Ahora que prácticamente ha iniciado el proceso electoral del 2015, conviene recordar los dolorosos pasajes que vivió el Partido Acción Nacional en 2012 y que son una muesca lacerante que permanece en el ánimo de muchos panistas de sangre azul.
En su libro “Diálogos con mi conciencia”, el que fuera candidato del PAN a la gubernatura, Fernando Antonio Guzmán Pérez Peláez, rescata algunos episodios de las divisiones en su partido y arroja luces sobre lo que abiertamente fue conocida como una “traición” orquestada desde el mismo gobierno de Emilio González Márquez para favorecer a Enrique Alfaro, aspirante por el partido naranja de Movimiento Ciudadano.
En el libro, el panista hace un recuento de su propia trayectoria y los puestos que desempeñó como diputado, como secretario general de gobierno y como aspirante derrotado en elecciones internas, a diputaciones federales y por supuesto la gubernatura.
Guzmán Pérez Peláez cuenta que el día que tomó protesta, Emilio, en Casa Jalisco, le dijo que se “preparara” para ser gobernador porque él sería quien lo relevara. Con el paso del tiempo y la irrupción de Herbert Taylor Arthur los afectos y la confianza del mandatario cambiarían.
Un capítulo interesante es el tema de “La Mentada”. Aunque ese día no acudió al famoso “Banquete del Hambre” de abril del 2008, cuenta que llegaron de una gira de Tequila y tuvieron una comida en Casa Jalisco con los consejeros electorales. Se sirvieron algunos tequilas durante la reunión.
Precisa que tuvo que retirarse a su domicilio porque su hijo estaba enfermo y no acudió a la cena del Banco Diocesano que organiza el banquete para recaudar fondos. Por la noche, recibió sorprendido la llamada donde le contaron que Emilio llegó pasado de copas al “Banquete del Hambre” y en un discurso le mentó la madre a sus críticos.
En el libro, Fernando Guzmán narra sus fricciones con Herbert Taylor. Revela que con frecuencia se tomaba atribuciones que no le correspondían y tuvo que plantearle al gobernador que no era posible que existieran “dos secretarios de gobierno”. Pese a que González Márquez intervino, dice que Herbert continuó “brincando” las líneas de autoridad.
Sobre la campaña, el ex candidato a la gubernatura por el PAN, cuenta que hubo una auténtica maniobra por estar machacando la idea de que el abanderado panista no levantaba y en cambio Alfaro iba repuntando.
Fernando Guzmán señala a Herbert Taylor Arthur y a funcionarios del gobierno estatal como Eduardo Mar, coordinador de asesores; Antonio Gloria, Secretario de Educación; Álvaro García Chávez, Secretario de Desarrollo Rural; Miguel Ángel García Santana, secretario de Desarrollo Humano y Diego Monraz, secretario de Movilidad.
Sobre este último, revela un correo electrónico de un panista. El lunes 21 de mayo de 2012, el trabajador informaba de unas calcomanías con la leyenda “Josefina presidente, Alfaro gobernador”. El empleado mencionaba que el propio Monraz les solicitó el trabajo a la imprenta Offset Studio ubicada en Miguel Blanco 1394.
También Fernando confirmó la versión de la impresión de cien mil ejemplares de un periódico, donde se daba cuenta que Josefina Vázquez Mota iba a la alza mientras que su campaña iba al precipicio y pretendían repartirlo entre las redes de simpatizantes. Acusa a Diego Monraz y a Antonio Gloria de estar detrás de esta estrategia.
En medio de estas presiones, Fernando Guzmán escribe en su libro que pidió reunirse con el gobernador Emilio González Márquez en un lugar público. Sólo que dice que salió contraproducente, porque Emilio llegó al restaurante con dos de sus colaboradores. Los tres portaban una corbata naranja.