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Elucubrar sobre algún tipo de incidente criminal a cargo de autoridades, de poderes legales o fácticos o cualquier circunstancia diversa es insano e impropio no ayuda a la estabilidad, no solamente de Puebla sino del país. Nadie en sano juicio, ningún ser humano racional, podría hacer menos que lamentar una catástrofe aérea de la magnitud de la que cegó la vida de la Gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, el senador Rafael Romero Valle Rosas y la tripulación que viajaba rumbo a la Ciudad de México. Por ello, es una decisión atinada que sean expertos internacionales quienes lleven a cabo los peritajes respecto del colapso de la aeronave.
Creo que lo correcto, lo Justo, lo ético, lo moral es guardar silencio y permitir que las investigaciones sigan su cauce y que los procesos políticos tanto el legislativo inicial como el que deba de darse por la vía comicial se desahoguen como lo marcan los tiempos y las formas que la constitución y las leyes electorales de Puebla lo determinen. Lo que no puede a mi juicio permitirse es la elucubración insana, el tratar de obtener raja política de una tragedia que enluta hogares y que colapsa de alguna manera la vida política de una entidad federativa del país.
Creo que para poder aventurarse a expresar cualquier cosa en relación a la posibilidad o a la posible incidencia más allá de lo normal de este suceso hay que dejar pasar el tiempo necesario para que quienes tengan que hacerlo, realicen los dictámenes correspondientes y al mismo tiempo respetar el dolor de los deudos de quienes perdieron la vida.
Es una decisión acertada por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador -en aras de esclarecer lo ocurrido- recurriera a instancias internacionales sobre seguridad en transporte aéreo. Así, se contará con la participación de la Comisión de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, así como expertos de Canadá y eventualmente se hará lo mismo con los de la Comunidad Europea.
Habrá doble dictamen y de ser necesario habrá triple de este lamentable hecho para evitar más especulaciones y tener certeza de lo que realmente ocurrió en esa terrible tragedia.
El Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú ha dicho que la participación de los expertos será determinar la causa del accidente, será un “dictamen estrictamente técnico de por qué cayó el helicóptero” y para ello analizan el sitio “para definir cómo cayó y se llevan las partes para inspeccionar por qué se rompieron”.
Se están llevando también, dijo, “algunas computadoras que se logró encontrar, que traen la historia del vuelo, por ejemplo la turbina, si se paró o no o por qué”, de modo que se definirá si hubo falla (de la nave) o falla de piloto o alguna cuestión adicional, eso es estrictamente técnico”.
Por otro lado, las voces que han estado señalando en forma precipitada el cómo deba de desahogarse el trámite de la elección de un nuevo gobernante en la entidad poblana debieran de esperar tanto los tiempos como las formas correspondientes.
La constitución de esa entidad es muy clara y establece que de inmediato ocupe el cargo como encargado del despacho del gobierno del poder ejecutivo el Secretario General de Gobierno en tanto el Congreso libre y soberano de Puebla determina lo conducente para designar a un gobernador provisional que podría ser el mismo encargado de despacho u otra persona para que en un lapso de 10 días convoque a elecciones extraordinarias las que deberán efectuarse en un tiempo mínimo de 3 meses y Máximo de cinco.
Será entonces, primero la voluntad de los integrantes del congreso local la que determine lo conducente y segundo la voluntad de los partidos y de los electores, quienes digan la última palabra en las urnas al momento que sean convocados los ciudadanos poblanos para emitir el sufragio y elegir a quien debe gobernar cumpliendo el periodo para el que fue electa la gobernadora que infaustamente falleció.
Son muchas las preguntas que quedan en espera de respuestas; ¿Cómo o porqué volaba la gobernadora (aún siendo asueto) alejada de protocolos de seguridad? (Helipuerto privado ‘no autorizado’ y en una aeronave que ahora sabemos que era propiedad del grupo Higa, rentada como un auto sin chofer’, para ser tripulada por quienes se dice eran, posiblemente, pilotos de la estructura del poder ejecutivo estatal de Puebla. Salió de ‘un helipuerto privado no autorizado de un político priísta’ seguramente alguien demasiado abundante en riqueza como para tener una mansión con Helipuerto… ¿quien es ese adinerado importante político priista?
No obstante presumirse haya sido un equipo aeronáutico de gran calidad, habría que analizarse -será básico y de oficio como inicio de indagatoria- si la nave estaba en excelentes condiciones de mecánica y seguridad.
Ahora bien, es completamente sospechoso que Servicios Aéreos del Altiplano, empresa que rentó sus servicios de taxi aéreo a la gobernadora de Puebla, y a su esposo, haya cerrado sus canales de comunicación, como lo reportan diferentes medios de comunicación. La empresa bajó su página de internet y cortó sus servicios de comunicación telefónica tras el accidente del helicóptero Agusta Westland AW109, matrícula XA-BON, tiene domicilio en Tlaxcala y oficinas en el Aeropuerto Internacional de Puebla.
Estaremos pendientes de las investigaciones que deben ser contundentes y precisas de manera que permitan al Partido Morena y al Gobierno federal quedar perfectamente libres y alejados de cualquier sombra de suspicacia de quienes gustan de sacar raja política en este tipo de desgracias.
Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1
