Guste o no, Movimiento Ciudadano es una realidad. La conquista electoral en Nuevo León y su capital Monterrey, así como su poderosa estructura en Jalisco, permite a sus fundadores ser optimistas con respecto al futuro.
Por eso en el marco de la celebración del décimo aniversario de la creación de este partido, el dirigente nacional Dante Delgado dio el banderazo de salida hacia los trabajos de vinculación nacional; por lo pronto para dicha tarea se designó al presidente municipal Salvador Zamora como responsable del sector agropecuario y al diputado federal Manuel Herrera en el ámbito empresarial.
Teniendo a Tlajomulco (“donde todo comenzó”) como epicentro del festejo, Delgado Rannauro aseguró que el año que viene, ganarán primero la elección del Estado de México de la mano del senador Juan Zepeda Hernández, “y con ello estableceremos un punto de inflexión en la política de México, vamos a lograrlo, estamos construyendo las bases que permitan acreditarlo”.
Pero más allá de la euforia que provoca en los líderes y su hueste la fiesta de la primera década, la ocasión resulta pertinente para hacer algunas consideraciones sobre esta expresión partidista que inauguró su historia en nuestra entidad, con los Enriques (Alfaro Ramírez e Ibarra Pedroza) como sus principales protagonistas.
Abordemos antes el escenario nacional. ¿Cuentan con argumentos suficientes para sentirse ilusionados con miras a la elección presidencial? Sí. Existen condiciones para ello. Debemos admitir que tanto Clemente Castañeda como Dante Delgado han tenido buen ojo y olfato para consumar fichajes competitivos y ganadores. Citar el caso de Luis Donaldo Colosio Riojas es el mejor ejemplo, en virtud de que en las mediciones hasta hoy conocidas se mantiene entre los favoritos de la población, muy cerca del canciller Marcelo Ebrard.
Hay otra variable que en breve le daría una consistencia mayor a la ecuación naranja, y es la muy probable incorporación a sus filas del aún coordinador de la bancada morenista en la cámara alta, Ricardo Monreal Ávila, quien además de atravesar por un momento crítico en su relación con el presidente, es el único con posibilidades reales de alcanzar la victoria en la Ciudad de México con independencia de las siglas que represente.
Sin embargo, a lo anterior habrá que sumarle una situación por demás interesante. Si Ricardo Monreal bien podría incorporarse a la causa emecista, entonces Movimiento Ciudadano estaría en la disposición de impulsar una candidatura multipartidista en la figura del todavía secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, al ya no contar con la consideración y el respeto de Andrés Manuel López Obrador.
El mismo Enrique Alfaro lo planteó frente a legisladores:“Movimiento Ciudadano ya dejó de ser un proyecto local para convertirse en un espacio en donde se articule un frente opositor para ir al 2024, no confundirnos entre la idea de un frente opositor con la idea de una alianza entre los partidos de siempre, yo creo que sí se puede abrir un gran frente, yo creo que Movimiento Ciudadano tiene que volver a abrir sus puertas y ser creativos”.
Así pues, la verdad es que, en efecto, si prevalece el ánimo de asociarse con personajes externos pero rentables y otras fuerzas paralelas, próximamente la bandera anaranjada estaría ondeando en todo lo alto.
En cuanto a Jalisco creo que tenemos poco por escribir; a menos que ocurra una catástrofe de proporciones colosales, me parece que no se necesita ser adivino para afirmar de una vez que el triunfo de MC está prácticamente asegurado. Sin una oposición articulada ni atractiva para el electorado, lo cierto es que en el contexto local todo apunta hacia la confirmación del éxito mayoritario en el área metropolitana y las distintas regiones.
Acaso individualidades como los alcaldes panistas Francisco de la Cerda (Juanacatlán) y Alejandro Aguirre (Chapala); el ahora regidor zapopano Alberto Uribe y el nuevo dirigente del Verde Ecologista Luis Munguía, desempeñarán un papel digno y trascendente hacia nuestro siguiente encuentro con las urnas.
De tal modo que Pablo Lemus, Salvador Zamora, Juan José Frangie, Mirza Flores, Verónica Delgadillo, Clemente Castañeda, Salvador Caro y Quirino Velázquez, serán nombres que sonarán de manera constante en el siempre implacable e impredecible mundo de la política.
@oscarabrego111