El proyecto de Arcediano es un ejemplo del dispendio de recursos de gobiernos estatales que quedaron en la completa impunidad. No hay ni un responsable.
Aunque se gastaron Casi mil millones de pesos en estudios, indemnizaciones y proyectos, el malogrado plan de construir la presa de Arcediano en el fondo de la barranca de Huentitán es un ejemplo más de la impunidad y de derroche de recursos públicos.
Pese a las advertencias de ambientalistas de que no era el sitio adecuado, los gobiernos de Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez insistieron en seguir adelante.
Ahora el gobierno se ha quedado con parajes desolados, con ruinas de un poblado de decenas de casas y un templo; tuvieron que reconstruir un puente histórico y hasta ahora no se da una explicación de qué pasará con dicho sitio y, sobre todo, si se pedirá cuentas a ex funcionarios que invirtieron en estudios inútiles.
Dinero a la barranca
Por el presunto desvío de cerca de cuatro millones de pesos, César Coll Carabias, ex director de la Comisión Estatal del Agua fue llevado a prisión, pero el monto es insignificante comparado con los cientos de millones de pesos gastados en proyectos frustrados y para los cuales no hay responsables.
Es el caso del malogrado sistema de abasto de agua y saneamiento de Arcediano, para el cual el Congreso del Estado aprobó en 2003 el endeudamiento hasta por tres mil 200 millones de pesos.
Impulsado en el gobierno del panista Francisco Ramírez Acuña, la presa de Arcediano se volvió el proyecto soñado por su administración y aras de llevarla a cabo ignoraron todas las voces en contra.
De expertos que advertían del elevado costo de construir una cortina en la barranca y bombear 500 metros el agua hacia la ciudad; del costo operativo por los gastos de electricidad para el bombeo y del riesgo a la salud al mezclar las aguas severamente contaminadas del Río Santiago con las del Río Verde.
El gobierno estatal a fuerza de chequera y hasta con amenazas, consiguió desalojar a los habitantes del pequeño poblado, desmantelar un puente colgante con valor histórico y borrar del mapa el sitio que incluía un templo dedicado a la Virgen de Guadalupe.
En estudios, obras preparatorias para la presa, pago de indemnizaciones y otras acciones legales, el poder ejecutivo gastó más de 800 millones de pesos, sin que exista ahora quien responda por las desatinadas decisiones.
De acuerdo con la respuesta a la solicitud de información UT003/2014 tramitada ante la Unidad de Transparencia de la Comisión Estatal del Agua y cumplida parcialmente, el Gobierno del Estado realizó 198 estudios y proyectos sobre Arcediano para lo cual destinó 425 millones 540 mil 201 pesos con 65 centavos.
Entre los numerosos estudios, destacan entre otros, estudios topográficos y geológicos por seis millones 890 mil 979 pesos; estudios estructurales de monumentos históricos (Puente de Arcediano) 36 mil 699 pesos y levantamiento y reubicación de puente por 114 mil 281 pesos; proyecto de jardín botánico para Arcediano por 971 mil 771 pesos; estudios geotécnicos por 14 millones 580 mil 988 pesos; instalación de piezómetros por nueve millones 803 mil 951 pesos; operación continua de la planta móvil de CEAS cuatro millones 375 mil 762 pesos.
Además, proyecto ejecutivo de la obra de desvío y anteproyecto de la cortina de la presa, 33 millones 572 mil 558 pesos y mapeo geológico de la presa por 48 millones 306 mil 304 pesos.
En cuanto a las obras, destacan 30 por un monto de 197 millones 168 mil 118 pesos con 60 centavos. Entre otras obras, destaca el camino de operación de Agua Prieta por 13 millones 672 mil 591 pesos; reubicación del Puente de Arcediano, once millones 392 mil 749 pesos; rehabilitación del camino de acceso al Aguacate, 29 millones 174 mil 524 pesos; limpia de ladera, 32 millones 376 mil 615 pesos; construcción de tres socavones, 18 millones 714 mil 411 pesos; terminación de la reubicación del Puente de Arcediano, 15 millones 095 mil 856 pesos.
En estudios, proyectos y obras, el gobierno estatal gastó 622 millones 708 mil 320 pesos con 45 centavos. A esto habría que sumarle el pago de indemnizaciones a los vecinos y acciones legales, que sumarían más de 200 millones de pesos, con lo que el capricho de Arcediano rebasaría los 800 millones de pesos.
La misma respuesta UT003/2014 de la CEA, revela como una cereza del pastel, que en el proyecto de Arcediano, la presa que jamás se construyó, se destinaron 620 mil 595 pesos con 94 centavos para publicidad.
Pésima calidad del agua
Un estudio comparativo sobre la calidad del agua de utilizar al Río Verde o al Río Santiago para construir una presa, confirman que Arcediano, nunca fue la opción más viable.
Especialista en estudios sobre la calidad del agua, la doctora Luz María Cueto, elaboró con información de la misma Comisión Estatal de Agua y Saneamiento el siguiente cuadro comparativo:
Mientras que el Río Verde corre protegido en el fondo de una barranca
El Río Santiago lo hace una planicie agrícola y recibe residuos de plaguicidas
El Río Verde recibe aguas residuales de una población de 258 mil 690 personas
El Río Santiago recibe las aguas negras de un millón 862 mil 690 habitantes
Mientras que a lo largo del Río Verde hay 10 poblaciones superiores a dos mil 500 habitantes
En el Río Santiago hay 29 poblaciones de este tipo
En el Río Verde hay catorce empresas con descargas industriales
En el Santiago existen 266 descargas industriales
En el Río Verde el 52 por ciento de las empresas son agropecuarias, láctea o tequilera; y el 42 por ciento de servicio
En el Río Santiago el 36 por ciento de la industria es química, el 15 por ciento es alimenticia y el 12 por ciento es textil
La doctora Luz María Cueto especifica que a juzgar por los resultados de su análisis no debería haber dudas sobre el agua que debería emplearse para la presa, la del Verde y no el Santiago porque esta registra elevados niveles de contaminación que no permiten su tratamiento.
En el mismo estudio, a lo largo del Santiago se muestran 66 mediciones de las cuales en sólo tres monitoreos el agua es aceptable y en seis es ligeramente contaminado, el resto está contaminado o severamente contaminado
En el caso del Río Verde de 60 mediciones, 21 son aceptables y 21 ligeramente contaminadas y apenas 10 contaminadas y ocho severamente contaminadas.
Bajar la barranca
Comunidad que era habitada por unas 60 familias, Arcediano era un pequeño pueblo con una sola vereda empedrada donde hacían fila los camiones refresqueros y de cerveza para descargar mercancía.
Con un clima privilegiado, en la región se sembraba maíz, mango, hortalizas y otro tipo de árboles futales.
Pero una de las principales actividades económicas para los entonces moradores, eran los paseos turísticos o la visita de deportistas especialmente los fines de semana.
Según el gobierno estatal en su momento, tras demoler el poblado, las indemnizaciones fueron realizadas con base en la propiedad, los negocios, el ganado, los árboles frutales y las hectáreas que tenían los vecinos.
En promedio, cada habitante de Arcediano recibió 350 mil pesos por cada finca.
Metales en el río
El Centro de Investigación y de Asistencia Tecnológica y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), confirma la presencia de metales pesados en el Río Santiago.
Según el estudio elaborado entre 1990 y el año 2000, en el río fueron encontrados entre otros zinc, plomo y mercurio, éste último en cantidades sumamente tóxicas.
Investigaciones realizadas por la misma Comisión Nacional del Agua, concluyen lo siguiente:
“Entre Julio y Agosto de 1993, la presencia de metales pesados en el agua no era significativa, no así en lo que respecta a plaguicidas, detectándose a partir de la presa Solís (Medio y Bajo Lerma) la presencia de compuestos organoclorados entre los que se encuentran el Endrín (0.05 µg/l), el Metoxicloro (0.15 µg/l) y el Heptacloro (0.3 µg/l). Plaguicidas detectados fueron: Alfa-BHC, beta-BHC, gama-BHC, delta-BHC, DDD, DDT y Heptacloro, encontrándose plaguicidas estrictamente prohibidos como el DDT ( 102 µg/l )”.
Según el estudio técnico elaborado para la reglamentación de la cuenca de Chapala por la misma Comisión nacional del Agua con auxilio del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), la contaminación de las aguas de la cuenca Lerma-Chapala se encuentra mayoritariamente contaminada.
“En el caso de la cuenca Lerma-Chapala el mapa muestra la calidad del agua de 23 cuerpos receptores monitoreados en el año 2000. Los resultados de la evaluación muestran en general lo siguiente:
“El 9% de los cuerpos de agua presentan una calidad satisfactoria que posibilita su uso para prácticamente cualquier actividad; el 39% se encuentran poco contaminados, lo que restringe el uso directo del agua en ciertas actividades y el 52% se encuentra contaminado o altamente contaminado, haciendo difícil su uso directo en casi cualquier actividad.
“En lo particular, el 9 % de los cuerpos de agua que muestran una calidad aceptable, en el caso de que su uso fuese como fuente de abastecimiento, se requeriría una planta de potabilización con tratamiento convencional.
“El 39 % de los cuerpos de agua que resultó poco contaminado, si bien, en caso de utilizarse como fuente de abastecimiento, requeriría un tratamiento avanzado. En caso de uso recreativo, es apta siempre y cuando no se tenga contacto directo. Para la acuacultura es apta en general, pero ciertos organismos acuáticos sensibles, como algunas especies de trucha, bagre y charal, no tendrían un adecuado desarrollo. Por último, se considera apta para la mayoría de los usos industriales así como para riego de casi cualquier cultivo excepto hortalizas.
“El 52% de los cuerpos de agua están contaminados o altamente contaminados, lo que impide su utilización directa en prácticamente cualquier actividad”.
De acuerdo con especialistas entrevistados, los metales pesados son bio acumulables en el organismo de los seres vivos y producen con el tiempo alteraciones genéticas, tumores, cáncer y pueden ser fatales.
Un ejemplo de ello son las decenas de industrias instaladas en El Salto como cromadoras, fábricas de químicos, de herramientas de acero y otras que desechan metales pesados y no cuentan con equipo para retenerlos.
Otra muestra de la gravedad de la presencia de metales en el lago y los ríos de la cuenca, es un estudio efectuado por la Universidad de Baylor que encontró la presencia de metales pesados en el lago de Chapala, en las plantas acuáticas y en los peces del propio lago.
El proyecto sigue
La polémica obra del gobierno de Francisco Ramírez Acuña pese a las advertencias de no mezclar las aguas contaminadas del Santiago con las del río Verde; de no contar con suelos firmes para la cortina y los amparos que prolongaron el proyecto, terminaron por cancelarla porque su costo se había duplicado y ya se estimaba en 15 mil millones de pesos.
Tampoco se ha informado de los recursos internacionales que fueron gestionados para la construcción de Arcediano y que son un misterio.
El cinco de octubre de 2006 con folio 0632000015106 ante Banobras, un ciudadano solicitó información sobre el crédito firmado el once de julio de 2005 con la Secretaría de Finanzas de Jalisco por mil 750 millones de pesos para obras de saneamiento y construcción de la presa de Arcediano de los cuales 150 millones de dólares provendrían del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Banobras respondió el 27 de octubre de 2006 que era información reservada por 12 años. Ante el reclamo de revisión, la dependencia investigó y resolvió que se trata del proyecto ME0212 aprobado el 20 de julio de 2005, operado por la Comisión Nacional del Agua y que dispone de 150 millones de dólares del BID a través del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) y no Banobras.
Para justificar el empleo de parte de los recursos de Arcediano, el congreso local modificó el decreto 19985 para destinar los tres mil 200 millones de pesos del citado proyecto en la construcción de El Purgatorio.
Unos 800 millones de pesos de esa bolsa ya fueron empleados en la frustrada presa y en la indemnización de afectados y compra de tierras en el fondo de la barranca… pese a este panorama, por lo menos en documentos oficiales, Arcediano no ha sido descartado y ya se analiza otro tipo de cortina.