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De sabotajes a hackers

Dentro de los expedientes 314/2018 y 580/2018 en el proceso de amparo que interpuso el ejido de El Zapote contra el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, figuraba una diligencia técnica que tendría que realizarse esta semana.
Se trataba de la visita de un perito enviado por los jueces primero de distrito de Colima y octavo de distrito en materia penal de Jalisco para verificar que las tierras en disputa entre ejidatarios y el grupo aeroportuario, efectivamente están en posesión de los campesinos y que las utilizan para sembrar.
Pero el viernes 25 de enero pasado, alrededor de las 15:00 horas, manos siniestras habrían iniciado un fuego intencional que arrasó con rastrojo y la siembra de garbanzo.
Extrañamente, el fuego comenzó en la cerca perimetral del aeropuerto con los terrenos en disputa y se extendió por las 52 hectáreas del predio conocido como La Presa de San José y las 37 hectáreas de Loma Parda, donde incluso había algunas fincas habitadas.
Esa tarde del viernes, los ejidatarios de El Zapote tenían una comida por el primer año del módulo de la prepa que se instaló en el poblado, cuando a lo lejos vieron el humo que salía de sus potreros.
Varios acudieron a intentar apagar el incendio pero por prudencia declinaron de intervenir. Como revelarían los propios ejidatarios en un comunicado, a las 17:30 horas no habían aparecido los bomberos pese al reporte a tiempo número 900125.
¿Fue una coincidencia que previo a la diligencia de un perito que certificaría que las tierras estaban sembradas surgiera un conveniente fuego que acabó con toda la evidencia?
Los abogados que llevan la defensa del ejido consideran que no hay tal coincidencia por lo que interpusieron denuncias contra el Grupo Aeroportuario del Pacífico y quienes resulten responsables del incendio que causó daños por más de cinco millones de pesos.
Con la tierra “caliente” tras las llamas, los ejidatarios han comenzado a remover los surcos para que se enfríen y volver a sembrar antes de la diligencia.
Las 52 hectáreas del predio de La Presa de San José, fueron parte de un oscuro intento del GAP por despojar a los campesinos de las tierras en una maniobra donde para impedir que un solo ganadero ingresara a las tierras con sus vacas, un juez dictó medidas cautelares y policías estatales y federales colocaron malla ciclónica y resguardaron los predios supuestamente en posesión del Aeropuerto de Guadalajara, S.A. de C.V.
En la Ciudad de México los ejidatarios acreditaron que desde hace décadas siembran las tierras y tienen la posesión.
El reciente sabotaje se una a la larga lista de presiones que han recibido los ejidatarios en su lucha por recibir un pago justo por las 307 hectáreas despojadas por el gobierno para el aeropuerto.
Por ejemplo la detención de 12 personas por parte de la Fiscalía General en 2017 por los delitos de despojo y daño a las cosas cuando protestaban en terrenos del aeropuerto. La Fiscalía alegó “flagrancia” cuando la protesta comenzó a las 08:00 horas y los detuvieron a las 17:00 horas; o las violaciones a las suspensiones 520/2017 y 160/2017 para conservar la posesión de sus bienes; o el desacato a la suspensión derivada del juicio 1788/2009 que impide que el aeropuerto haga remodelaciones o realice nuevas obras.
La desigual lucha de David contra Goliat emprendida por ejido El Zapote, muestra por ejemplo como la autoridad federal o estatal libraban medidas cautelares con 24 horas de haberse puesto la denuncia contra los ejidatarios; mientras que denuncias que éstos presentaron por abusos de autoridad o desacatos, cumplen hasta más de año y medio de haberse presentado.

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Además de escribir en Milenio, cuento desde el año 2000 con Paralelo 20, que operó primero en formato de semanario, luego un tiempo como revista y ahora desde hace seis años en su versión digital en www.paraleloveinte.com.
El lunes 21 de enero pasado, el portal fue víctima del hackeo en un ataque directo que tenía la intención de acabar con este espacio.
El equipo técnico que revisó el caso, confirmó que alguien ingresó al sistema y “borró” literalmente la página lo que representa un lamentable ataque a la libertad de expresión.
Una semana se tuvo que laborar para poder rescatar el sitio informativo ya que se trató de un “trabajo” brutal realizado por conocedores de este submundo y que se prestan a este tipo de acciones.
No suelo ventilar asuntos personales, pero estamos ante una intención específica por callar a Paralelo 20 y sus publicaciones. No lo consiguieron. Aquí seguimos.

• Paralelo 20

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