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ARMANDO GUADIANA TIJERINA, EMPRESARIO MINERO, PRECANDIDATO POR EL PARTIDO MORENA Y SOCIO DE EMPRESA MATERIALES INDUSTRIALIZADOS DURANTE ENTREVISTA EN SALTILLO COAHUILA. FOTO: ARIEL OJEDA/ EL UNIVERSAL 28 DE FEBRERO 2017 PERIODISMO DE INVESTIGACION

El ex candidato minero

Armando Guadiana Tijerina, ex candidato a la gubernatura de Coahuila, le compró a un ex perito minero tres concesiones equivalentes a un tercio de la Ciudad de México

Un ex perito de la Secretaría de Economía anda vendiendo pedazos de México a empresas privadas. En 2009, la compañía Macocozac, de la que es socio Armando Guadiana Tijerina, candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, México, le compró tres concesiones mineras. Una en Zacatecas y dos en Sonora.

Armando Guadiana Tijerina, el ex candidato minero

Poco antes, Jenaro Garza Guerra había adquirido 28 títulos de concesión, mismos que fue traspasando a diversos consorcios. Entre 1999 y 2007, se desempeñó como perito minero, por lo que tuvo acceso de primera mano a las condiciones de los polígonos que solicitó para luego vender.

Las concesiones son permisos para explorar y explotar minerales en el subsuelo. La Constitución mexicana establece que las concesiones deben otorgarse a empresas o particulares que las utilicen en beneficio de la nación. Pero en los últimos años, miles de concesiones han sido entregadas a ciudadanos que no tienen capacidad para montar una mina, y que después venden o traspasan a una empresas más grandes.

El contrato de compra venta de los tres títulos de concesión adquiridos por la empresa de Armando Guadiana Tijerina, obtenidos vía transparencia, muestran que Jenaro Garza Guerra le vendió a la compañía Macocozac, los lotes “Concha I”, con una superficie de 16 mil 709 hectáreas, ubicado en el municipio de Mazapil, Zacatecas; y los ubicados en Pitiquito, Sonora: “Aguirre”, con superficie de 3 mil 639 hectáreas y “El Viejo”, con 16 mil 023 hectáreas.

Contrato de compra venta entre Jenaro Garza Guerra y Macocozac

Los tres lotes tienen potencial para oro, plata y cobre. En el contrato, obtenido vía Ley de Transparencia, la cantidad de la transacción está tachada (testada), pero se podría pensar que es una cifra importante, dato que su escritura ocupa dos renglones y medio del texto.

Miguel Ángel Mijangos, de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), da un ejemplo de la cantidad de dinero que podría moverse en una operación de este tipo: “Una persona pide la concesión, hace en el lote un proyecto de exploración menor, en el que invierte un millón de pesos. Resulta que el pedacito donde exploró tiene buen potencial, entonces le ofrece a una empresa vendérselo en 10 millones de pesos. La empresa hace dos estudios más de exploración para comprobar el potencial y se hace una transmisión de la concesión». Ahí van 9 millones a la bolsa de una persona, en lugar de a los ingresos del estado.

Garza Guerra obtuvo los dos títulos en Pitiquito, Sonora, cuando era Director General de Minas, Eduardo Enrique Flores Magón y López. El de Zacatecas lo obtuvo en 2007, cuando estaba en esa dirección, Carlos Eduardo de la Cruz Ledesma.

El ex perito es la segunda persona más beneficiada, por extensión, con títulos de concesión minera en el sexenio de Vicente Fox, aunque también obtuvo permisos durante la administración de Felipe Calderón. Tan sólo los tres títulos juntos que le vendió a Macocozac abarcan 36 mil 368 hectáreas, un área similar a la de siete delegaciones de la Ciudad de México: Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc y Benito Juárez.

El ex candidato comprador

El ex candidato minero nos recibe con camaradería en su oficina de Materiales Industrializados, el grupo empresarial del que forma parte Macocozac. Dos medios nacionales quieren entrevistarlo en plena contienda por la gubernatura. Luce contento, relajado, cordial.

Guadiana Tijerina es consejero y fundador de Claridad y Participación Ciudadana, una asociación civil que pugna por la transparencia. Su frase de batalla es: “Alto total a la corrupción y a la impunidad”, misma que acompaña con un manotazo en el escritorio. Sin embargo, tanto Macocozac como Materiales Industrializados y Compañía Minera Caopas, empresas de las que es socio, han enfrentado juicios fiscales e investigaciones judiciales por presuntos vínculos con el narcotráfico

—¿Usted le compró a Jenaro Garza títulos de concesión minera en Sonora y Zacatecas?

— No, nosotros tenemos diversas concesiones mineras tanto en metálicos como en los no metálicos. Pero me interesa más hablar de la problemática del proceso electoral en el que estamos inmersos para Coahuila. Eso me interesa más ahorita —responde, al tiempo que su semblante pierde el gesto de amabilidad.

— Pero, siendo usted un empresario minero, queremos que nos ayude a entender por qué hay particulares con títulos de concesión y por qué las empresas se los compran.

— Bueno, si yo quiero transmitir los derechos de una concesión [minera] particular o de una sociedad, se hace con el permiso de la Secretaría de Economía, que se maneja a través de la Coordinación Minera y la Dirección General de Minas, regulado [todo] por la Ley Minera.

— ¿Eso no genera como un sistema de apartado de la tierra para luego venderla?

— Pero así está la ley, y si no, le negarías el derecho, acuérdate que cualquier ciudadano puede denunciar un área que esté libre, o una compañía, para que la actividad minera se desarrolle. Pero sí se pueden propiciar algunas de las cosas que tú mencionas.

El perito vendedor

Garza Guerra pidió su primer título de concesión en 1995. Pero fue a inicios del sexenio del ex presidente Vicente Fox Quesada, cuando obtuvo su primera concesión minera. Gracias a los vacíos en la regulación minera, Garza Guerra se hizo, a partir de entonces y hasta 2011, de 28 títulos de concesión en los estados de Zacatecas, Sonora, Durango y Coahuila.

Al mismo tiempo que obtenía concesiones se desempeñó, de 1999 a 2007, como perito con registro de la Secretaría de Economía, como consta en el listado de estos funcionarios publicado en esos años en el Diario Oficial de la Federación (DOF). En 2007 la Secretaría de Economía le canceló su registro como perito por no haber hecho ningún trabajo pericial en años.

Miguel Ángel Mijangos, de REMA, explica que un perito minero hace los primeros estudios dentro de un polígono solicitado a la Secretaría de Economía para obtener un título. En ninguna parte de la ley dice que alguien con esta figura no puede solicitar concesiones, pero, por su actividad, tiene el conocimiento e información necesarios para pedirlas en terrenos redituables, “lo cual – afirma Mijangos– supone, por lo menos, un conflicto de intereses”.

De los 28 títulos que Garza Guerra obtuvo, tres se los vendió a Macocozac, la empresa de Guadiana Tijerina; 12 más aparecen como «cancelados» en las tarjetas de registro (donde se asientan los movimientos que se hacen en las concesiones, como transmisión, cesión de derechos, entre otras) del Sistemas de Administración Minera; nueve están todavía en su poder (cuatro de ellos en sociedad con otras personas); tres los cedió a Carbonífera La Esperanza, empresa de la que él es socio y uno más, el número 221233, aparece como cancelado y sustituido por el 225181, aunque no aparece en las tarjetas de registro del SIAM.

Pero el título existe. Este equipo de investigación ubicó su rastro, en la Manifestación de Impacto Ambiental del tajo (mina a cielo abierto) El Cometa, presentado por la empresa Minerales Monclova, hoy MIMOSA, de Grupo Acerero del Norte (GAN).

El documento asienta que el título 225181 es propiedad de Jenaro Garza Guerra -lo obtuvo en 2011, cuando era Director General de Minas, Miguel Ángel Romero González- y que después de explorar las áreas de El Cometa, en Abasolo, Coahuila, la empresa encontró buen potencial económico. Minerales Monclova estimó extraer 3 mil 640 toneladas de carbón, con una mina a cielo abierto, cuya inversión ascendería a un total de 76 millones de dólares.

El proyecto permitiría cubrir la demanda de carbón de la planta siderúrgica Altos Hornos de México, S. A de C. V (AHMSA), ubicada en Monclova, Coahuila. En el mismo documento se asienta que a Jenaro Garza Guerra se le otorgarían 6 mil 699 dólares por regalías (en una concesión de sólo 500 hectáreas).

Durante nuestra visita a Coahuila tratamos de ubicar a Garza Guerra para entrevistarlo, pero no logramos encontrarlo. Al ingresar la dirección oficial de su empresa en Google Maps, lo que aparece es una tienda de ultramarinos. Después tratamos de hablar con él por teléfono, pero no atendió ni devolvió nuestras llamadas.

La asociación civil Familia Pasta de Conchos registra en la lista de mineras que obtienen lo que ellos llaman “carbón rojo”, extraído por empresas clandestinas, ilegales, o que aún siendo legales, ponen en riesgo la salud y la integridad física de los mineros con tal de obtener un mayor margen de ganancias.

(Este reportaje fue realizado en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas, del International Center For Journalists (ICFJ) en alianza con CONNECTAS. El equipo de investigación fue conformado por una alianza entre Pie de Página y la Unidad de Investigación de El Universal).

 

• Paralelo Veinte

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