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El retorno del beisbol profesional al estado pasó por las arcas públicas a un ritmo de casi 70 millones de pesos y de la maravilla, los Charros de Jalisco han pasado a la oscuridad.
Después de una primera temporada de ensueño donde llegaron a la final de la Liga Mexicana del Pacífico, las dudas en torno a la conveniencia de sostener un proyecto privado con recursos públicos comenzaron a multiplicarse casi al mismo tiempo que el equipo tenía una desastrosa temporada.
En su segunda temporada no alcanzaron a pasar a los play offs al tener una primera vuelta con 18 triunfos y 17 derrotas;
la segunda vuelta 12 victorias y 21 derrotas. De los ocho equipos de la liga, dos son eliminados y uno de ellos fue Charros.
En esta mala racha, la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, desechó la petición de la empresa Juegos y Espectáculos Beisbol Charros S.A. de C.V., al no encontrar argumentos jurídicos para entregarle la administración del estadio de atletismo por 50 años, ya no es propietario del terreno ni ostenta el comodato del inmueble.
Según la comisión, para poder tramitar esta petición, tendrían que ser los interesados el ayuntamiento de Zapopan que es dueño del terreno o el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo, CODE, quien tiene el comodato del predio y el estadio, los que tramiten la citada gestión.
Como sucedió en otras plazas del beisbol de la Liga Mexicana del Pacífico, los gobiernos estatales inyectaron recursos para construir los estadios de beisbol.
Solo que en el caso de Jalisco el estadio de Atletismo fue construido con motivo de los Juegos Panamericanos de 2011 a un costo cercano a los 600 millones de pesos, pero para actividades determinadas.
El gobierno estatal invirtió 59 millones de pesos para acondicionar las instalaciones de atletismo en un estadio de beisbol con las especificaciones de la liga y mucho más. Destinó más de diez millones de pesos en adecuaciones a las gradas, más de un millón de pesos en pintura y reparación de elevadores.
Por si fuera poco los Charros de Jalisco también consiguieron que el Fideicomiso de Turismo de la Zona Metropolitana de Guadalajara aportara los recursos para sus viáticos.
Así quedó establecido en el punto siete de la sesión de 23 de abril de 2015 donde se aprobaron dos millones 200 mil pesos para el pago de los gastos cuando el equipo viajara fuera de la ciudad.
A cambio de ello, el fideicomiso recibiría lo siguiente:
Promoción de imagen, comercialización del equipo en la página web del fideicomiso, ampliar noches de estadía de visitantes a otros eventos, traslado de la expo al estadio, mil 200 boletos de cortesía, publicidad y video promocional y acceso a equipos de toda la liga.
En el afán de recibir recursos públicos para mantener el proyecto de beisbol, la empresa Juegos y Espectáculos Beisbol Charros S.A. de C.V. buscó conseguir recursos de la Secretaría de Economía a través del Programa para el Desarrollo de la Industrial del Software (Prosoft) 2015.
El programa que en Jalisco es coordinado por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (Coecytjal) y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, tenía como objetivo los siguientes:
“Las personas físicas con actividad empresarial y personas morales constituidas conforme a la legislación mexicana cuya actividad principal esté orientada a: software, servicios de TI, externalización de procesos de negocio y medios creativos digitales, delimitada como la “oferta de TI”.
Además señala proyectos cuya aplicación incluya alguna de las siguientes:
1) Plataformas para habilitar cómputo en la nube
2) Infraestructura para la movilidad de procesos de negocio en dispositivos.
3) Automatización del conocimiento habilitada con tecnologías de la información.
4) Aplicaciones de sensores o conexión a internet en objetos de la vida cotidiana Internet of Things (IOT) o Internet de las cosas.
Aunque el programa Prosoft tenía como meta impulsar el empleo y desarrollo de software, llama la atención que Juegos y Espectáculos Beisbol Charros S.A. de C.V. que explota un equipo de beisbol, busque los fondos federales en este rubro.
Dentro de los recursos innovadores que los Charros emplean, destaca la pantalla de 170 metros cuadrados que utiliza leds de última generación y el software más moderno de la liga.
La pantalla costó 3.9 millones de pesos y corrió a cargo de la remodelación con recursos estatales a cargo de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública.
De cualquier manera la empresa de Charros no obtuvo los recursos federales. Mediante el folio 3425 la dictaminación fue “proyecto no aprobado”, pese a los 50 empleos que ofrecía generar.
La voracidad de los recursos solicitados por la empresa de Charros, contrasta con los recursos que obtiene con la operación del equipo que registra los primeros lugares de asistencia al estadio.
Según datos del propio presidente, Armando Navarro, la primera temporada asistieron al estadio 360 mil personas. El costo de los boletos de acceso es de 500 pesos, 400, 300, 150, 100, 50 y 25 pesos. Si tomamos el costo de 150 pesos, las ventas por taquilla en el primer año superarían los 50 millones de pesos.
A esto habría que agregar la venta de los esquilmos: refrescos, cervezas, alimentos, souvenirs, publicidad y derechos de transmisión. Según Armando Navarro, los Charros viven de los empresarios Leonardo Placencia, los Gómez Flores, los Valenzuela, Dulces Montes, Tecate, Cartek, Perdura y Siete Leguas.
La revisión del comodato
La entrega del comodato del predio por parte del ayuntamiento de Zapopan al CODE, tenía como fin la construcción de un estadio de atletismo y el empleo de estas instalaciones para actividades deportivas en beneficio de los zapopanos.
Sin embargo, un contrato celebrado entre el CODE y Juegos y Espectáculos Beisbol Charros S.A. de C.V. permitía la entrega del estadio para que los Charros lo usaran durante tres meses en la temporada de beisbol, aunque luego lo modificaron para dejarlo para su uso por tiempo indefinido y para todo tipo de actividades.
En una de las cláusulas del comodato otorgado por Zapopan al CODE, establece una causa de recisión del acuerdo y tiene que ver con el empleo del terreno y el estadio para beneficio de un tercero y para una actividad distinta a la contenida en el convenio.
Cuando la empresa de Charros solicitó directamente al congreso la entrega de un comodato por 45 años más hasta el 2060, argumentó una serie de actividades realizadas por la formación de una escuela de beisbol para niños, la visita de beisbolistas a hospitales, campañas contra el cáncer de mama o la visita del ex astro del beisbol, Fernando Valenzuela, visitando a niños enfermos con cáncer.
También reseña que regalaron gorras, que hicieron campañas contra el bullying (sic) y que varios jugadores y hasta el presidente de Charros, Armando Navarro, participaron en el desfile de Zapopan.
Pese a todos estos valiosos argumentos, los diputados simplemente desecharon la petición del directivo de Charros.
