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¿Y dónde está el presidente?

Los habitantes de Villa Corona, viven una historia de película. Eligieron a un presidente municipal, pero otro es el que despacha y decide prácticamente todo en el ayuntamiento.

Postulado y registrado por el Partido Humanista, Rodolfo Rubalcava Muñoz ganó la alcaldía en junio pasado tras una sorpresiva campaña donde nunca apareció en propaganda alguna, no encabezó mítines, ni realizó proselitismo.

En cambio, Ramón Sierra Cabrera, un empresario michoacano avecindado en la región y patrón de Rodolfo Rubalcava, fue quien tomó el control del partido, de la campaña y ahora del ayuntamiento.

Oficialmente fue nombrado secretario general en la actual administración, pero en la práctica utiliza la oficina del alcalde, encabeza ceremonias cívicas, entrega apoyos a campesinos del municipio, gestiona recursos en la Cámara de Diputados y toma decisiones por encima de los regidores.

Sierra Cabrera comenzó su labor de penetración en Villa Corona con la integración de una asociación civil denominada Consejo de Vigilancia Ciudadana, COVIC, A. C., mediante la cual otorgaba distintos apoyos a los habitantes de la cabecera municipal y sus seis delegaciones.

Atenciones médicas y hasta cortes de cabello gratuitos, respaldo a campesinos, despensas, regalos y festejos navideños, etcétera, fueron parte de los obsequios que combinaba con señalamientos severos a las autoridades municipales.

Al acercarse el proceso electoral de 2015, Ramón Sierra buscó ser candidato del PRI pero no encontró aprobación de la dirigencia por lo que tocó puertas de distintos partidos hasta que llegó al Partido Humanista.

A través de redes sociales anunció la transformación de COVIC en un movimiento político cobijado por el partido del cual se convirtió en patrocinador y hasta estandarte. Por todo el municipio colocó lonas y pintó bardas moradas con el logotipo del partido y su imagen con la leyenda: “Soy humanista”.

Registró a uno de sus empleados, Rodolfo Rubalcava Muñoz, como candidato a la presidencia, pero éste nunca apareció en la propaganda ni tomó la palabra en los actos proselitistas. Ramón Sierra era el de los discursos.

Esta extraña situación motivó a que el PAN presentara la queja PSE-QUEJA-133/2015 donde denunciaba el activismo de Ramón que sin ser candidato actuaba como tal y pedía el retiro de la propaganda.

El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana desechó el recurso y el Tribunal Electoral también la apelación -–expediente PSE-TEJ-109/2015— con los mismos argumentos: Ramón Sierra no era candidato, en la propaganda no aparecía su nombre y él era la imagen institucional del Partido Humanista.

El primero de octubre de 2015, el presidente municipal electo Rodolfo Rubalcava leyó su protesta como primer edil y luego le tomó la protesta a Sierra Cabrera como secretario general.

Sin embargo, a partir de entonces es Ramón quien desempeña el cargo de alcalde. Despacha en la oficina del presidente y atiende a los habitantes en sus demandas. Sin aprobación de los regidores, se ha instalado nueva nomenclatura en las principales calles donde aparece el nombre de la calle, pero también la frase “Ramón Sierra Cabrera, gobierno independiente”.

En la página oficial de internet de Villa Corona, no aparece el alcalde electo constitucionalmente pero sí figura Sierra Cabrera quien se ostenta como “Autoridad Municipal”, un puesto que no existe.

En comunicados de prensa del ayuntamiento aparece “el señor Ramón” entregando un vehículo o un incremento de sueldo a los policías en su “carácter de autoridad municipal”.

En contraste, vecinos de Villa Corona confirmaron que una semana después de rendir protesta como presidente, a Rodolfo Rubalcava Muñoz, se le vio “casangueando” –-quitando maleza— en la carretera frente a la plaza de toros propiedad de su patrón Ramón Sierra Cabrera.

• Paralelo Veinte

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