Artículos relacionados
Mientras que hay al menos nueve procesados por las inversiones irregulares en Abengoa y Transporte Marítimo Mexicano (TMM) y el ex director Francisco Ayón está en la cárcel, las compañías en el ojo del huracán siguieron recibiendo contratos del gobierno federal.
Casi al mismo tiempo que estafaba al Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal) con 604 millones de pesos (que ni en sueños podrá recuperar), la compañía española Abengoa obtenía en 2015 en México un contrato por mil 550 millones de dólares de la Comisión Federal de Electricidad para construir una planta de ciclo combinado.
Aunque desde España llegaban noticias de la enorme deuda que acumulaba la compañía y que rondaba los nueve mil millones de euros, en nuestro país se daba gusto recibiendo proyectos para proyectos de generación de energía, la mayoría de los cuales no cumplió a cabalidad.
Lo mismo que pasó con el Ipejal, ocurrió con otras instituciones, casas de bolsa y bancos que invirtieron en sus fondos bursátiles, para acumular una deuda de más de dos mil millones de pesos, lo que le valió ser congelada por la Bolsa Mexicana de Valores, lo mismo que sucedió en España donde este año Abengoa salió de la bolsa sin pagar un solo euro a sus accionistas.
No obstante, en 2021 la filial mexicana obtuvo cuatro contratos por parte de la CFE para desarrollar proyectos de distribución en Mérida, Yucatán; Cancún, Quintana Roo; Cuidad Obregón, Sonora y Mexicali, Baja California.
Y hasta el mismo gobierno de la 4T, la va a favorecer indirectamente, luego de que se reanudarán los trabajos de la polémica planta termoeléctrica de Huexca, Morelos, que impactará además a los estados de Puebla y Tlaxcala.
Se trata de una inversión de 440 millones de dólares en la que participan varias compañías incluida la española Abengoa, pese a que el presidente López Obrador había denunciado la actitud depredadora de firmas ibéricas en México.
A los 604 millones de Pensiones, habría que sumar 780 millones de pesos recibidos para construir el acueducto El Zapotillo, León, Guanajuato, concesión a la que renunció la empresa.
La otra compañía en donde el Instituto de Pensiones de Jalisco realizó inversiones irregulares por mil 626 millones de pesos es Transporte Marítimo Mexicano S.A. de C.V. (TMM).
Como ocurrió con la firma española, también la empresa proveedora de Pemex, tenía un historial negro y pese a ello, directivos de Ipejal no tuvieron empacho en efectuar las compras bursátiles pese a que para entonces ya eran considerados “bonos basura”.
En 2011, la compañía cargaba a sus espaldas el escándalo de la corrupción, ya que la Secretaría de la Función Pública había sancionado a 14 empleados de Petróleos Mexicanos por haber manipulado un contrato por la renta de cuatro buques a TMM.
Para el 2016, TMM despidió a cientos de trabajadores, ancló sus naves y tuvo que hacer frente al desplome de sus utilidades en 73 por ciento y perder en sus títulos en la Bolsa Mexicana de Valores hasta un 29 por ciento, pero ya para entonces el arpón de mil 626 millones de pesos había sido clavado a Pensiones.
Pese a este pasado oscuro, lo mismo que Abengoa, a TMM la suerte le sigue sonriendo. En diciembre de 2021 obtuvo seis contratos con Pemex Exploración por un monto de 33 millones 546 mil dólares y el 14 de enero de 2022, firmó el contrato 648222803 por 5 millones 370 mil 400 dólares para el servicio de transporte de residuos peligrosos.
Y son Abengoa y TMM las que suman dos mil 230 millones de pesos de quebranto a Pensiones del Estado, las que terminaron por llevar a prisión a ex directivos del Ipejal y donde hay otros implicados que no han pisado la cárcel.
Irónicamente, igual que cuando ocurrieron las malas inversiones y los exfuncionarios no atendieron las advertencias de los riesgos; hoy son otros funcionarios los que siguen destinando recursos públicos a estas dos compañías.
