estudios técnicos que los soportaran o proponiendo proyectos que fueron rechazados previamente.

En la respuesta de la dirección técnica del organismo de la cuenca, mencionan por ejemplo a San Nicolás, un punto que afectaría a varias comunidades y que fue rechazado por generar conflictos sociales; “La Zurda” en su proyecto original, que no reunía condiciones técnicas; la presa de Arcediano, que considera técnicamente factible pero financieramente inviable y Lagos de Moreno, donde la opinión técnica concluye que no tiene la capacidad de almacenamiento para este tipo de presa.

Paradójicamente en el documento técnico del organismo de cuenca, se insiste otra vez en levantar diques para proteger a Temacapulín y ahora plantean que puedan ser de entre diez y 15 metros de altura, además de dotarlos de un sistema de bombeo que pueda tratar las aguas residuales y de lluvia y desalojarlas de la población.

Las evidentes contradicciones en torno al proyecto de la presa El Zapotillo por dependencias estatales y federales, solamente son un botón de muestra del enredo del proyecto hidráulico que está condenado a seguir en el limbo.

Debido a una resolución de la Suprema Corte las obras están suspendidas hasta en tanto se revise el fondo de una controversia constitucional, amparos y otros recursos legales que alcanzan al acueducto hacia León, Guanajuato.

Pero al menos en estudios y en una maqueta de casi 50 mil pesos, Temacapulín puede contar la historia del muro que se levantó para evitar la inundación del pueblo y que como el de Trump, solamente fue una ocurrencia.

• Paralelo Veinte

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