En busca de alguien que le diera “confort y confianza”, el candidato por el partido Demócrata al gobierno de los Estados Unidos de América del Norte, Joe Biden, se decantó por la senadora por California, Kamala Harris, afroamericana con raíces indias de 55 años de edad, para formar parte de su ticket electoral como vicepresidenta, siendo la primera vez en la historia de nuestro vecino del norte que una mujer negra aspira a este cargo.
Faltando escasos dos meses y medio para la elección del 3 de noviembre, la encuesta más reciente de CNN y SSRS muestra un 50% de intención de voto para el binomio Biden-Harris, frente a un 46% para Trump-Pence, manteniendo y con tendencia a incrementar la marcada ventaja que desde el inicio de la pandemia comenzó a mover la balanza en contra de Trump debido a sus múltiples errores para enfrentar la peste que ha dejado más de 170 mil muertos sin menoscabo de que entre la comunidad negra sus bonos se fueron abajo tras el asesinato de George Floyd a manos de un policía blanco.
Harris, el próximo 3 de noviembre será la cuarta mujer que aparezca en esa posición de candidata a vicepresidente, después de Tonie Nathan en 1972 por el Partido Libertario; Geraldine Ferraro, pareja demócrata con Walter Mondale en 1984, y que la republicana Sarah Palin acompañase a John Mcain en el 2008.
El ex embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan Casamitjana, ha expresado algunas reflexiones dignas de compartir sobre la designación de Kamala Harris como compañera de fórmula de Joe Biden:
“Durante mis viajes a California como embajador me reuní varias veces con ella en su calidad de procuradora de justicia del estado y me impresionaron de sobremanera su personalidad, sus tablas políticas y su temperamento y arrojo. Su elección es emblemática de un Partido Demócrata crecientemente diverso y por cierto mucho más representativo del perfil sociodemográfico del país que el GOP.
La última vez que los Demócratas tuvieron una fórmula integrada por dos hombres blancos fue en 2004 con los senadores John Kerry y John Edwards. Si bien es otra muestra más del peso del voto afroamericano en el Partido Demócrata y se enmarca en las manifestaciones y la convulsión social que siguieron al asesinato de George Floyd y el movimiento de Black Lives Matter, no creo que agregue significativamente más a la movilización del voto afroamericano a favor de Biden.
Eso sí, en ese mismo contexto y de manera inversa, hubiese sido oneroso para Biden NO haber designado a una candidata a la vicepresidencia que no fuese afroamericana. El hecho de que venga de California suma poco en términos de ayudar a ganar estados bisagra clave en el Colegio Electoral o en equilibrar ideológica o geográficamente la candidatura de Biden.
Hay que recordar además que en la gran mayoría de las campañas generales, la elección de vicepresidente típicamente ha movido poco la aguja en favor del candidato presidencial en las encuestas y preferencias de voto. Es otro revés para el ala progresista del partido, cuya candidata para la vicepresidencia era Elizabeth Warren, en momentos en los que el partido se está escorando cada vez más en esa dirección. Las preguntas clave en las próximas semanas serán: a) si la designación le abre flancos a Biden -como lo hizo Palin a McCain en 2008: poco probable; b) si hacen sinergia y generan química en los meses de campaña: probable, a pesar de la confrontación en los primeros dos debates de la precampaña Demócrata; c) si el ala progresista se une a la causa toral de derrotar a como dé lugar a Trump: posible pero aún incierto; y d) si motiva márgenes de participación del voto afroamericano en las urnas superiores a los registrados en 2016 -una de la razones de las razones de la derrota de Clinton- y si el movimiento de Black Lives Matters usa a Harris como bandera: ambos aún por verse, sobre todo por el pasado de Harris como procuradora estatal de justicia en California.
Lo que sí es un hecho es que por la edad de Biden, de ganar éste la elección en noviembre (tendría 78 al momento de asumir la presidencia, superando a Trump como el mandatario más viejo en la historia del país) y ante la posibilidad de que llegase a tomar la decisión de servir un solo periodo, Harris estaría posicionada para lanzar su candidatura presidencial para el 2024. No hay que olvidar que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, han habido 15 vicepresidentes en la historia moderna de EEUU, de los cuales 5 llegaron posteriormente a ocupar la presidencia.
Sarukhan también destacó que “Harris es la primera mujer de raíces indias (su madre) y negras (su padre, jamaiquino) en ser nominada como candidata en una formula presidencial en la historia de EEUU. Es la segunda persona de color (después de Obama) y la cuarta mujer (después de Geraldine Ferraro, Sarah Palin y Hillary Clinton) en estar en la fórmula de una candidatura de cualquiera de los dos partidos políticos”.
Por su parte, Luis Ernesto Derbez, ex titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) y rector de la UDLAP, adelantó que de acuerdo a las últimas encuestas la dupla demócrata se perfila como favorita para conseguir la victoria a rl 3 de noviembre. “Kamala Harris y Joe Biden arrancan con poco más de 10 puntos de ventaja; es la mancuerna que podría ganar la elección”, dijo Derbez.
“En México estamos viendo racismo hacia minorías y un ataque sistemático a migrantes de Centroamérica; es decir, sí hay un impacto local”, explicó. Si llegasen a ganar Kamala Harris y Joe Biden, veríamos un Gobierno que trataría de enfrentarse a los autoritarios del mundo, dijo.
Comentó que Donald Trump ha dejada el sistema comercial convulso con sus “guerritas”, ha destruido la estructura de comercio que estaba dando al mundo resultados positivos por 25 años. Se ha dedicado a robustecer el autoritarismo en el mundo. El gobierno de Trump seguiría impulsando conceptos autoritarios, de apoyar el racismo y la intolerancia en el mundo y eso nos ha afectado en los últimos años.
Por lo pronto, este lunes se puso en marcha la convención demócrata en Milwaukee para investir como candidatos a Joe Biden y Kamala Harris, con lo que arrancó la lucha electoral que supone un acontecimiento fundamental para el devenir del mundo entero, y por supuesto México no será una excepción.
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