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Ya sea por caballerosidad o respeto porque la nueva dirigencia estatal de Morena en Jalisco quedará en manos de una mujer, sería deseable que las tribus de ese partido fueran capaces de hacer lo que nunca han realizado: elegir sin sobresaltos un presidente.
Ni siquiera Humberto Ortiz García, el único dirigente del comité electo en un proceso interno que ha tenido Morena en la entidad, se salvó de los zafarranchos.
A la asamblea de ese 27 de octubre de 2012 no pudo llegar a la toma de protesta de la nueva directiva, el excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, debido a los ánimos caldeados por protestas, roces e impugnaciones.
Desde entonces ese instituto político no ha podido renovar sus órganos de dirección y se ha limitado a designar delegados o encargados de despacho.
En esta ocasión, 200 consejeros intentarán dejar atrás esos accidentados relevos que incluso tuvieron episodios de violencia, al elegir de entre cien consejeras (la convocatoria señala que debe ser una mujer) quien encabece el comité estatal, aunque las denuncias de acarreos, compra de votos y otras “chuecuras” en procesos distritales, no anticipan nada bueno.
Aunque en teoría son cien las consejeras de las que puede elegirse a la presidente, en distintos medios circulan los nombres de María Padilla, Érika Pérez, Candelaria Ochoa y Mariana Fernández, como aspirantes que cuentan con el respaldo del regidor y cabeza de grupo, Carlos Lomelí.
Aparece Además Marcela Michel, regidora de Tlajomulco, supuestamente con el apoyo del diputado y coordinador de Morena en el Congreso del Estado, José María Martínez. Sin embargo, otras fuentes señalan que “Chema”, estaría más dispuesto a apoyar a Itzul Barrera Rodríguez, titular de la Unidad de Igualdad de Género y No Discriminación del poder legislativo.
Aparecen también con reflectores Katia Castillo y Esther Castellanos, hermana de Favio Castellanos, delegado de Morena en el estado. No obstante, morenistas consultados señalan que pudiera ocurrir que ninguna de las mencionadas sea la elegida.
Y es que en el fondo, lo que está en juego es la forma como se acomodarán y reacomodarán los bloques que convergen en Morena en Jalisco. Porque por sí solos, ninguno de los grupos cuenta con la fuerza suficiente para ganar la elección.
Una radiografía con datos reales de los 200 consejeros y a los equipos que son aliados, permite describir el siguiente panorama:
Alejandro Peña, ex enlace del CEN en Jalisco, cuenta con 49; José María Martínez, 36; Carlos Lomelí, 28; Favio Castellanos, 25; afines a la U de G, 22; Sergio Chávez, 9; Convencionistas de la vieja guardia, 8; Maximiano Barbosa, 7; Alberto Maldonado y Miguel León, 5; afines a Chema, 4; Alberto Uribe, 2; Karla Díaz, 2; Laura Imelda Pérez, 1 y un consejero sin definirse, para sumar los 200.
Las ecuaciones que se hacen ahora tienen que ver con los acuerdos que puedan alcanzarse no para elegir al presidente del partido, sino los órganos de dirección como la tesorería y sobre todo la secretaría de organización.
Como no es posible definir desde ahora el pragmatismo al que serán capaces de llegar todos los grupos que participarán en la renovación de la directiva, lo que sí puede anticiparse es que algunas fobias no podrán superarse y será difícil una alianza de esos bloques.
Es el caso de una alianza de Alejandro Peña con Carlos Lomelí o de Chema con Lomelí. Lo que sí podría darse entre Peña y Chema y sus simpatizantes, que alcanzarían 89 votos de consejeros y los colocaría muy cerca de ganar la contienda interna.
Aunque se espera que la renovación traiga nuevos, frescos y preparados cuadros a la dirigencia, no deja de llamar la atención el destino final. Pese a que la convocatoria fue diseñada para que una mujer asuma la presidencia de Morena en Jalisco, los grupos que controlan la mayoría de los votos de los consejeros, son hombres.
