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Prensa amenazada en México

Relatores para la libertad de expresión de la ONU y la CIDH en su visita a México, denunciaron una inseguridad generalizada contra la prensa

Los Relatores Especialales sobre libertad de expresión de la ONU y la CIDH David Kaye, y Edison Lanza, presentaron las observaciones preliminares de su visita conjunta a México del 27 de noviembre al 4 de diciembre para evaluar la libertad de expresión en el país,

Durante la visita se reunieron con más de 250 periodistas y representantes de la sociedad civil de 21 entidades federativas y autoridades federales, estales y locales, además de dar seguimiento a las recomendaciones de sus predecesores, Frank La Rue y Catalina Botero, en su visita conjunta en 2010.

Edison Lanza, dijo que una de las recomendaciones hechas al Estado mexicano, es la aprobación de una ley nacional que obligue a los estados a tener enlaces y una mayor coordinación a nivel federal y local, asentó que no son necesarios más mecanismos, por qué con el federal es más que suficiente.

A su vez comentó que el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, necesita más recursos, contar con analistas de riesgo radicados en los lugares más sensibles, tener una capacitación permanente y mantener una comunicación cercana con las víctimas, ya que los periodistas con los que se reunieron señalaron que “al principio sirvieron las diligencias del mecanismo, pero pasado un mes, ya nadie se preocupa por ellos, del riesgo que corren en la región, o si hay que reevaluar la medida, esto no tiene costo, solo se necesita la voluntad de implementarlo”

Por su parte David Kaye estableció que se debe mejorar el uso de recursos, la capacitación de la FEADLE, y fortalecer su trabajo a nivel local y estatal, ya que la mayoría de las agresiones contra periodistas suceden es estas regiones, pero sin dejar de verlo como un problema nacional por que se expande a muchos lugares del país.

También señaló la necesidad de “tener un programa de protección de testigos más sólido, que aliente a las víctimas, pero también a las fuentes del crimen organizado y del gobierno para que proporcionen información en un ambiente en el que se les ofrezca completa seguridad para hacerlo»

Por otra parte enfatizó que la fiscalía y el mecanismo deben tener un enfoque basado en género, «por que las mujeres periodistas se encuentran afectadas de una forma en que los periodistas no se ven afectados, de modo que el sistema de justicia debe estar mejor preparado y capacitado para lidiar con la violencia que se da a las periodistas»

Así mismo dijo que existe un problema de vigilancia digital, y que “el malware que ha reconocido el presidente que ha comprado es una amenaza global a la libertad de expresión, es una amenaza directa para periodistas políticos y defensores, por ello instamos al Estado que ademas de reconocer el problema, realice investigaciones individuales que incluyan expertos peritos independientes de la sociedad civil y de la academia.”

Inseguridad generalizada

David Kaye, manifesto que hay un sentido profundo de inseguridad entre los periodistas y de desconexión con el mecanismo y la FEADLE, “escuchamos repetidamente que el gobierno no está haciendo nada para respaldarles, por supuesto el punto de vista del gobierno y es cierto hasta cierto punto, y es que ellos han creado las instituciones y están intentando trabajar con estas preocupaciones.”

“Es importante tener un mensaje de los altos niveles del gobierno que permee hacia abajo y no solo de la presidencia, sino de las personas de la vida pública en México, se debería estar hablando de esta crisis y exhortando a la gente que acuda a ver a los periodistas no solamente como individuos que tiene que ser protegidos como cualquier otra persona, si no como individuos que están proporcionando una base para la participación pública en el país, particularmente en tiempos como las elecciones que están por venir, va a ser de suma importancia para el mensaje de todos los funcionarios públicos entender que los periodistas no solamente forman parte de la democracia, sino que son una parte central de la democracia, por ende deben ser protegidos por todos los niveles para poder generar un ambiente en el que los políticos y los periodistas puedan hacer su trabajo.»

Otra problemática que señalaron los periodistas es que ven a los mecanismos locales como un riesgo, creen que las amenazas vienen de las autoridades, por lo que no acuden a ellos y muchas veces son desplazados y aun cuando el mecanismo quiere tener políticas de retorno, no tiene la capacidad para lograrlo.

Al respecto Edison Lanza apuntó que están recomendando la atención integral para los periodistas desplazados, y que “si fue desplazado por cubrir una situación de riesgo para un medio, este debe mantenerlo y darle otras tareas que pueda realizar en la misma institución, y el estado por su parte deberá garantizar al periodista que viene desplazado con su familia, salud, educación y atender el impacto psicológico que se produce.”

Las agresiones no terminan

Edison Lanza externó que uno de los objetivos de su visita fue darle seguimiento a las recomendaciones que hicieron en 2010 sus predecesores y tener una conclusión de cómo ha evolucionado.

Una de las recomendaciones de ese año fue la construcción de instituciones para reaccionar ante la violencia contra periodistas que se venían dando desde 2004, 2005, y pese a que ya existen dichas instituciones enfatizó que “la situación de violencia no ha terminado, no se han mitigado los asesinatos y otras formas de violencia, por el contrario, los últimos dos años han sido más complicados para la prensa”.

Así mismo estableció que si bien se incrementó la violencia por la guerra contra las drogas y el cambio de gobierno, lo instituciones no han tenido la eficacia que se pretendía.

Por otra parte comentó que hay muy buenos estudios de la sociedad civil sobre amenazas a periodistas, que se han confirmado en terreno, pero sobre los asesinatos y desapariciones no se tiene información, “por qué los crímenes continúan impunes y uno de los problemas de la impunidad es que no permite saber quiénes son los actores intelectuales de esos crímenes, quiénes conspiraron para silenciar las voces, a quiénes coludieron, por qué razones lo hicieron, eso es parte de lo que hay que explicar a la sociedad y que hoy hace falta”.

En México han sido asesinados 106 periodistas desde el año 2000,
23 más permanecen desaparecidos desde el año 2003

David Kaye externo que muchos periodistas con los que se reunieron señalaron que tienen un miedo profundo y no solo por que el crimen organizado sea el responsable de la violencia y las amenazas, sino por los vínculos de las organizaciones criminales y las autoridaded, volviéndose una problemática cada vez más fuerte en lo local.

Por último señalarón que los periodistas a nivel local son conscientes de que no pueden firmar con libertad, que están perdiendo la credibilidad y la conexión con las audiencias.

Los reportes finales de la visita conjunta serán presentados en la primavera del 2018.

(Este trabajo forma parte del proyecto Pie de Página, realizado por la Red de Periodistas de a Pie).

• Paralelo Veinte

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