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Por Carlos Martínez Macías
Ya sea por legítimo interés, por encomienda académica o por turismo político (la Gran Manzana siempre será apetecible), por estos días todos los caminos parecen conducir a Nueva York.
El pretexto es la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023 que se realizará del 22 al 24 de marzo y cuyo objetivo central, es presionar para que los países líderes del mundo, redoblen esfuerzos para conseguir la ambiciosa meta de acceso universal al agua y saneamiento integral del vital líquido para el año 2030.
La ONU ha difundido un documento previo donde advierte la crisis que enfrenta el planeta, donde unas 800 mil personas fallecen cada año por causas atribuibles al agua no apta para el consumo, saneamiento inadecuado y deficientes prácticas de higiene.
Jalisco contará con una delegación importante que combina presencia de académicos, representantes de organismos y una misión especial del gobierno estatal encabezada por el mismo gobernador Enrique Alfaro.
En un comunicado, el gobierno estatal señala que el mandatario comenzó una gira de trabajo en Nueva York, donde sostendrá un encuentro de trabajo con representantes de la alcaldía para visitar el Centro para Soluciones Climáticas de la ciudad, “como parte de las actividades de la Conferencia del Agua de la ONU”.
Para el martes, el gobernador y su comitiva acudirán a presentar en Resilient Cities, todas las acciones y políticas públicas que ha hecho Jalisco “en materia de resiliencia hídrica como el aprovechamiento de agua de lluvia y abasto de agua para la ciudad”.
Se da por descontado que la comitiva de Jalisco repetirá la exposición que realizó hace unos meses en Washington, donde acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para dar respuesta a las medidas cautelares dictadas en la resolución 7/2020 por la grave contaminación del Río Santiago.
Y también anticipa que presumirá su famoso “Nido de lluvia”, un programa para aprovechar las aguas en el temporal y almacenarlas en cisternas en colonias populares.
Sin embargo, hay situaciones que llaman la atención. Por ejemplo, las actividades que el gobierno estatal refiere como parte de la Conferencia del Agua, en realidad no figuran en la agenda oficial. Además, el grupo que encabeza el gobernador y que busca mostrar los “avances” en materia hídrica de Jalisco, se encontrará con dos personajes incómodos en Nueva York.
Arturo Gleason, investigador de la U de G, que acude a la Conferencia invitado por la ONU en su calidad de miembro de la Asociación Mexicana de Captación de Agua de Lluvia y de la Asociación Internacional de la materia, quien tiene un modelo de captación de agua desde hace más de 20 años.
Y Juan Guillermo Márquez, presidente del Observatorio Ciudadano del Agua de Jalisco que ha sido olímpicamente ignorado en esta administración. Márquez acude a denunciar todo lo contrario a lo que el gobernador intenta presumir.
No hay gestión integral del agua en el estado, ni abasto correcto a la zona metropolitana de Guadalajara, no puede darse garantía al derecho humano a la alimentación si no hay agua para producirlos, no hay acciones profundas para resolver la crisis del Río Santiago, no se atiende el azolve, contaminación y bajo nivel del lado de Chapala y mostrarán además el proyecto de la presa El Zapotillo, donde lograron echar abajo planes de presas que encerraban misteriosos negocios.
El Observatorio Ciudadano del Agua ha emitido 105 recomendaciones que fueron ignoradas por los gobiernos de Jalisco (incluido el de Alfaro) y el caso de la entidad, fue mostrado en un foro del agua celebrado en Ginebra, Suiza.
Fue ahí donde el secretario técnico de ONU Agua, invitó personalmente a Juan Guillermo Márquez a exponer lo que sucede en Jalisco en la Conferencia de Naciones Unidas Sobre el Agua 2023.
Un panorama muy distinto al discurso que lleva la comitiva oficial a Nueva York.
