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El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) asignó de manera directa cuatro contratos por más de mil 100 millones de pesos a una empresa opaca, que posee direcciones “fantasma” y además ha sido cuestionada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en términos de precios y servicios, según el diario Reforma.
De acuerdo con un reportaje del periodista Benito Jiménez, la compañía en cuestión es Grupo PM Soluciones y PM Soluciones, la cual no figura en el Registro Público de Comercio y ha proporcionado diferentes direcciones en sus contratos, ninguna de las cuales parece estar relacionada con la empresa.
Ejemplos de estos domicilios incluyen Félix Parra 175 en la Colonia San José Insurgentes, identificada como una casa en alquiler, y Manuel M. Ponce 87, Piso 4, Colonia Guadalupe Inn, donde el encargado de seguridad informó que el piso se encontraba vacío.
La empresa fue contratada por el IMSS hasta el 2024 para el “servicio de informática profesional de ciclo de vida aplicativo” y “continuidad operativa y desarrollo de software”. No obstante, según Reforma, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que no hay evidencia de que fueran necesarios los “servicios informáticos” contratados.
El primer contrato, S1M0293, firmado en octubre de 2021 por 245.5 millones de pesos, fue seguido por tres contratos más en diciembre de 2022, en un lapso de solo seis días, por un total de 858 millones de pesos.
La ASF emitió una recomendación al IMSS por el millonario contrato S1M0293 y solicitó investigar y sancionar las irregularidades de los servidores públicos, ya que PM Soluciones no demostró la ejecución de los servicios ni hubo mecanismos para validar los servicios de mantenimiento o corrección de fallas.
De acuerdo con el citado medio, Grupo PM Soluciones ha estado involucrada en otros escándalos previos. Hace unos meses, la ASF descubrió un contrato de hasta 492 millones por “Servicios Tecnológicos” con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). La empresa también había reportado diferentes direcciones y había realizado subcontrataciones. Además, no se encontraron 153 equipos que supuestamente habían sido contratados.
Reforma informó que Marisol González Lozano, socia y directora ejecutiva de la empresa, reportó en 2016 que su domicilio se ubicaba en el “modesto barrio de Popotla”, pero ahora reside en Lomas de Chapultepec.
La empresa tiene como representante a Rafael Martínez Carreón, Director Comercial y Nuevos Negocios en Grupo PM Soluciones, quien ha proporcionado diferentes direcciones en licitaciones y contratos, afirma el reportaje del diario.
Dentro de las irregularidades del IMSS, ha sido señalado el chiapaneco Borsalino González Andrade, director de Administración del Instituto y amigo cercano de Zoé Robledo, según el diario.
Y en tanto Zoé Robledo juega a ser candidato a la gubernatura de Chiapas, más niños siguen muriendo en el Instituto Mexicano del Seguro Social, organismo a su cargo desde mayo de 2019 cuando ingresó para relevar a Germán Martínez, quien -como se recuerda- tras cuestionar los graves recortes de personal y la agresiva política de ahorros en el organismo, se convirtió en la primera renuncia de un titular de dependencia en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
«Estoy consciente de los límites y de mis límites, puedo equivocarme, pero soy decente y tengo vergüenza pública, y con serenidad de ánimo, presento, en este momento, mi renuncia al cargo de Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social», fueron las palabras de alguien a quien su dignidad y congruencia le impidieron ser comparsa de un gobierno que no estaba dispuesto a entregar los recursos suficientes para la atención a la salud de los mexicanos.
Zoé Robledo en cambio, no solo ha cerrado los ojos a los recortes y validado y acatado las instrucciones de Palacio Nacional, sino que fue más allá y se aprovechó de su condición de Director del IMSS para sangrar aún más a la institución entregando contratos a sus familiares y validando otros de integrantes de la Cuarta Transformación incluidos sin importar que estuviesen a sobreprecio.
Su complicidad al aceptar los recortes presupuestales en el contexto de la “austeridad franciscana”, propició el desabasto de medicinas, la interrupción en tratamientos oncológicos para mujeres y niños, muchos de los cuales sus frágiles cuerpos no lo resistieron y fallecieron alrededor de dos mil pequeños.
Además del desabasto de medicamentos, la austeridad se ha reflejado en la falta de mantenimiento en hospitales y aparatos médicos.
La Niña que hace un mes falleció aplastada en un elevador de un hospital del IMSS de Playa del Carmen es una víctima de esa perversa política de recortes.
Y lamentablemente, un pequeño de cuatro años de edad se convirtió hace un par de semanas en una víctima más, según da cuenta el diario El Norte, de Nuevo León, en este caso por los inservibles aparatos de aire acondicionado.
“De acuerdo con la denuncia de la señora Johana Bravo, su hijo de cuatro años de edad y quien fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, falleció el pasado 2 de julio debido a las altar temperaturas y la falta de aire acondicionado.
La problemática se registra según la madre de familia en el área de niños con cáncer internados en la Unidad Médica de Alta Especialidad 25 del IMSS en Nuevo León, quienes sufren por la falta de aire acondicionado, sumado al retraso en sus estudios y procedimientos médicos porque no funcionan los elevadores, ha tenido consecuencias mortales.
La señora detalló que su hijo ingresó en mayo para recibir una quimioterapia y tuvo una complicación por una bacteria que contrajo en el hospital.
El menor de 4 años estuvo dos meses en un cuarto aislado del tercer piso, en oncología pediátrica, con un calor sofocante.
Fue ahí cuando el niño contrajo una segunda bacteria, la cual terminó por empeorar su salud, denunció la madre de familia”.
Semanas antes, el mismo diario ya había denunciado esta irregularidad, señalando que “además de luchar contra el cáncer, niños internados en la Unidad Médica de Alta Especialidad 25 del IMSS han enfrentado durante casi tres semanas fuertes estragos por el calor porque, de nueva cuenta, no funcionan los aires acondicionados. Ante las fallas, han soportado temperaturas mayores a los 40 grados.
Mamás de pequeños hospitalizados en el tercer piso denunciaron que desde que inició la temporada de calor enfrentan estas condiciones, algo que ha agravado la salud de sus hijos.
Johana, la mamá del pequeño de 4 años que falleció el 2 de julio, fue una de las entrevistadas en aquella ocasión y contó que su hijo había presentado fiebre las últimas dos semanas, “situación que se complica ante el bochorno en el cuarto donde está aislado”.
«Está bien caliente», dijo, «de donde se supone que debe salir aire fresquecito, del conducto del clima, no se siente que salga nada.
«Y si uno se separa del abanico empieza sude y sude porque está demasiado caliente.
«Aparte del calor ha presentado fiebres. Ya tiene dos semanas presentando fiebres por la misma bacteria que le detectaron, y la fiebre sumado al calor que está en el cuarto es bien incomodo».
Es sin duda, “corrupción y negligencia criminal”.
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@salvadorcosio1
