La mala distribución, logística y coordinación, han provocado que se pierdan millones de vacunas en el mundo. En el caso de México, a reserva de lo que se pueda documentar, el pasado 30 de abril habrían vencido al menos un millón de vacunas que tenían dicha fecha de caducidad y que se encontraban repartidas en varias entidades del país.
Marilú Acosta, especialista en pandemias, médico general con maestría en salud pública y promoción de la salud, en entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, explicó que de acuerdo con los datos disponibles, “tenemos 27 millones 100 mil dosis esperando a que se caduquen o que se pongan en las estaciones del metro”, advirtió. La doctora explicó que luego de que México era reconocido a nivel mundial por ser un país con alto porcentaje de vacunados en el esquema nacional, al hablar de la vacuna covid, no pasó lo mismo. Agrego que el problema de las vacunas es mundial y no seremos el primer país en el que se pierdan vacunas. Desde el jueves de la semana anterior, las vacunas a vencer el sábado eran aplicadas en el país a contrarreloj. Se trataba de la cuarta dosis a la que podía acceder quien lo deseara y prácticamente sin importar la hora ni el lugar, porque podían hacerlo en puestos de vacunación instalados para cumplir la misión a última hora: dejar vacías esas cajas con la leyenda EXP 042022. Los gobiernos estatales apresuraron la vacunación contra covid-19, ante la proximidad de su fecha de caducidad el último día de abril. Autoridades de salud confirmaron que estaban en riesgo de vencimiento de la fecha considerada idónea para las vacunas, cerca de 500 mil en Tamaulipas, 200 mil en Tlaxcala, 30 mil en Querétaro y 400 mil en todo el ISSSTE. En Puebla, el gobernador Miguel Barbosa confirmó que parte de las 650 mil vacunas Pfizer y AstraZeneca que la entidad disponía para la última jornada, iban a caducar. Barbosa pidió a la Secretaría de Salud estatal aplicar todas las vacunas posibles antes del 30 de abril, fecha en que vencen las jornadas masivas en Puebla y en todo el país. Cuatro días después, Barbosa lamentó que el gobierno federal solamente diera dos semanas para cumplir con la inmunización de refuerzo de los mayores de 18 años y se comprometió a revelar cuántas vacunas habrían caducado cuando concluyesen las jornadas masivas. Por el mismo motivo, en algunas entidades los esfuerzos eran a marchas forzadas. Cabe mencionar que al día de hoy, el Gobierno de México ha comprado 243 millones 930 mil dosis de vacunas para 139 millones 660 mil mexicanos. Hasta el momento se han recibido vacunas e insumos de Argentina, Bélgica, China, Corea, Estados Unidos, India y Rusia, habiéndose firmado contratos con los laboratorios AstraZeneca (Reino Unido), Cansino (China), Pfizer (Estados Unidos de Norteamérica) y Sinovac (China). Además, se firmó un acuerdo con la Plataforma de Acceso Global para la Vacuna contra la Covid -19, y COVAX. Ahora bien, hay quf decir que al comienzo de las campañas de vacunación contra el Covid-19 los países ricos compraron todas las dosis que pudieron, por temor a quedarse cortos. Luego les han sobrado a millones. En un reportaje publicado en Le Monde, Olamikan Gbemiga explica este gran despilfarro. Desde el comienzo de la campaña de vacunación, más de 240 millones de dosis de vacunas han quedado obsoletas por sobrepasar su fecha de expiración. Y esto solo en los stocks nacionales de los países ricos. A falta de datos sobre los países pobres, este primer inventario estaría muy subestimado, según la sociedad de análisis de datos sanitarios Airfinity. Las dosis caducadas en los países pobres superan el balance ya excesivo de los países ricos. Estos últimos se deshicieron masivamente de sus dosis excedentarias desde octubre de 2021, a veces muy poco antes de que caducaran, por acuerdos bilaterales con otros países o por medio de Covax, el programa internacional dedicado a proporcionar vacunas a los países en desarrollo. Pero estas dosis de última hora creaban un estrés considerable en sistemas de salud que tenían que aprovecharlas en poco tiempo. Solo en el mes de diciembre de 2021, más de 100 millones de vacunas donadas a través de Covax fueron rechazadas por los beneficiarios por la corta duración de vida que les quedaba. Un ejemplo. En octubre de 2021, Nigeria acepta varias donaciones de 2,6 millones de vacunas de AstraZeneca, a las que les quedaban de cuatro a siete semanas de duración. Solo hubo tiempo de inyectar 1,53 millones de vacunas. El resto fueron destruidas con un bulldozer en un vertedero a cielo abierto en Gosa. Nigeria no es un caso aislado. Después de haber comprado lo esencial de la producción mundial al comienzo de la pandemia, los países ricos se han encontrado con excedentes de vacunas sin haber previsto los obstáculos jurídicos y logísticos asociados a las donaciones y a las reventas. Las condiciones de los fabricantes hacen prácticamente imposible una respuesta rápida ante las peticiones de ayuda internacional. Entre las condiciones está la obligación contractual de los Estados miembros de obtener por escrito el consentimiento de los fabricantes. Otro obstáculo suplementario es la corta duración de estas vacunas, que oscila entre seis y veinticuatro meses, contra más de tres años en general para las demás vacunas. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) pidió a los fabricantes que solicitaran la prolongación de la duración de vida de sus vacunas. AstraZeneca fue el único que no siguió esta recomendación, de modo que su vacuna se mantuvo en los seis meses iniciales; mientras que los otros han podido agregar dos meses (Moderna), tres (Pfizer-Biotech) e incluso siete meses suplementarios (Janssen). Por otra parte, en el marco de un acuerdo con AstraZeneca, el Serum Institute of India produce en sus fábricas una vacuna equivalente a la de AstraZeneca, con una duración de vida de nueve meses. El fabricante sueco-británico alega que una modificación del plazo de duración es un proceso complejo que implica la recolección de datos de veinte partners, para asegurar que todas las extensiones de modificación de la duración de las vacunas responden a las normas de calidad más elevadas. Para Enrica Altieri, especialista de la EMA, “debemos preguntarnos hasta qué punto las duraciones de conservación indicadas en la etiqueta de estos productos son reales”. “Las empresas tratan generalmente de obtener la fecha de caducidad más corta posible por dos razones principales. La primera es que los estudios llevan tiempo; y la segunda es que cuando un medicamento caduca, lo tiramos y compramos otro”. Habrá que estar atentos a los reportes de vacunación a fin de saber si alcanzó el tiempo para aplicar las dosis de las vacunas con vigencia al 30 de abril, pues independientemente de que sea un fenómeno a nivel mundial, es un lujo que México no se puede dar, principalmente habiendo países que únicamente han inmunizado al 3 por ciento de su población por falta de vacunas. opinion.salcosga@hotmail.com @salvadorcosio1Te puede interesar:
Jalisco más seguro que nunca
Por Carlos Martínez Macías Con una puntería escalofriante, el gobernador Enrique Alfaro cumplió su cita …