Por Carlos Martínez Macías
Paritaristas, igualitarios y equitativos de discurso, los partidos políticos en México mostraron el cobre, cuando el Instituto Nacional Electoral, sorprendió con un proyecto que plantea que, de las nueve gubernaturas en juego, cinco candidaturas sean para mujeres.
En los considerandos de la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación del INE, figura un largo recuento de los procesos en México que ponen en evidencia la poca voluntad de los partidos para respetar la paridad, no obstante que existe una reforma constitucional de 2014 que dispone tal obligación.
Entre 2015 y 2020, se registraron 226 candidaturas para gubernaturas, de las cuales 41 fueron para mujeres y 185 para hombres. No solo eso, en 2019, cuando se renovaron los poderes en nueve estados, no hubo una sola mujer registrada como candidata a algún gobierno estatal.
En 2021, un acuerdo del INE que tuvo que dirimirse en el Tribunal Electoral porque fue impugnado por partidos, concluyó que, de las 15 gubernaturas en disputa, siete fueran para mujeres y ocho para hombres.
Para 2022 hubo otras seis elecciones estatales y se respetó la paridad de tres y tres, mientras que, en 2023 se renovó el gobierno de Coahuila, donde triunfó el PRI y en del Estado de México, que ganó Delfina Gómez de Morena y puso fin a 90 años de hegemonía del tricolor.
En contraste con 2021 cuando fueron siete para mujeres y ocho para hombres, para la renovación de nueve gubernaturas en el 2024, la polémica aparece cuando la autoridad electoral sugiere que esta vez “ya les toca” a las mujeres encabezar la mayoría de las fórmulas, es decir, cinco candidatas, por cuatro candidatos.
El problema para los partidos radica en la rentabilidad electoral y en los compromisos políticos que ya existen con algunos personajes.
Por ejemplo, en el caso de Morena, enfrenta una crisis interna porque abiertamente había anunciado que iría con la ecuación de cinco varones por cuatro mujeres.
En Ciudad de México, figura Omar García Harfuch al frente de las encuestas, seguido de Clara Brugada. Tendrían que “bajar” al favorito de la virtual candidata de Morena a la presidencia, Claudia Sheinbaum, para cumplir con la paridad.
Pero luego está Puebla, donde figura el ex presidente del senado, Alejandro Armenta (arriba en las encuestas) e Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados.
En Veracruz, donde la ex secretaria de Energía, Rocío Nahle, es la preferida del presidente López Obrador, pero también entra el expresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna.
Otros apuntados que Morena tendría que dejar fuera en aras de la paridad, son Javier May en Tabasco; Huacho Díaz y Jorge Carlos Ramírez Marín, en Yucatán; Ricardo Sheffield, en Guanajuato; Eduardo Ramírez, en Chiapas y Víctor Mercado, en Morelos.
La decisión en Jalisco también es compleja. En las encuestas figura en primer lugar Carlos Lomelí que lleva años en campaña recorriendo el estado. Pero si la decisión recae en una mujer, aparecen Claudia Delgadillo, Cecilia Márquez y Clara Cárdenas.
En el caso de Movimiento Ciudadano en el estado, también enfrentan un escenario nunca esperado. Todas las apuestas del partido naranja en Jalisco se han centrado en el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, el senador Clemente Castañeda, el secretario Alberto Esquer y el alcalde de Tlajomulco, Salvador Zamora.
Pero no se tomó en cuenta la irrupción del acuerdo del INE que obligaría a postular a una mujer en el proceso electoral de 2024. Por si fuera poco, además de la paridad, el proyecto de la comisión de Igualdad de Género considera que los partidos deberán evitar registrar a mujeres en aquellos estados de baja competitividad.
De las nueve gubernaturas en juego, Movimiento Ciudadano solo es competitivo en Jalisco, con lo que, si se aprueba el acuerdo, tendría que ser una mujer la abanderada de MC.
@paraleloveinte