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El ayuntamiento de Puerto Vallarta peleó hasta con los dientes contra el gobierno estatal por el Sistema de los Servicios de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado (Seapal), primero en la gestión de Aristóteles Sandoval y luego con el actual gobernador Enrique Alfaro, hasta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que el municipio tenía la razón y se hizo así de su control.
No obstante, en una extraña decisión tomada por el consejo de administración del organismo que encabeza el alcalde Arturo Dávalos Peña, aprobaron por unanimidad que la Planta de Tratamiento Norte II lleve el nombre del ex director del Seapal y ex presidente de Puerto Vallarta, Rodolfo González Macías, “El Popito”.
González Macías fue uno de esos políticos golondrinos que llegaron al destino turístico jalisciensecomo muchos otros que aprovecharon el temporal, se sirvieron de la generosidad de sus habitantes y después regresaron por donde vinieron.
Fue efectivamente nombrado director de SeapalVallarta gracias a las buenas relaciones de su padre, Rodolfo González Guevara, “El Popo”, experimentado político priísta quien fue dirigente de su partido, ex diputado federal, ex subsecretario de Gobernación y ex embajador en España.
Hombre flemático, soberbio y amante de la buena vida, González Macías pasó por Puerto Vallarta con un pie en el municipio y otro en el extranjero, ya sea por su gusto por los viajes o por sus charlas que versaban sobre Europa y su cultura.
Fue en la gestión de Rodolfo González Macías cuando la firma británica Biwater, obtuvo un contrato para construir y tratar las aguas negras del municipio con una inversión de 33 millones de dólares, de los cuales apenas aportaría 10 la compañía y el resto provenía del Banco Mundial, un banco de Inglaterra y de Banobras.
Por esa concesión que se hizo por adjudicación directa (sin licitación), el sistema operador del agua pagabados millones y medio de pesos mensuales y tuvo en el Gobierno de Jalisco (al ser un organismo estatal) su aval con las participaciones federales.
Aunque el municipio vallartense apenas generaba 450 litros por segundo, el contrato obligaba a pagar 600 litros por segundo y unos años después aumentó el cobro a 750 litros por segundo, aunque Vallarta seguía sin generar esos volúmenes.
Con frecuencia, el gobierno estatal respaldó al ayuntamiento para cubrir las mensualidades al ser obligado solidario, en un contrato que se prolongó por 15 años.
Pero según un comunicado del Seapal, Rodolfo González Macías fue un visionario que modernizó el sistema y creó una infraestructura inédita como la citada Planta de Tratamiento Norte II que construyó Biwater y que ahora lleva su nombre.
González Macías después del Seapal sería alcalde de Puerto Vallarta y luego diputado federal.
Escribí de él en esta misma columna hace varios años al recordar el desprecio con el que se refería a los vallartenses de quienes decía que eran como los murciélagos: “misteriosos y pendejos”.
Y concluí que después de su paso por la cámara, intentó ser alcalde de nuevo por el PRD pero sus votos no le alcanzaron para ser regidor. Por ese tiempo sus enemigos políticos me dijeron que se había convertido en lo que tanto se burlaba: le salieron alas y solo volaba de noche.
