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La ignorada zona norte

Por Carlos Martínez Macías

La primera vez que visité Puente de Camotlán en 1989, consulté la hora y me llevé una sorpresa.
Me respondieron:
“Depende, si es Jalisco, son las 12; si es Nayarit, las 11”.
Así, con esa simple fórmula, los habitantes de esta comunidad resolvieron el conflicto de la indefinición de límites que confrontan a Nayarit y a Jalisco desde hace décadas.
En esa ocasión visité también Mesa del Tirador, una pequeña comunidad huichola que es hoy el centro de la tormenta por enfrentamientos agrarios con ganaderos nayaritas.
Este pequeño poblado es el mejor reflejo de la apatía de autoridades estatales y federales para atender el fondo del problema como son los límites entre dos entidades y no solamente los enfrentamientos por la posesión de tierras.
En internet, Mesa del Tirador figura como un poblado indígena perteneciente a La Yesca, Nayarit; en tanto que en otras páginas y hasta en Facebook, figura como parte del municipio de Bolaños
Este poblado en tiempos de Luis Echeverría, fue parte del Plan Huicot (huicholes, coras y tepehuanos), donde se les construyeron viviendas de ladrillo que los indígenas se rehusaron a utilizar por años, hasta que las enjarraron con barro para que les despertara confianza.
También el gobierno federal los dotó de tractores soviéticos que nunca usaron y que después sirvieron de tendederos.
Desde 1989 que visité Mesa del Tirador, ya tenían enfrentamientos con los ganaderos nayaritas por las tierras y desde entonces padecían la tragedia de vivir en el limbo por no saber a qué estado pertenecían.
Son los procesos electorales los que ponen de moda a la zona norte tradicionalmente olvidada. Los candidatos suelen hacer campaña y ofrecen sacarla del abandono; y ahora las autoridades voltearon a verla cuando la comunidad huichola decidió prohibir el acceso de autoridades electorales y la instalación de casillas en San Sebastián Teponahuaxtlán y San Andrés Cohamiata, hasta que no resuelvan sus conflictos agrarios.
Ahora si las autoridades estatales se preocuparon por atender a los huicholes, cuando se trata de un problema que tiene décadas y que en esta administración fue olímpicamente ignorado.
En realidad, son más de dos mil kilómetros cuadrados de superficie los que tiene invadido el estado de Nayarit y específicamente el municipio más afectado es San Martín de Bolaños.
El municipio que se ha extendido es La Yesca y comunidades como Puente de Camotlán, Mesa del Tirador, Cortapizo, Apozolco y La Hermandad, que en mapas antiguos figuraban en Jalisco, ahora son nayaritas.
No solamente eso, las poblaciones de Apozolco, Nayarit y Teul, Zacatecas, son vecinas, lo que significa que Jalisco no tiene continuidad geográfica de su territorio.
En el Archivo General de la Nación, hay un documento que acredita los trabajos de una comisión un buscaba definir los límites entre Nayarit y Zacatecas y donde Jalisco pedía una franja de tierra para garantizar su continuidad territorial.
Pero no se logró ningún convenio y en 1945 y en 1954, se reunieron los gobernadores de ese tiempo para conseguir definir el citado jirón de tierra pero no hubo éxito.
El abandono de la zona norte y la indefinición de los límites entre Jalisco y Nayarit, es el verdadero problema de fondo. Es por eso que desde hace varios años se formó un Comité por la Dignificación de la Zona Norte, compuesta por diez municipios, que buscan independizarse de Jalisco lo que oficialmente ya solicitaron al senado. Su lucha la sintetizan así:
“Vamos a luchar porque esta región se convierta en un «TERRITORIO FEDERAL INDEPENDIENTE», aclaramos que no intentamos separarnos del estado de Jalisco, porque geográficamente ya lo estamos, simplemente queremos se reconozca el derecho que tenemos de ser responsables de nuestro propio destino”.

• Paralelo Veinte

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