La crisis de abasto de agua en la zona metropolitana de Guadalajara, está asociada a los históricos fracasos del gobierno federal y el de Jalisco en proyectos hidráulicos: desde La Zurda, San Nicolás, Arcediano y ahora la presa El Zapotillo.
Pero sin duda uno de los mejores ejemplos de la obstinación por construir un embalse empleando aguas del Río Verde y las contaminadas del Río Santiago, fue el de Arcediano, que desapareció un poblado, demolió un puente histórico y lo reconstruyó después, para gastarse más de 900 millones de pesos antes de abortar el proyecto.
Pese a la opinión de expertos que advertían del riesgo para la salud al emplear aguas con metales pesados (del Santiago) y el elevado costo de bombear el líquido 500 metros arriba a la ciudad, el gobierno estatal decidió inyectarle 673 millones 438 mil 126 pesos, más 238 millones 419 mil 442 pesos provenientes de la Federación, para sumar 911 millones 857 mil 568 pesos.
Tan solo la entonces Comisión Estatal del Agua (CEA), al responder en forma parcial a la solicitud de información UT003/2014 tramitada ante su Unidad de Transparencia, reveló que realizó 198 estudios y proyectos sobre Arcediano para lo cual destinó 425 millones 540 mil 201 pesos.
Por concepto de obras, refiere además 30 por un monto de 197 millones 168 mil 118 pesos.
En el listado de estudios, asesorías, análisis y proyectos sobre la presa de Arcediano, hay perlas de gastos efectuados con manga ancha y por conceptos absurdos.
Por ejemplo, se pagaron 824 mil 550 pesos por asesoría y consultoría ante diversas instancias de gobierno (es decir, el gobierno contrató a alguien para que gestionara ante el mismo gobierno); dos millones de pesos por una evaluación técnica, económica y social de Arcediano y Loma Larga; 690 mil pesos por un estudio de alternativas de abasto de agua.
También se erogaron 333 mil 572 pesos por proyecto de salvamento arqueológico de la Presa de Arcediano (sic); un análisis e interpretación de los trabajos que llevarán a cabo contratistas, referentes a excavaciones y pruebas de permeabilidad, por el que se pagaron 5 millones 666 mil trece pesos; proyecto ejecutivo del acueducto Arcediano-planta potabilizadora de San Gaspar, 3 millones 66 mil 424 pesos.
Además se destinó un millón 576 mil 935 pesos para el proyecto del parque Arcediano y la estrategia de divulgación a la sociedad; proyecto de jardín botánico, 971 mil 771 pesos; estudio de árboles padre y plantas madre en el sitio, un millón 883 mil 158 pesos; obtención de semillas de especies nativas de la barranca, un millón 899 mil 403 pesos; gestión para localización de propietarios, ejidatarios y comuneros, 911 mil pesos y un diagnóstico de “concertación social” para la construcción de la presa El Zapotillo (sic), un millón 869 mil 688 pesos.
Hay también un pago por 992 mil 803 pesos por una propuesta metodológica de una batería de indicadores de salud de poblaciones de influencia y un análisis de consumos de usuarios de la zona metropolitana, dos millones 999 mil 619 pesos.
Y finalmente, por un proyecto de una presa que nunca se construyó, se destinaron 620 mil 595 pesos para publicidad…
En esta danza de millones de Arcediano, quedó claro que a río revuelto, muchos se volvieron impunemente pescadores.