CONECTANDONOS
Por Adriah Brito
Nuestra cultura esta acostumbrada a festejar la intensidad cuando alguien obtiene algo positivo y a criticar de esta misma cuando alguien se atreve a hacer algo diferente…
Desde pequeños, en especial a las mujeres se nos pide que cumplamos con un sinfín de obligaciones y que todas las hagamos con gracia. Se nos pide que no seamos tan gritonas, que no seamos tan sensibles, pero que tampoco seamos tan frías, se nos pide continuamente que no seamos tan “intensas” … y nos lo repiten o critican tantas veces que terminamos por hacer caso y poco a poco nos vamos olvidando de nuestra verdadera esencia.
Esa chispa que de alguna u otra forma nos ayuda a convertirnos en las personas que soñamos con ser. ¿Y si la intensidad y la locura son esenciales para transformarnos en nuestra mejor versión y a hacer realidad nuestros mayores sueños? Es tal vez ese botón que necesitamos presionar para convertir todo lo que tocamos en algo más bonito, en algo con más magia… desde proyectos, hasta relaciones con las personas que más queremos.
El ser una persona intensa en lo que haces es una cualidad buena con la cual puedes encontrar grandes satisfacciones desde personales hasta profesionales, ya que sin darte cuenta una mañana te encuentras levantándote con más ganas de vivir.
Debemos de normalizar más a las personas intensas que van por su Vida fieles a su misión de dejar este mundo como un lugar mejor en cualquier aspecto que se estén enfocando… porque después de todo el vivir con intensidad no deja de ser un arte que sólo pocas personas se atreven a sentir. Así que si alguna vez te llaman “intenso o loco” sobre un tema que te apasiona … es porque algo estás haciendo bien.
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