“Del gozo al pozo”, ha ido nuestro país vecino del norte tras el repunte de contagios por COVID-19, que ha provocado de nuevo el cierre de escuelas, y viéndose obligado a ajustar sus estrategias luego de que ya en muchos estados habían bajado la guardia y retirado los protocolos de sanidad. A tal grado ha sido el retroceso, que el zar del combate al coronavirus, Anthony Fauci, ha cambiado la expectativa de poner bajo control la pandemia hasta la primavera de 2022.
Unas semanas después de iniciar las clases, un número creciente de distritos escolares en Estados Unidos ha detenido el aprendizaje en persona o ha cambiado a modelos híbridos debido al rápido aumento en los casos de coronavirus.
Más de 80 distritos escolares o redes de colegios autónomos han cerrado o retrasado las clases presenciales en al menos una escuela completa en más de una docena de estados. Otros han enviado a casa a grados completos o han pedido a la mitad de sus estudiantes que se queden en casa en horarios híbridos.
Los contratiempos en los distritos rurales, en su mayoría pequeños, que estuvieron entre los primeros en regresar, están apagando las esperanzas de un regreso sostenido y generalizado a las aulas después de dos años de escolarización interrumpidos por la pandemia.
En Georgia, donde las clases presenciales están en espera en más de 20 distritos que comenzaron el año escolar sin requisitos de cubrebocas, algunos superintendentes dicen que el virus parecía estar propagándose en las escuelas antes de que enviaran a los estudiantes a casa.
“Simplemente no pudimos manejarlo con tanto personal fuera, teniendo que cubrir las clases y la propagación tan rápida”, dijo Eddie Morris, superintendente del distrito escolar del condado Johnson en Georgia, con mil 50 estudiantes. Con 40% de los estudiantes en cuarentena o aislamiento, el distrito cambió la semana pasada a la instrucción en línea hasta el 13 de septiembre. Más de uno de cada 100 niños en edad escolar ha dado positivo a Covid-19 en las últimas dos semanas en Georgia, según datos estatales de salud publicados el viernes.
Actualmente, los niños de 5 a 17 años tienen más probabilidades de dar positivo a la enfermedad que los adultos.
La mayoría de los epidemiólogos todavía cree que pueden tomarse clases presenciales de manera segura, y dicen que es importante considerar el daño académico, social y emocional de los estudiantes desde que azotó la pandemia.
En algunos casos, dicen los expertos, los cambios reflejan un enfoque descuidado entre los distritos que actuaron como si la pandemia de coronavirus básicamente hubiera terminado.
En Florida, el virus altera la dinámica de cada vez más aulas, mientras los abogados del gobernador Ron DeSantis argumentan en contra de las órdenes de uso de mascarillas en las escuelas en un tribunal de Tallahassee.
La variante Delta del coronavirus, que es más contagiosa, provocó un aumento de casos en Florida y una cifra récord de hospitalizaciones justo cuando las escuelas se preparaban para reanudar las clases presenciales.
Pese a que ya es muy tarde para algunos, la agresividad de la variante Delta ha hecho que muchos corran a vacunarse en las últimas semanas, apuntó en una rueda de prensa el coordinador de la respuesta de la Casa Blanca para Covid-19, Jeff Zients
En concreto, según Zients, el ritmo de inoculaciones se ha incrementado 70% desde mediados de julio.
Entretanto, los menores de 12 años siguen sin poder acceder a ninguna vacuna y probablemente seguirán sin poder hacerlo hasta finales de 2021, según el director de los Institutos Nacionales de Salud de EU (NIH, por sus siglas en inglés), Francis Collins.
Explicó que Pfizer y Moderna aún están recolectando datos de sus ensayos clínicos para averiguar, entre otras cosas, si los menores deben recibir una dosis más pequeña que la de los adultos. En este contexto, el principal epidemiólogo del gobierno estadounidense, Anthony Fauci, dijo que el país podría tener la pandemia bajo control para la primavera de 2022 (marzo-junio) si se incrementa el ritmo de vacunación. “Si pasamos el invierno, creo que podríamos conseguirlo en la primavera de 2022”, dijo Fauci en una entrevista con NBC News.
Pero consideró que controlar la expansión del virus está “en las manos” de Estados Unidos, donde la variante Delta ha provocado un pico de hospitalizaciones, pero donde muchos aún rechazan vacunarse guiados por teorías conspiratorias.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos tienen constancia de un total de unas 100.000 personas hospitalizadas en todo el país a consecuencia del coronavirus; el número más alto de los últimos siete meses, según datos federales recogidos por ABC News.
Pero también el índice de ingresos hospitalarios per cápita entre los estadounidenses menores de 29 años se encuentra en el punto más alto de la pandemia, según datos federales.
En comparación con julio, hay seis veces más niños ingresados y las muertes diarias en el país aumentaron un 281% en las últimas seis semanas.
Además, este miércoles trascendió que el Estado de Nueva York computó 12.000 muertes por Covid-19 que habían sido omitidas por el ahora exgobernador Andrew Cuomo, que reportó 43.400 decesos en su último día en el cargo.
Nuevas investigaciones revelaron que esa cifra era falsa; casi 55.400 personas murieron a causa de la Covid-19 en Nueva York, según los certificados de defunción presentados a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En tanto, ocho estados norteamericanos tienen las unidades de terapia intensiva con capacidad cubierta en más del 90%: Alabama (100%), Arkansas (89,58%), Florida (93,52%), Georgia (92,74%), Kentucky (89,33%), Mississippi (92,93%), Oklahoma (88,93%) y Texas (93,12%).
A medida que la variante Delta, altamente contagiosa, se extiende por los Estados Unidos, también aumentaron las tasas de vacunación contra el Covid-19, especialmente en los estados más afectados por las recientes oleadas.
Pero sólo el 51,5% de la población total y el 60,3% de los mayores de 12 años están totalmente vacunados, ya que las mutaciones dan lugar a versiones más infecciosas del coronavirus, y el número de vacunas diaria sigue siendo inferior a los máximos de la primavera boreal.
Al día de hoy, Estados Unidos registra un total de 38 millones de contagios y 630.000 fallecidos por COVID-19 desde que se declaró la pandemia, con 135.000 casos nuevos y 1400 fallecidos más en las últimas horas, según la Universidad Johns Hopkins.
Por lo pronto, San Francisco se convirtió en la primera ciudad en exigir certificado de vacunación completo para acceder a ciertas actividades en espacios cerrados, como restaurantes y gimnasios, indicó Bloomberg.
Hasta hace un par de meses, con un avance significativo en los procesos de vacunación, se vislumbraba que los Estados Unidos estarían muy cerca de amainar la epidemia y cantar victoria en esa dura lucha, pero dicha posibilidad se ha esfumado y de acuerdo a nuevas proyecciones no ocurrirá antes de la primavera del próximo año.
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