De llamar la atención resulta la cómoda posición que ha asumido el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para cubrir su falta de firmeza en la toma de decisiones. En algunos temas en que ofreció acción -conforme el pueblo le solicitó en campaña- ya determinó recular en perjuicio de la sociedad y especialmente traicionando a los que confiaron en él y fueron engañados, y en otros asuntos intenta legitimizar algunas decisiones mediante presunta consulta popular para responsabilizar a la sociedad de lo que resulte de ésta, busca manipular la opinión pública diciendo que se hará lo que sea la voluntad de los mexicanos, diciendo será la decisión mayoritaria de la sociedad lo que determine el sentido en que habrán de avanzar temas fundamentales en cuanto al desarrollo de nuestro país, como la continuidad de la edificación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la ciudad de México, (NAICM) y quiza hará más adelante lo mismo sobre la adopción entre personas del mismo sexo, la legalización de la marihuana, la Amnistía o algún nuevo modelo para abatir criminalidad y violencia o cualquier otro asunto que se le presente en el camino y no tenga el valor o la capacidad de resolver adecuadamente. Andrés, como la Chimoltrufia, «como dice una cosa dice otra».
Es absurdo dejar que la gente decida, ¿Cómo la gente va a saber para opinar sobre temas complejos?, ¿con qué elementos de juicio una persona común y corriente va a atender una consulta que para resolver requiere contar con cúmulo de información?. La gente no aspira a ser consultada, la gente le dio su voto de confianza con la esperanza de que él tomaría las mejores decisiones en favor de los mexicanos. Por ello hace mofa del ingenioso correo que profusamente circula en redes sociales, y que al tener bastante sentido comparto aquí :
“Alguien tiene información que me facilite sobre el NACIM, necesito información relacionada con la planeación del aeropuerto, dónde pueda identificar las características físicas y ambientales del sitio, la estructura del espacio aéreo, la disponibilidad y localización de las ayudas a la navegación, inventarios de uso de suelo existentes, estudios de integración a los planes urbanos de desarrollo, datos socioeconómicos y demográficos, estudios de la evolución histórica de las condiciones climatológicas, estudios meteorológicos, anemométricos, pluviométricos, y topográficos, estudios de mecánica de suelo, geotécnicos y de la localización de los bancos de materiales, estudios de impacto ambiental y sus efectos ecológicos, estudios financieros, y mecanismos de financiamiento, pronósticos de la demanda, número de pasajeros a los que se les pretende dar el servicio, numero de pistas y calles de rodaje, dimensiones de las plataformas, capacidad de almacenamiento y distribución de combustibles, número y tipo de aviones que a futuro aterrizarán y despegarán, su máximo por hora. Y estudios que analicen los efectos de desarrollo de la región. Todo lo que tengan y me puedan facilitar es bueno, quiero estar informado para cuando el Peje lo ponga a consulta pública. No quiero votar a lo pendejo”.
La propia campaña electoral fue una especie de consulta popular amplia; AMLO aprovechó cada momento, cada escenario, cada templete, cada reunión con la gente, y cada vez que tuvo un micrófono en mano, para hablarle al oído a los votantes, para repetirles una y otra vez lo que querían escuchar; movió sus piezas de acuerdo al público que le tocaba en suerte; así, los inconformes con el gasolinazo escucharon que se revertiría, quienes se quejaron por la reforma energética y la educativa, supieron que igualmente se les metería reversa, los que criticaron el alza en las tarifas de la luz encontraron en las palabras del Peje la garantía de que bajarían, las personas de la tercera edad supieron que se duplicarían sus pensiones, los ninis que recibirían un pago mensual, los obreros que incrementarían los salarios mínimos y así, el canto de las sirenas llego hasta sus oídos.
Apenas un par de días después de ganar la elección ha tenido que recular, AMLO, a través de Carlos Urzúa, quien será su Secretario de Hacienda ya dijo que no solamente no se revertirá el gasolinazo sino que aumentará en los siguientes años y en relación a este asunto no ha dado mayor explicación ni ha dicho si habrá de volver a consultar, como tampoco ha expresado nada sobre si seguirán incrementándose los precios de energía eléctrica y combustibles de origen pétreo e hidrocarburos.
El tabasqueño ha anunciado, hasta el momento, los foros de consulta por la pacificación, que dicho sea de paso, apenas se han celebrado cinco y la información que trasciende es que son un desastre, ya algunos organizadores han desertado y el rechazo de los familiares de víctimas a «perdonar y olvidar» como es la intención del presidente electo ha quedado de manifiesto generando duros enfrentamientos verbales. De igual forma, ha publicitado consultas para la continuidad de la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, del uso de la marihuana y otras drogas como forma de erradicación de la violencia y de la adopción entre personas del mismo sexo.
López Obrador corre el riesgo de mostrarse ante los mexicanos como un ser débil e incapaz de tomar decisiones por sí mismo. No ha mostrado pues una línea clara y firme pero todavía tiene la posibilidad de enmendar su estrategia y deberá iniciar por reconocer que mucho de lo que ofreció en campaña es irrealizable y asumir la responsabilidad de haber engañado al pueblo que votó por él pensando que haría realidad sus ofertas electoreras; a partir de ello deberá afrontar y resolver los asuntos de la Nación alejado de la demagogia y el populismo asumiendo el costo de las mentiras y el choque del pueblo con la realidad que vive y afrontará el país.
Aún no inicia el nuevo regimen a cargo del famoso ‘Peje’ y tal vez un alto porcentaje de los ciudadanos que le dieron su voto estén ya arrepentidos de haberla apoyado tras el engaño que desde ahora se está descubriendo pero también hay que advertir que es posible que con esos vaivenes en sus dichos y actos preliminares al inicio del inminente próximo gobierno a su cargo otros muchos mexicanos piensen ahora en respaldarlo como nuevo Presidente de México al estar de acuerdo en que no cumpla muchas de las promesas de campaña que ellos consideran inadecuadas.
Es necesario que AMLO actúe con congruencia, que maneje y enfrente los grandes retos; debiendo hacerlo con entereza y acciones sensatas e inteligentes apartadas del mesianismo populista y siempre y cuando se decida con firmeza a asumir el papel de mandatario de todos los mexicanos, sin simulaciones y bamboleos inadecuados. Sin parecer una Chimoltrufia que «como dice una cosa como dice otra».
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