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De tanto tocar la puerta, la rompieron

La insensibilidad, arrogancia y sordidez del Gobierno del Estado, por si no lo teníamos aún claro, quedaron plasmadas en los acontecimientos de la semana pasada que giraron en torno a una manifestación de familiares de personas desaparecidas que llegaron hasta las puertas de Casa Jalisco para exigir respuestas, pero que a cambio encontraron la indiferencia, el silencio y al parecer denuncias ante la Fiscalía General del Estado por dañar una puerta y hacer pintas en las paredes del inmueble.

Al borde de la desesperación, familiares y amigos de personas desaparecidas se dieron cita el viernes pasado a las afueras de Casa Jalisco, -previamente habían convocado a medios de comunicación y ya el Gobernador y su gente tenían conocimiento de ello- en espera de que se les escuchara, se atendiesen sus demandas y tal vez, recibir de las autoridades alguna palabra de aliento o de esperanza en la difícil búsqueda de sus seres queridos.

Pero no hubo tal, no les abrieron, nadie salió a recibirlos y de tanto tocar la puerta sin respuesta terminaron por romperla.

El Gobernador Enrique Alfaro Ramirez, por enésima ocasión optó por esconder la cabeza, no atendió a los desesperados y cansados manifestantes que provenían, algunos incluso del interior del estado. En un comunicado que envió él área de Comunicación del gobierno, mientras se llevaba a cabo la manifestación, se justificó que no abrirían la mesa de diálogo porque “no había condiciones para ello”, aunque todos sabemos que la realidad es que las autoridades y el Gabinete de Seguridad están totalmente rebasados por la incontrolable desaparición de personas y aparición de fosas clandestinas y cuerpos embolsados que surgen un día y al otro también por todo el territorio jalisciense, y no tienen explicación para ello, salvo su retórica afirmación de que son ajustes de cuentas entre grupos de la delincuencia organizada y “se están matando entre ellos”.

Se pudo conocer que familiares de dos mujeres desaparecidas en los primeros días del presente mes Nayeli y Janet, fueron quienes convocaron a la cita a las afueras de Casa Jalisco, esa misma casa que semanas atrás vio morir en su banqueta a Vanessa, una joven que llegó desesperada en busca de protección y encontró la muerte a manos de su pareja. Vanessa tampoco encontró respuesta en La Casa del gobernador.

Nadie que haya visto el video donde Amy (una niña de escasos 10 años), empapada en llanto y con gritos desgarradores exige abran la puerta para conocer el paradero de su ser querido, podrá reprochar o juzgar que se haya roto una puerta cuando una niña y seguramente miles de niñas y niños, hijos, hijas, hermanos, hermanas y madres y padres exigen saber el paradero de sus familiares.

Nadie, excepto el jefe de Gabinete del Gobierno de Jalisco, Hugo Luna Vázquez, quien no solo calificó de “barbarie” los actos de protesta sino que dijo no hay diálogo “con porros”, y amagó con que la Fiscalía “investiga los hechos”. La insensibilidad y desprecio de las autoridades reflejada en este oscuro personaje que lo único que ha hecho es caracterizarse por su mal carácter, por su estilo autoritario, amenazador, prepotente y su descomunal ego.

Solo las familias que viven la tragedia de tener a un familiar desaparecido saben de ese dolor, de esa impotencia de no saber ni siquiera en dónde buscar, mientras las autoridades no mueven un ápice para dar con su localización porque les resulta más fácil apilar cadáveres o incinerarlos que seguir protocolos para su identificación.

Van cinco meses de gobierno y todavía no sabemos qué hace el Coordinador general estratégico de seguridad, el Fiscal Estatal, a quién le corresponde la atención ciudadana?

El viernes, nadie salió a dar la cara, a pesar de que el interior de Casa Jalisco se encontraban el propio gobernador y el Fiscal General del Estado, Gerardo Octavio Solis Gómez, prefirieron enviar el mencionado comunicarlo a los medios de comunicación; en el texto se enlista una serie de acciones que se han llevado a cabo, y no se duda de alguna buena intención, lo cierto es que no se están rindiendo buenas cuentas, que no han dado el ancho en este tema y están rebasados por lo que no es descabellado empiecen a rodar cabezas o simplemente por congruencia, renuncien al cargo que les ha quedado grande… deben hacerlo por el bien de las familias jaliscienses.

No es posible que en lo que va del mes se haya dado cuenta de cuatro casas de seguridad con fosas clandestinas, osamentas y secuestrados sin que sea producto de trabajos de investigación de los cuerpos policiacos sino casos fortuitos en que alguno de los secuestrados logra desamarrarse y sale en busca de ayuda.

Mientras tanto, son los propios familiares de los desaparecidos quienes ante la incompetencia y desinterés de los cuerpos policiacos y de seguridad se ven obligados a seguir pistas, casi siempre falsas, a llegar a identificar cadáveres, y muchas veces incluso hasta a excavar en busca de algo que les indique que es o no su familiar al que están buscando.

Aberrante resulta que un tema que duele a miles de familias jaliscienses que no encuentran a sus seres queridos, haya tenido como única respuesta del gobierno la imprudente por no decir estulta declaración del prepotente Hugo Luna.

Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1

• Salvador Cosío Gaona

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Es Abogado por la U de G, con estudios de posgrado en Administración Pública, Economía Política, Economía del Sector Publico, Administración Municipal, Finanzas Publicas, Administración y Desarrollo de Recursos Humanos, Financiamiento para el desarrollo y Políticas Publicas, en diversas instituciones. Tiene el Grado de Doctor en Derecho con la distinción Maxima Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid en España.

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