Eternos rivales de esgrima verbal y con posiciones políticas antagónicas: uno con tendencia a la izquierda (Juan José Bañuelos Guardado); el otro con posición de derecha (Jesús González Gortázar), ambos personajes escenificaron memorables discusiones en diversas tribunas.
Una de ellas, cuando coincidieron como diputados locales, ocurrió cuando Bañuelos propuso inscribir con letras doradas en el muro del congreso los nombres de los hermanos Flores Magón, a lo que “El Chacho” se opuso por traidores y comunistas.
El debate se prolongó por horas y fue de tal calidad y apasionamiento, que el poder legislativo no tuvo más remedio que editar un libro del encuentro que se llamó: “Un Debate Histórico”.
González Gortázar siempre argumentó que fue él quien ganó el debate, pero cuando le mencionaban que las letras doradas ahí estaban en el muro del edificio del congreso, simplemente acertaba a decir: “gané el debate, no la votación”.
Del “Chacho”, Bañuelos me dijo un día que este personaje singular y folclórico, suponía que por el hecho de haber sido hijo de uno de los gobernadores más queridos de Jalisco (Jesús González Gallo), ya merecía ser mandatario estatal.
Por eso, apuntaba, estaba como el tango “Volver”, que se arrastraba por la vida con la pena de haber sido y el dolor de ya no ser…
Otro hijo de un ex gobernador, Salvador Cosío Gaona, aparece en escena ahora en la actual campaña a la gubernatura y aunque nunca ha pregonado su derecho porque su padre es Guillermo Cosío Vidaurri, queda la impresión de una intención oculta de resarcir la imagen de quien fue sacrificado por el gobierno central.
Desparpajado y frenético en su activismo, Chava Cosío está siendo con mucho el personaje que más acapara la atención de los medios de comunicación ya sea por su personalidad, por sus propuestas o por la forma misma como ha realizado su campaña.
Lo mismo plantea fusiones en secretarías, que advierte del formato de los debates u opina de los beisbolistas mexicanos en Grandes Ligas.
Con excepción de Carlos Lomelí de Morena que también ha realizado un despliegue interesante, el resto de los abanderados al gobierno estatal se han perdido en el letargo de las estrategias de siempre.
Ni siquiera las producciones de radio, televisión o anuncios en pancartas espectaculares, han marcado un estilo distinto de hacer proselitismo. La mayoría son mensajes comunes sin propuestas originales que a lo más que han llegado fue a apostarle a una producción musical pegajosa.
Por todo esto, los debates que se avecinan podrían ser un punto de partida para que los candidatos asomen el rostro y obtengan la atención de la ciudadanía que hasta ahora no han tenido.
Aunque todos los formatos de debates son muy rígidos, el aspirante deberá aprovechar la atención para mostrar algún recurso que sacuda las amodorradas campañas que así como marchan hacen vislumbrar una bajísima concurrencia en las urnas.
No obstante, lamentablemente por lo que se ha visto hasta ahora, no se espera que aparezcan polemistas en el debate para ver episodios como el de Bañuelos y “El Chacho”.
Por cierto, en alguna ocasión que Jesús González Gortázar fue diputado federal, emprendió –-para variar—un fuerte intercambio en la cámara con el diputado Alejandro Gascón Mercado del Partido Popular Socialista, quien le cuestionó la poca democracia del PRI por lo que lo invitaba a acudir a una asamblea de su partido para que conociera de cerca un proceso democrático.
Pero “El Chacho” Jesús González Gortázar declinó la invitación de Gascón Mercado. Desde la tribuna de la cámara, le dijo: “No puedo aceptar su invitación porque yo con los pendejos ni a misa, porque se voltean pal coro”.