Por Ana Isabel Orozco
Un mercado que está en constante crecimiento, sobre todo en Estados Unidos es el de la venta de productos alimenticios infusionados con marihuana o, en palabras técnicas, con THC (Tetrahidrocannabinol). De hecho, hay empresas que se dedican de forma exclusiva a la comercialización de estos productos empleando una estrategia de marketing muy polémica: utilizan gomitas, barras de chocolate y otros dulces para realizar la infusión del THC en éstos. Una vez terminado el proceso, los venden en empaques similares a los de otras marcas conocidas, por ejemplo Reese ‘s y Skittles.
Por lo tanto, son las empresas dueñas de dichas marcas quienes están reaccionando de forma negativa al uso de su imagen sin autorización, pues consideran que dicha estrategia mercadológica ha dado lugar a una competencia desleal, infracciones a sus derechos, y la comercialización de productos derivados de la piratería.
Con motivo de lo anterior, se han desatado un sinnúmero de enfrentamientos legales entre las empresas productoras/distribuidoras de los artículos con contenido cannábico y las empresas cuyos registros marcarios están siendo explotados de forma ilegal por aquellas. En particular, el caso “Ferrara Candy Company vs Akimov, LLC” se ha hecho notablemente popular considerando lo poco que lleva el proceso, pues la demanda se presentó ante un Tribunal Federal del estado de Florida el pasado 23 de mayo de este año.
Desarrollo del conflicto
La demanda se desarrolla de la siguiente forma, Ferrara Candy Company es una empresa fabricante de dulces en Estados Unidos, produce muchos de los dulces más conocidos en el país, por ejemplo SweeTarts, Laffy Taffy, Nerds y Runts, entre otros. Por su parte, Akimov, LLC es un grupo corporativo dueño del mercado “Top Five Wholesale”, cuyas ventas se centran en una diversidad de productos alimenticios infusionados con cannabis. El conflicto inició cuando Ferrara Candy Company se percató del uso indebido que Top Five Wholesale estaba haciendo de un par de sus marcas: Nerds y Trolli.
Concretamente, Top Five incluyó dentro de su catálogo de productos un par de caramelos que consistían en una versión infusionada con cannabis de los dulces “Nerds” y “Trolli”, utilizando en su empaquetado las marcas propiedad de Ferrara. El conflicto principal se reduce a la alta similitud visual que existe entre los empaques y colores que usan ambas compañías, como a continuación se muestra:
Tablas comparativas de los productos en cuestión, proporcionadas por el Tribunal del Distrito Sur de Florida División Palm Beach de los Estados Unidos, mismas que fueron tomadas de la página del sitio web: https://fingfx.thomsonreuters.com/gfx/legaldocs/dwpkrnzkdvm/IP%20MARIJUANA%20TRADEMARKS%20complaint.pdf
Puesto que esta estrategia de marketing se ha vuelto tan común en Estados Unidos, quizás Top Five no dimensionó la gravedad de utilizar una marca idéntica a la de otra persona sin su licencia o autorización. Por el momento, la demanda presentada por Ferrara espera comentarios de parte de Top Five para continuar con el proceso, sin embargo el futuro parece bastante esperanzador para Ferrara Candy Company, pues en el pasado han logrado obtener órdenes judiciales que impiden a un par de compañías en Chicago vender este tipo de productos con la marca Nerds.
Al igual que Ferrara, varias otras compañías de renombre internacional como The Hershey Company, han presentado demandas para reducir la producción, venta y distribución de productos similares a los suyos, con infusiones de marihuana. Esto, por una parte para proteger los derechos marcarios de la compañía, pero también por la importancia de cuidar la salud de los niños y consumidores en general, pues Ferrara aseguró que los dulces de Top Five contienen más de 60 porciones de THC para adulto, lo cual expone al público a riesgos de salud altísimos y, con ellos, a los niños que pudieran llegar a confundir los empaques.
Es por lo anterior que, derivado de los recientes movimientos para legalizar la marihuana en nuestro país, considero de fundamental importancia centrarnos no solo en cuestiones de salubridad, pues si bien constituyen la primera preocupación del gobierno y autoridades responsables, también los asuntos relacionados con derechos marcarios son sustanciales para el correcto funcionamiento de la sociedad y protección de sus derechos.