Los drones armados son aeronaves no tripuladas equipadas con armas letales o dispositivos explosivos. Estos drones pueden ser controlados de forma remota y utilizados por grupos criminales para llevar a cabo ataques, vigilancia o actividades ilícitas.
El precio de los equipos utilizados para armar drones puede variar dependiendo de la sofisticación y las capacidades deseadas. En general, los componentes básicos, como el dron en sí mismo y el sistema de control remoto, pueden ser relativamente asequibles. Sin embargo, si se busca equipar los drones con armas o sistemas más avanzados, los costos aumentarán considerablemente.
En cuanto a los países que producen drones armados y tecnología para el crimen organizado, es difícil proporcionar una lista exhaustiva debido a la naturaleza clandestina de estas actividades. Sin embargo, hay varios países que han desarrollado capacidades significativas en la producción de drones y tecnología relacionada.
Algunos de los países conocidos por tener una industria de drones avanzada incluyen Estados Unidos, China, Israel, Rusia y varios países europeos. Estas naciones han invertido en el desarrollo de tecnología de drones tanto para aplicaciones militares como civiles. Aunque el propósito principal de estas tecnologías es legítimo, existe el riesgo de que algunos individuos o grupos desviados puedan utilizarlas para multas ilegales.
Es importante destacar que muchos países tienen leyes y regulaciones estrictas sobre el uso de drones y armas, y el empleo de drones armados con multas criminales está firmemente condenado por la comunidad internacional. Los gobiernos y las fuerzas de seguridad de todo el mundo están trabajando para desarrollar medidas de detección y defensa contra drones maliciosos, así como para mejorar la legislación y los mecanismos de aplicación existentes.
Drones artillados
El escalamiento en el uso de drones con fines violentos difícilmente tiene precedentes en México. Crimen organizado comenzó a utilizarles para transportar bombas hace por lo menos seis años cuando The Washington Times documentó que policía en México encontró una bomba casera transportada por un dron y un detonador a distancia.
Los drones bomba no son un invento de los cárteles mexicanos. Llevan utilizándose cuando menos por una década en conflictos armados de Irak, donde ya se daba cuenta de drones kamikaze por parte de grupos yihadistas y, específicamente, del Estado Islámico. Hoy resurgen una vez más, a medio planeta de distancia.
El tema en su momento escaló rápidamente y provocó que el Pentágono se mantuviera en alerta y creara un plan para destruir la flota de drones del Estado Islámico. El robusto plan incluyó un programa con 700 millones de dólares, supervisado por dos generales del ejército y con reclutamiento de empresas de Silicon Valley y empresas especializadas en industria de la defensa, como Boeing y Raytheon. Estados Unidos también envío a decenas de especialistas para brindar entrenamiento contra los drones. México no contaba con un plan contra los drones bomba, con todo y que su aparición se remonta a hace más de un lustro.
El 21 de septiembrepasado, la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) en México anunció un nuevo sistema antidrones cuyo costo se estimó en 215.7 millones de pesos para contrarrestar el uso de esos dispositivos por parte de organizaciones criminales
Aunque el plan mexicano antidrones se conoció justo después de que se supiera que el CJNG estaba usando esos dispositivos como armas, parece que el uso de los dispositivos por parte de grupos criminales es predominante en tareas de vigilancia.
La fuerza área del narco
En México, los cárteles del narcotráfico han empezado a utilizar drones armados para incrementar su poder de combate y enfrentarse a las fuerzas de seguridad. Esta nueva táctica ha generado preocupación entre las autoridades, ya que representa un desafío adicional en la lucha contra el crimen organizado.
Los drones armados se han convertido en una herramienta de gran utilidad para los cárteles, ya que les permiten llevar a cabo ataques sorpresa, espionaje y vigilancia. Además, estos dispositivos pueden ser equipados con armas de fuego y explosivos, lo que aumenta su capacidad destructiva.
Las fuerzas de seguridad mexicanas han identificado al menos tres cárteles que han utilizado drones armados en sus operaciones: el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa. Estos grupos criminales han empleado la tecnología de drones para atacar a sus rivales y a las fuerzas de seguridad, lo que ha generado una escalada en la violencia en algunas regiones del país.
Ante esta situación, las autoridades mexicanas están trabajando en estrategias para contrarrestar el uso de drones armados por parte de los cárteles. Entre las medidas adoptadas se encuentran la capacitación de personal especializado en el manejo de esta tecnología y la adquisición de equipos para detectar y neutralizar drones en vuelo.
La lucha contra los cárteles del narcotráfico en México se ha vuelto cada vez más compleja debido a la adaptación constante de estos grupos criminales y su acceso a tecnologías avanzadas. Las autoridades enfrentan el reto de mantenerse al tanto de las nuevas tácticas empleadas por los cárteles y desarrollar estrategias efectivas para garantizar la seguridad en el país.
Al alcance de internet
En el año 2013 salió al mercado el dron modelo Phantom de la empresa DJI, este dron altamente comercial para fotografía y video aéreo comenzó a tener ventas por cientos de miles de modelos cada mes. La empresa DJI fundada en 2006, comenzó con 20 empleados en una pequeña oficina en Shenzhen, China. Hoy suplanta es de más de 3 mil trabajadores, con oficinas en los Estados Unidos, Corea del Sur, Alemania, Holanda y Japón.
Toda esta tecnología tiene un costo promedio de entre 1000 y 1500 dólares para el modelo Phantom que se puede adquirir incluso en línea y la tienda lo envía a domicilio. Habiendo tal cantidad de drones y la facilidad de conseguirlos, sería obvio pensar en la posibilidad de que más de uno llegará las manos de criminales o terroristas. El incremento sustancial de las capacidades de este tipo de drones comerciales ya puede ser un foco de atención para los expertos en seguridad pues estas capacidades son potencialmente atractivas para cometer actos criminales.
¿Por qué sería útil un dron para un narcotraficante?
Las funciones o aplicaciones de los drones comerciales que pudieran ser atractivas para las bandas criminales, se relacionan básicamente con su capacidad de carga, alcance, autonomía, funciones de vuelo avanzadas y alta resolución de las imágenes que recolecta.
La capacidad de carga de un dron Phantom DJI está indicada por manual en 200 gramos, sin embargo, el artículo Small Drones, from cheap toys to terrorist tools del Joint Air Power Competence Center, indica que en pruebas no oficiales se ha observado que pueden cargar hasta 1000 gramos. Por lo que la carga promedio de un dron comercial tipo Phantom puede ser de 1 kilo y su alcance promedio de 5 kilómetros.
Los drones de gamma profesional o industrial como el Aerialtronics Altura Zenit pueden cargar hasta 4 kilogramos y volar hasta 15 kilómetros. El modelo Dronera X12 U tiene una capacidad de carga 100 kilogramos y un tiempo de vuelo de 35 minutos.
Otra capacidad que tienen los drones comerciales de utilidad para tiene que ver con la Vigilancia y reconocimiento. Un dron puede identificar objetivos potenciales o vigilar las acciones o movimientos de un grupo de individuos, ya sea de una instalación privada, pública o instalación militar. Incluso debido a que cada vez más personas utilizan drones pequeños, es muy difícil detectar si lo están empleando para fines recreativos o bien poder identificar si se está cometiendo un delito con ellos.
Un ejemplo de esta situación sobre el empleo de los drones por las OCT se ha registrado en la frontera de México con Estados Unidos en donde los integrantes de los grupos delictivos utilizan drones para sus operaciones de tráfico de droga, obteniendo video en tiempo real sobre la posición de la patrulla fronteriza, así como otras autoridades de seguridad en la frontera de México- Estados Unidos. Con estas acciones vulneran la seguridad en la frontera.
Los narcotraficantes, así como traficantes de personas, al tener video en tiempo real, están tratando de seguir el movimiento de los agentes fronterizos o las autoridades, para así establecer cruces ilegales en la frontera.
Ante esta situación se vence o pierde la efectividad de las patrullas aleatorias y la capacidad de respuesta por parte de las autoridades.