La lista de madres buscadoras en México es interminable; casi tanto como la violencia, acoso y amenazas que sufren sin que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador haga algo para garantizarles protección, en su ya de por sí dolorosa búsqueda.
Las madres buscadoras son mujeres movilizadas por la esperanza que recorren enormes distancias buscando a sus hijas e hijos. Mujeres que han abandonado su vida cotidiana para rastrear fosas por ciudades, pueblos, carreteras, ríos y montañas en busca de sus familiares desaparecidos.
Las madres buscadoras han sido atacadas en varias ocasiones. Los ataques han ocurrido en prácticamente todos los estados del país donde son revictimizadas de manera sistemática, como aquí se da cuenta:
En Sonora: Aranza y Leticia
Aranza Ramos, integrante del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, fue asesinada posiblemente por sus actividades. Ella murió la noche del jueves 15 de julio de 2021 en la comunidad de Ortiz, en el Valle de Guaymas.
Aranza buscaba a su esposo Brayan Omar Celaya Alvarado, quien desapareció el 6 de diciembre de 2020. Aranza y Brayan tenían juntos una niña de poco más de un año de edad.
Cecilia Delgado, del Colectivo Buscadoras por la Paz de Sonora comentó que se han dado casos de otras madres buscadoras que han sido levantadas, como el más reciente de Yessenia Durazo Cota, quien fue localizada con vida y a salvo después de cuatro días de su desaparición en Arivechi.
”Pero el que me consta es el de nuestra amiga Aranza Ramos, quien fue sustraída de su casa el 15 de julio de 2021, en Ortiz, Valle de Guaymas y la mataron a dos cuadras de su casa”, comentó.
Hace dos años, la última publicación de Aranza en su página de Facebook fue la foto y los datos de búsqueda de su esposo y la petición de ayuda para conocer su paradero.
”Familia y amigos, me pueden ayudar a compartir una vez más la imagen de Brayan así como también les pido que lo mantengan en sus oraciones, se los agradezco con el corazón ! Muchas muchas gracias!!”, escribió Aranza, quien tenía 27 años de edad.
De acuerdo con datos recopilados cerca de las 11:30 horas del 15 de julio se reportó el ataque a Aranza. Cuando los paramédicos de la Cruz Roja llegaron la joven ya no tenía signos vitales.
El domingo 31 de octubre de 2021 fue localizada con vida Leticia Álvarez, integrante del colectivo Madres Buscadoras de Sonora; compañeras informaron que presentaba golpes fuertes. La localización de Leticia ocurrió luego de que fuera privada de su libertad por hombres armados la noche del 30 de octubre, en Hermosillo. Ella se unió al colectivo para buscar a su esposo e hijo.
Por medio de esta plataforma madres Buscadoras De Sonora los agradecemos por todo su colaboración a la ciudadanía en general por su gran apoyo y su lucha para la liberación de la compañera Leticia.
Las mujeres buscadoras, que son madres, esposas e hijas en algunas ocasiones, han insistido en que no buscan llevar a la justicia a quienes son responsables de las desapariciones, sino que solo buscan la paz de encontrar y saber dónde están los restos de sus seres queridos. Sin embargo, ellas y sus familiares están en riesgo.
Por ejemplo, el18 de octubre de 2020, a través de las redes sociales, Madres Buscadoras de Sonora pidieron el apoyo de la comunidad para dar con el paradero de María Guadalupe Mora Diaz, hija de una integrante del colectivo. La buscadora recibió una llamada dónde le informaron que su hija de 13 años de edad fue secuestrada y le exigieron un rescate de 250 mil pesos. La llamada fue hecha por la mañana, mientras las mujeres se encontraban en plena búsqueda, ya que la integrante del colectivo busca a un hijo desaparecido el 29 de junio de 2020.
En Sinaloa: el caso de Rosario Lilián
Rosario fue una mujer de 44 años que buscaba a su hijo Fernando Abixahi Ramírez Rodríguez, quien desapareció en 2019.
Integrante del colectivo “Corazones sin Justicia”, Rosario fue asesinada en agosto de 2022, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de la madre buscadora en el municipio de Elota, Sinaloa.
“El asesinato de la señora Rosario es una evidencia más de la dura situación que enfrentan las familias de personas desaparecidas en México, quienes no sólo padecen el dolor de la ausencia y la incertidumbre, sino que adicionalmente investigan y buscan a sus familiares desaparecidos, enfrentando graves riesgos que en ocasiones terminan en acciones violentas irreparables”, expuso la ONU-DH, en un comunicado.
La señora Rosario se dirigía a su casa luego de la misa celebrada en honor de Fernando, su hijo desaparecido, cuando fue interceptada por hombres armados a bordo de una camioneta blanca y se la llevaron a la fuerza.
Ayer, en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición, Rosario Lilián Rodriguez, defensora y buscadora, madre de Fernando Abixahi Ramírez Rodríguez, desaparecido en 2019, fue asesinada en el municipio de Elota, en el estado de Sinaloa.
Desde el año 2020 hasta la fecha, tres madres que buscaban a sus hijos desaparecidos en Guanajuato fueron asesinadas, de acuerdo a los casos documentados por la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).
Teresa Magueyal fue asesinada el 2 de mayo de 2023 en Celaya; ella buscaba a su hijo José Luis Apaseo Magueyal, desaparecido el 6 de abril de 2020, también en Celaya.
María Carmela Vázquez fue asesinada el 8 de noviembre de 2022, en el municipio de Abasolo. Ella buscaba a su hijo Osmar Zúñiga Vázquez desaparecido el 14 de junio de 2022 en el mismo municipio de Abasolo.
María del Rosario Zavala fue asesinada el 16 de octubre de 2020 en León; buscaba a su hijo Yatziri Misael, desaparecido el 23 de diciembre de 2019 en la ciudad de León.
Pero además, entre 2019 y 2022, el estado de Guanajuato atendió 19 casos de agresiones y amenazas contra madres y personas buscadoras de la entidad, informó la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato.
De las 19 personas rastreadoras que solicitaron protección, 18 son mujeres y uno es hombre. De ellos, nueve son del municipio de Irapuato, cuatro de Celaya, y una de Salamanca, Silao, Pénjamo, Guanajuato capital, Juventino Rosas y Acámbaro.
“Salimos a buscar, pero no sabemos si vamos a volver”, dijeron madres buscadoras en una charla que ofrecieron a estudiantes de la Universidad de Guanajuato, en la que reiteraron su petición a las autoridades para que mejoren los protocolos de seguridad para ellas que se saben vulnerables y que viven incluso amenazadas de muerte por su labor.
Buscar a tu hijo en carreteras y ríos es algo que nadie tendría que verse en la obligación de hacer. Y sin embargo es la realidad de miles de madres mexicanas. Los colectivos familiares de búsqueda son el único faro de luz ante la desaparición forzada que desde hace décadas ha atormentado al país.
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