El día que la periodista Susana Carreño fue agredida en un “asalto”, acababa de concluir una entrevista con el presidente del ejido de Puerto Vallarta, Esteban García Aréchiga, sobre el más reciente capítulo del polémico proyecto de Ameyalco, un desarrollo turístico que pretende realizarse en la montaña.
Aguerrida ambientalista y crítica de los excesos cometidos por desarrolladores en agravio de ríos, cerros y playas de la región, Susana recogió la opinión del dirigente ejidal sobre la decisión del ayuntamiento local de rechazar una vez más turnar a comisiones la viabilidad del plan parcial sobre este espacio de “turismo alternativo”.
Se trata de un megaproyecto de 300 hectáreas en la montaña de Puerto Vallarta (símbolo y atractivo de este lugar), que daría paso al “ecoturismo” en un complejo que albergaría dos hoteles de 340 habitaciones, 55 villas con recepción, restaurante bar, áreas residenciales, villas campestres ecológicas, además de un SPA & Health Center, tiendas, caballerizas, oficinas, almacén, bodegas y un parque de actividades extremas.
El caso del desarrollo de Ameyalco entre los límites del ejido El Jorullo y el ejido de Puerto Vallarta, fue denunciado por Susana Carreño en múltiples ocasiones, como uno más de los oscuros proyectos inmobiliarios que se mueven al ritmo de las olas y con la complicidad de autoridades municipales, estatales y federales.
Por ejemplo, en la historia del Desarrollo de Turismo Alternativo Ameyalco (hotel/spa/resort), destaca cómo la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), aprobó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA-P) SGPARN.014.02.01.01.960/112 en forma condicionada el 15 de mayo de 2012.
Sin embargo, en el proceso de evaluación, esa autoridad federal requirió al ayuntamiento que encabezaba el priísta Salvador González Reséndiz, el ocho de noviembre de 2011, sobre si tenía objeciones sobre el desarrollo y no hubo respuesta.
Así lo reseña la propia MIA-P: “transcurrido el plazo establecido y considerando que a la fecha no se recibió la opinión ni se obtuvo respuesta por parte de la Presidencia Municipal de Puerto Vallarta, en relación con la emisión de su opinión, se considera que las instancias mencionadas no tienen objeción alguna, en el ámbito de su competencia, para la realización del Proyecto”.
Todo esto pese que en el propio documento, los desarrolladores admiten que en las obras y actividades, la superficie a afectar son 372 mil 910 metros cuadrados de bosque de pino encino.
También en la administración de Ramón Demetrio Guerrero, fue rechazado someter a consulta pública el plan parcial del polémico desarrollo, lo que motivó recursos de revisión por parte de la empresa Proyectos y Edificaciones Ecoturísticas, S.A. de C.V. y hasta el amparo 2387/2012.
El proyecto de Ameyalco ha ido dando tumbos entre juzgados y administraciones municipales, hasta que llegó al actual ayuntamiento obligado supuestamente por el recurso de apelación 1281/2015 en el juicio administrativo 518/2014, pero éste una vez más desechó abrir la consulta pública sobre el plan parcial del desarrollo con un contundente 16 votos en contra, cero a favor y cero abstenciones.
Este es el expediente que Susana tocó el fatídico viernes primero de julio pasado con el dirigente del ejido.
Y fue más allá: la periodista denunció que no eran 300 hectáreas. Que Ameyalco, era simplemente la puerta para un proyecto sigilosamente guardado que abarcaría 4,700 hectáreas y que se extendería sobre la sierra vallartense y otros municipios…
Pero a la salida de su entrevista, alguien decidió impactar con una camioneta de lujo el vehículo de Susana Carreño. Dos hombres en motocicleta y armados, se sumaron a la agresión. Fue golpeada, acuchillada y dejada por muerta, tan solo para después abandonar la camioneta.
Un típico “robo”, según la fiscalía estatal.