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Daños colaterales del coronavirus


En la lucha contra la pandemia no debiera existir otro enemigo que la enfermedad misma. No debiera haber cabida para colocar barreras que nos separen aún más de lo que ya hemos estado en los últimos meses, particularmente cuando estamos todos lidiando una batalla contra algo desconocido, contra un adversario que nos ha tomado por sorpresa con todas sus ventajas y ante el cual todavía el mundo no ha sabido cómo reaccionar. Los daños colaterales están a la orden del día, y se van a seguir acumulando mucho más allá de cuando logremos salir de esta pesadilla, y todos los vamos a padecer en mayor o menor medida, de ahí que sea fundamental estemos unidos para enfrentarlo juntos y fuertes en la mayor medida que sea posible.

Revisemos el impacto que ha tenido la pandemia del nuevo coronavirus, que se originó en China a finales de 2019, y que a la fecha registra casi 700 mil personas contagiadas en el mundo, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las bolsas de valores, donde se compran y venden las acciones de las empresas, han sufrido grandes cambios que pueden afectar muchas inversiones tanto de fondos de pensiones como de cuentas de ahorros individuales.

El índice FTSE (de la bolsa de Londres), como el Dow Jones (de Estados Unidos), y el Nikkei (de Japón) han registrado grandes caídas desde el inicio de la pandemia a finales de diciembre.

El Dow y el FTSE sufrieron recientemente sus mayores caídas en un mismo día desde 1987. Los inversores temen que la pandemia destruya el crecimiento económico y que las medidas de los gobiernos no serán suficientes para detener la caída.

En respuesta, los bancos centrales de muchos países, han recortado las tasas de interés. En teoría, eso debería reducir el costo de solicitar préstamos y estimular el consumo para dar impulso a la economía.

Los mercados globales recuperaron parte de las pérdidas después de que el Senado de Estados Unidos aprobó una ley que contempla US$2 billones para ayudar a trabajadores y empresas a hacer frente a la crisis. Pero algunos analistas advierten que la volatilidad puede mantenerse en los mercados hasta que la pandemia sea contenida.

En Estados Unidos, el número de personas solicitando el seguro de desempleo alcanzó recientemente un récord histórico, marcando así el fin de una década de expansión en una de las economías más grandes del mundo.

El sector de viajes y turismo ha sido duramente golpeado, obligando a las líneas aéreas a reducir los vuelos, ante la masiva cancelación de los viajes de turismo y de negocios.

La caída en la actividad también es consecuencia de las restricciones impuestas por los gobiernos sobre la llegada a sus territorios de viajeros procedentes del extranjero, como un intento de contener el virus.

En una decisión sin precedentes para sellar sus fronteras ante la crisis del covid-19, la Unión Europea prohibió durante 30 días la llegada de viajeros de países ajenos al bloque.
En Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump prohibió la entrada de viajeros procedentes de aeropuertos europeos.

En tanto, expertos británicos de Reino Unido han manifestado su preocupación por el hecho de que los turistas chinos no puedan viajar. Entre octubre de 2018 y septiembre de 2019, tan solo Reino Unido recibió unos 415,000 turistas procedentes del gigante asiático, de acuerdo con VisitBritain, la página oficial de turismo de Reino Unido. Los turistas chinos gastan en una visita promedio a Reino Unido tres veces más que un visitante promedio, en torno a unos US$2,090 cada uno.

A esos números se deben sumar las derramas económicas que los chinos dejan cada año en el resto de los países europeos, pero particularmente en los Estados Unidos, una de las naciones que más atraen a los turistas del gigante país asiático.

En tanto los supermercados como los servicios de entrega a domicilio han reportado un enorme incremento en la demanda, mientras los consumidores compran grandes cantidades de productos como papel de baño, arroz y jugo de naranja ante el aumento de la pandemia.
Para frenar el crecimiento de la pandemia, muchos gobiernos alrededor del mundo han comenzado a aplicar medidas muy estrictas. Países enteros e importantes capitales han sido puestos bajo cuarentena, lo que ha llevado a una paralización general de las cadenas de producción industrial.

En China, donde se originó el coronavirus, la producción industrial, las ventas y las inversiones cayeron durante los dos primeros meses de este año, en comparación con el mismo periodo de 2019. El gigante asiático representa un tercio de toda la manufactura mundial y es el mayor exportador de bienes del mundo. Las restricciones han afectado las cadenas de suministro de grandes empresas como el fabricante de equipos industriales.

Todos los vendedores de autos han reportado una caída en la demanda. Las ventas de coches en China, por ejemplo, cayeron 86% en febrero. Y cada vez más fabricantes, están vendiendo sus vehículos en internet mientras los compradores evitan acudir en persona a las tiendas.

Con frecuencia cuando golpea una crisis el capital buscan refugio en las inversiones menos riesgosas. En tiempos de incertidumbre, usualmente el oro ha sido considerado como un refugio seguro. Pero incluso el precio de ese metal precioso cayó brevemente en marzo ante el miedo de los inversores sobre una recesión global.

De igual modo, el precio del petróleo ha caído hasta niveles no vistos desde junio de 2001. Los inversionistas temen que la pandemia seguirá golpeando la economía global así como la demanda de crudo. El precio del petróleo ya había sido afectado por una disputa entre la OPEP, que agrupa a más de una decena de productores de crudo, y Rusia. El coronavirus ha hundido su precio aún más. Si la economía está creciendo, en general, eso suele significar más riqueza y más trabajos.

Eso se mide mirando el cambio porcentual del Producto Interno Bruto o el valor de los bienes y servicios producidos, usualmente durante un lapso de tres meses o de un año.

Debido al coronavirus, la economía mundial podría crecer este año a su tasa más baja desde 2009, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Esa organización prevé un crecimiento de apenas 2,4% para 2020, rebajando la proyección que había hecho en noviembre pasado de 2.9%. También se dice que una pandemia «más larga e intensa» podría reducir el crecimiento hasta 1.5% en la medida en que las fábricas suspenden sus actividades y los trabajadores se quedan en casa para intentar contener el virus.

En contraste, la Agencia Europea del Espacio registró una caída impresionante de la contaminación en los cielos del viejo continente. Las nuevas imágenes muestran cómo se está produciendo una fuerte reducción en la emisión de gases contaminantes sobre grandes ciudades del continente, en particular en París, Milán y Madrid.

Son pues importantes los daños que están sufriendo sectores fundamentales de la economía de las naciones. Y México no es ajeno a ello. Son además, importantes las afectaciones que están padeciendo principalmente las micro y pequeñas empresas, así como comerciantes informales y las familias que habrán de resentir además despidos de trabajo.

opinion.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1

• Salvador Cosío Gaona

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Es Abogado por la U de G, con estudios de posgrado en Administración Pública, Economía Política, Economía del Sector Publico, Administración Municipal, Finanzas Publicas, Administración y Desarrollo de Recursos Humanos, Financiamiento para el desarrollo y Políticas Publicas, en diversas instituciones. Tiene el Grado de Doctor en Derecho con la distinción Maxima Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid en España.

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