El balance de riesgos por inflación en México se mantiene al alza, en un entorno en el que las principales economías en el mundo enfrentan expectativas de aceleración de los precios en el corto plazo, consideró el central Banco de México (Banxico).
En la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 10 de febrero, los cinco integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico resaltaron que las expectativas de inflación local para 2022 y 2023 volvieron a incrementarse.
Algunos señalaron como las fuentes de aceleración a las presiones inflacionarias externas, tanto la depreciación cambiaria como los aumentos en los precios de los energéticos.
La mayoría mencionó que la inflación global siguió aumentando, presionada por los cuellos de botella en la producción, la recomposición del gasto hacia mercancías y los elevados precios de las materias primas, de acuerdo con el documento.
Ante la aceleración de los precios, las tasas de interés a nivel mundial han subido, sobre todo en las economías avanzadas, lo que plantea riesgos para los mercados financieros, agregó el Banxico.
La actividad económica mundial, sin embargo, sigue en trayectoria de recuperación, aunque a un ritmo menor, con diferencias entre países y sectores respecto a meses anteriores por la evolución del nuevo coronavirus.
El repunte de contagios a nivel global ha provocado nuevas restricciones en varios países, con afectaciones a las cadenas globales de suministro.
En el caso de México, la recuperación de la economía local sigue siendo heterogénea entre sectores, apuntó la minuta.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, creció un 4,8 por ciento en 2021, tras el colapso del 8,2 por ciento registrado en el año precedente por la aparición del nuevo coronavirus, según cifras oficiales preliminares.