Este sábado, en un encuentro organizado para agradecer el apoyo de las estructuras morenistas en el Estado, Carlos Lomelí hizo un anuncio que levantó una enorme expectativa: “Muy pronto llegará el bienestar a todos los municipios de Jalisco. Próximamente habré de recorrer de nuevo cada uno de ellos para llevar el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador. Ténganme nada más un poquito de paciencia”, dijo.
Para algunos de quienes estuvimos presentes en dicho acto, de inmediato llegamos a conclusiones preliminares, y por supuesto que una de ellas fue que en realidad estaría haciendo el anuncio de hacer valer su liderazgo y trazar un nuevo camino con rumbo al gobierno estatal.
Sin embargo, hay algo más que debe ponerse sobre la mesa del análisis. De acuerdo con información que al día siguiente fue difundida, López Obrador tiene el interés de eliminar todas las delegaciones federales en los Estados y sustituirlas por 32 coordinaciones generales de gobierno.
Según esta noticia, los coordinadores tendrán bajo su responsabilidad gestionar la política pública de desarrollo social de todos los ramos. De hecho, trasciende que el primer nombramiento perfilado para coordinar el Estado de México es Delfina Gómez, ex candidata de Morena a encabezar el poder ejecutivo de esa entidad.
Así las cosas, de confirmarse este plan, ¿quién podría ser más confiable para Andrés Manuel que el propio Carlos Lomelí?
Sé que asumo el riesgo que siempre significa la especulación, pues aún no hay nada oficial sobre el particular; sin embargo, todas las señales están dadas. El discurso de Lomelí se alinea muy bien con esta hipótesis. Incluso hay quien afirma que la próxima semana se confirmará su designación desde la ciudad de México.
En esta misma tesitura, bien vale la pena señalar que al momento en que redacto esta colaboración, AMLO no le ha tomado la llamada a Enrique Alfaro. ¿Acaso estaríamos ante el supuesto -que he sostenido desde hace semanas en este mismo espacio- de que será Lomelí Bolaños el verdadero interlocutor entre la Federación y Jalisco?
Como lo he escrito en ocasiones anteriores, creo que veremos nuevos paradigmas en el ámbito local de la política; pero también con estas novedosas maneras de hacer gobierno, quedaremos con bastantes preguntas que sólo el futuro arrojará las respuestas.
Por lo pronto, lo único cierto que tenemos es que mientras Enrique Alfaro, el futuro gobernador de todos, se fue de vacaciones tras anunciar que rompe su vínculo político con el partido Movimiento Ciudadano –próximo a desaparecer a nivel nacional–, Carlos Lomelí se quedó a trabajar el proyecto de Morena en Jalisco.
Por eso se dice y se dice bien: en todos los aspectos de la vida, las formas lo expresan todo.