Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia moderna, con una aguda hiperinflación y escasez de alimentos y medicamentos, a tal grado que unos 3 millones de venezolanos han emigrado a otros países desde 2015. Este lunes se reunió el Grupo de Lima en Bogotá (Colombia), pero no se dio el ultimátum militar que algunos sectores esperaban. De esta forma, el fantasma de una intervención se disipó, por ahora, en favor de más presión no militar y de la acción multilateral contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Así fue que se descartó el “uso de la fuerza” como salida a la crisis en Venezuela, también que se van a impulsar acciones ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que tome en consideración la “violencia de Nicolás Maduro” como un “crimen de lesa humanidad” y que habrá un reforzamiento de la ofensiva diplomática para buscar una transición democrática.
En un solo día, 150 oficiales, suboficiales y soldados de la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) de Venezuela se incorporaron bajo las órdenes del autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó.
Altos funcionarios colombianos confirmaron que los miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela desertaron tras los desórdenes del sábado en la frontera durante el fallido proceso de entrega de ayuda humanitaria.
Y es que durante el fin de semana, el presidente colombiano, Iván Duque, realizó un recorrido por los puentes internacionales Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar, en donde este sábado hubo sangrientos disturbios durante el primer intento de envío de ayuda humanitaria a Venezuela.
Según el último reporte de Migración Colombia, hasta el momento se «han atendido unos 150 miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela que han salido de su país escapando de la dictadura de Nicolás Maduro».
De ellos, se dijo que indicó unos 120 habían ingresado por diferentes puntos del departamento colombiano de Norte de Santander y el resto por el de Arauca.
Entre los uniformados que han desertado de las filas hay miembros de la Guardia Nacional, Armada, Policía Nacional Bolivariana y Fuerzas Especiales (FAES).
Lo que esta pasando es que se está demostrando que las Fuerzas Militares de Venezuela han tomado contacto con la realidad y no cometieron todos los atropellos, que por ejemplo este fin de semana impidieron la entrada de ayuda al pueblo venezolano, sino que lo hicieron los colectivos radicales, que no representan a los militares de Venezuela, sino al régimen de Nicolás Maduro, y que tan solo en una violenta jornada, la del sábado, dejó un saldo de 285 heridos y por lo menos 5 muertos.
El proceso de deserción comenzó en las primeras horas del sábado cuando una decena de miembros de la Guardia Nacional solicitaron la protección de las autoridades colombianas en la ciudad de Cúcuta.
Posteriormente, un sargento venezolano también desertó de las filas en el Puente Francisco de Paula Santander.
Más tarde se dio a conocer que los primeros miembros de la Guardia Venezolana que se entregaron en el Puente Internacional Simón Bolívar son el teniente Richard Sánchez Zambrano y los sargentos mayores Edgar Torres Valera y Óscar Suárez Torres.
Los tres primeros miembros de la guardia venezolana que desertaron fueron recibidos con aplausos y vivas y visiblemente emocionados saludaron a quienes a esa hora hacían presencia en el paso fronterizo.
Sin embargo, como ya se apuntó, las cosas se salieron de control y en el asunto de los militares, durante la deserción, la tanqueta en la que se movilizaban los miembros de la Guardia Nacional Bolivariana rompió las barreras instaladas por el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro en el puente y atropelló a dos personas.
Se trata de Ana Gabriela Petit, de 24 años, quien presenta herida abierta en la región frontal, y Henry Alexander Rincon, de 16 años, que tiene politraumatismos en miembros inferiores.
Frente a estos actos, y sobretodo a los hechos violentos con que el gobierno de Maduro impidió la entrada de la ayuda internacional a Venezuela, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, se declaró el domingo «conmocionado» por la muerte de civiles en Venezuela en el marco del intento para ingresar ayuda humanitaria extranjera al país, y urgió a «hacer todo lo posible para evitar una mayor escalada».
Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del gobierno de Nicolás Maduro dejaron el sábado 285 heridos en Colombia -255 de ellos venezolanos- y 5 muertos en el estado de Bolívar, limítrofe con Brasil.
Guterres está siguiendo con creciente preocupación la escalada de tensiones en Venezuela y le ha conmocionado y apenado la pérdida de vidas de civiles en el contexto de los acontecimientos. El Secretario General ha pedido que se evite la violencia a toda costa y que no se utilice fuerza letal en ninguna circunstancia.
En tanto, el opositor Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional venezolana y reconocido por Estados Unidos y medio centenar de países como presidente interino de Venezuela, intentaba hacer ingresar ayuda estadounidense y de otros países que le apoyan este fin de semana a Venezuela, pero los camiones con víveres y medicinas fueron bloqueados por las fuerzas de Maduro. Dos fueron quemados.
Maduro, apoyado por Rusia, rechaza la ayuda y asegura que ésta es el inicio de una acción militar para derrocarle, liderada por Estados Unidos.
La reacción no se dejó esperar y el Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, afirmó este domingo que los días de Maduro «están contados».
Aunque accedió a reunirse la semana pasada por separado con el canciller venezolano Jorge Arreaza y con Pompeo, Guterres resiste a las presiones para tomar partido y se limita a ofrecer sus buenos oficios para alcanzar una solución negociada a la crisis en Venezuela.
Tras reunirse con Guterres el viernes, el canciller venezolano celebró en la ONU una reunión con diplomáticos de unos 60 países que apoyan al gobierno de Maduro en Naciones Unidas, entre ellos China, Rusia, Corea del Norte, Irán, Siria, Cuba, Bolivia y Nicaragua.
Estos países crearon un grupo a instancias del gobierno de Maduro para defender los principios de la Carta de la ONU y rechazar toda injerencia extranjera en sus Estados.
En el Consejo de Seguridad de la ONU aguardan discusión dos proyectos de resolución sobre Venezuela presentados a inicios de febrero, uno por Estados Unidos y otro por Rusia. Ninguno de los dos miembros permanentes del Consejo ha convocado aún a votación y a ciencia cierta aun no se sabe cuando podría suceder.
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