En su portal de internet, bajo el manto de la austeridad, Enrique Alfaro promete que no verás espectaculares ni camiones pintados; tampoco habrá eventos ni grandes producciones; no habrá templetes y solamente usará el banquito para subirse a él y dar sus discursos…
Le faltó decir que tampoco es necesario hacer campaña.
Aunque el candidato a la gubernatura de Movimiento Ciudadano ha ofrecido hacer una labor proselitista distinta, alejada de los mítines convencionales, está claro que la estrategia pasa por internet, las redes sociales y sobre todo una campaña de muy bajo perfil.
El inicio oficial para todos los aspirantes fue el 30 de marzo y mientras algunos aprovecharon la medianoche para arrancar con el primer minuto, Alfaro se dio tiempo el fin de semana para atender “asuntos personales” (así lo dijo) y comenzó el lunes dos de abril con un discurso en la Plaza de la República.
Luego visitaría la marginada zona norte como su primer punto en la campaña, exactamente como lo hizo el candidato Guillermo Cosío Vidaurri en 1988 o como su primer acto de gobierno del actual mandatario Aristóteles Sandoval el primero de marzo de 2013.
En cuatro días recorrió los diez municipios de la zona norte, un promedio de 2.5 municipios por cada día de la gira; luego estuvo en Mazamitla, Concepción de Buenos Aires y La Manzanilla de la Paz.
Estuvo además “de paso” en Tuxcueca y Tizapán el Alto; luego en Santa María del Oro y Quitupan.
En sus giras, visitó Juanacatlán, Acatic, Atoyac, Amacueca, Teocaltiche, Villa Hidalgo, Acatlán de Juárez, Jocotepec, Teuchitlán, San Juanito Escobedo, San Gabriel, Ciudad Guzmán, Tamazula, Pihuamo, Tonila, Zapotitlán de Vadillo, Juchitlán, Tenamaxtlán, Tequila, Magdalena, Hostotipaquillo, El Limón, Ejutla, Cuautitlán, Casimiro Castillo, Villa Purificación, Cihuatlán y La Huerta.
Ayer tenía previsto estar en Mexticacán, Cañadas de Obregón y Valle de Guadalupe; este miércoles en Ameca y Guachinango y el viernes 11 de mayo, en Jamay y Zapotlán del Rey.
Es decir, que en 39 días de campaña habrá estado aunque sea unas horas en 57 municipios del estado (incluida la zona metropolitana) y con 47 días que le restarían del tiempo oficial para hacer proselitismo, faltarían 68 municipios para recorrer todo el estado, un promedio de 1.4 por cada día para cumplir su promesa de acudir a los lugares donde nunca han ido los políticos, más allá de la cabecera municipal.
La actividad de Alfaro ha incluido reuniones en universidades, así como ruedas de prensa donde ha presentado sus ejes de gobierno como seguridad, la refundación, el tema de salud, entre otros, mismos que aparecen en su portal de internet junto a su labor como gobernante, pero que escasamente se ha visto reflejado en los medios de comunicación.
Mientras que el resto de los candidatos a la gubernatura sí incluyen los mítines, anuncios espectaculares, camiones, pancartas y recorridos, Alfaro mantiene su actividad política de baja intensidad y hasta contrario a su acostumbrado estilo peleonero, sus pleitos han sido unos cuantos.
Por eso, llama la atención la más reciente encuesta de Mural que lo coloca con 50 por ciento de las preferencias electorales por 20 por ciento del aspirante de Morena, Carlos Lomelí (que ha subido en la intención del sufragio por el efecto dominó de López Obrador) y un descolorido Miguel Castro del PRI con apenas 17 por ciento.
Aunque efectivamente Enrique Alfaro dijo que su campaña sería distinta, la estrategia parece ser no moverse o exponerse mucho. Hasta ahora, a juzgar por las encuestas, el plan ha funcionado y parece encaminado –como se dice en términos deportivos– a ganar sin despeinarse, es decir, sin hacer demasiado esfuerzo.