En una nevería de Guadalajara, integrantes del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), intentaban convencer a uno de los personajes más queridos y conocidos de Guadalajara que aceptara una candidatura por ese partido.
Era 1995 y el asediado individuo era nada menos que Sixto, el mono azul de trapo que se hizo más famoso que su creador Carlos Crotte, quien manoteaba sus argumentos para declinar respetuosamente la alta distinción de ser aspirante a un puesto de elección popular.
Por supuesto que fue una escena de ficción plasmada en un cartón de Falcón, pero que recogía más o menos el perfil de la contienda que se vivió en ese año. El Partido del Trabajo (PT), postuló a la gubernatura a Jaime “El Tubo” Gómez, una de las glorias de las Chivas Rayadas del Guadalajara.
También en ese proceso, participó como candidato a gobernador por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) el comediante Tito Mena. La historia de su postulación se resolvió no en una nevería sino en un restaurante luego de varias horas de labor de convencimiento.
El ahora fallecido Félix Flores Gómez, me confió la mañana de la designación del cómico, que esa misma tarde Jalisco tendría un candidato más a la gubernatura una vez que convenciera a su compadre Tito Mena de participar.
La comida se prolongó hasta la tarde y luego la noche. Poco antes de las 20:00 horas, Félix me llamó para decirme que era casi un hecho. Entré a mi programa de Radio Metrópoli y anuncié que en unos minutos más haría un destape de otro aspirante a la gubernatura.
Al filo de las 20:30 horas le marqué a Félix y me confirmó la noticia. Me puso a Tito Mena en la línea y al aire di a conocer al nuevo candidato al gobierno de Jalisco. “¿Qué hace un cómico metido en la política?”, le consulté; “y ¿qué hacen tantos políticos metidos en la comedia?”, me respondió.
Unos días después, Félix me revelaría detalles de lo que fue la negociación para que Tito aceptara participar. Me dijo, entre otras cosas, que su compadre Tito Mena se convenció cuando le explicaron que no había candidato a la gubernatura sin Suburban…
En los medios de comunicación se ha dado gran cobertura al hecho de la aparición de Guillermo Cienfuegos Pérez y su hijo Costel Cienfuegos y Fuentes, mejor conocidos como “Lagrimita” y “Costel”, de oficio payasos, como aspirantes a ser candidatos independientes por Guadalajara. “Lagrimita” buscaría la presidencia municipal y “Costel” iría como regidor.
En el pasado, el ex canciller Jorge Castañeda intentó ser candidato a la presidencia de la república en este tipo de fórmula pero las leyes mexicanas se lo impidieron.
Castañeda recurrió a tribunales internacionales para reclamar su derecho de ser elegido invocando un principio constitucional. Sin embargo, su recurso no prosperó.
También para el proceso de 2006, otro sujeto polémico Víctor González Torres, “El Doctor Simi”, propietario de una cadena de farmacias, intentó registrarse como candidato ciudadano independiente y llamó a los mexicanos a votar por él en el espacio en blanco de la boleta electoral. Pero el IFE desconoció los votos porque González Torres no era elegible.
La irrupción de “Lagrimita” y “Costel”, con todo y su maquillaje, es posible por la apertura de la ley que pese a los candados permite las candidaturas independientes.
Pero los Cienfuegos, tendrán que recabar unas 24 mil firmas que representan el dos por ciento del padrón de Guadalajara de un millón 201 mil electores. Deberán ser además firmas de 491 de las 982 secciones y tendrán que entregarlas antes del 17 de enero si quieren ser candidatos.
Requisitos muy serios y por supuesto nada baratos.