La Organización Mundial de la Salud que lidera un esfuerzo mundial para analizar la eficacia de tratamientos y ensayos de la vacuna contra el COVID-19, ha solicitado un apoyo económico que asciende a más de 30 mil millones de dólares a fin de garantizar que sean asequibles en todo el mundo las vacunas y tratamientos contra el Covid-19.
La iniciativa ACT Accelerator, creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para investigar vacunas, diagnósticos y tratamientos contra la COVID-19, requiere una financiación de 31 mil 300 millones de dólares, anunciaron responsables del programa.
El ACT Accelerator fue lanzado el 24 de abril en una ceremonia en la que participaron jefes de Estado y Gobierno de Europa, Latinoamérica, África y Asia, así como por entidades como la Fundación Bill & Melinda Gates.
Su principal finalidad es garantizar la disponibilidad de fármacos, tests y vacunas contra la pandemia a precios asequibles por parte de todos los países, considerándolos bienes públicos, a ser posible no sujetos a licencia, que puedan ser producidos y distribuidos en todas las regiones del mundo.
Por ahora sólo han recibido tres mil 400 millones de dólares, por lo que necesita 27 mil 900 millones adicionales, y 13 mil 700 millones de ellos de manera urgentemente, explicaron los principales responsables de ACT en una conferencia presidida por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Necesitamos la colaboración activa de gobiernos, industria, sociedad civil y comunidades», señaló el experto etíope, quien concluyó que «para que las herramientas de lucha contra la COVID-19 sean realmente efectivas necesitan un ingrediente esencial, como es la solidaridad».
La iniciativa se ha fijado entre sus objetivos principales el envío hasta mediados de 2021 de 500 millones de tests y 245 millones de tratamientos a países en desarrollo.
También proyecta la producción de dos mil millones de dosis de inmunización contra la COVID-19, la mitad de ellas destinadas a países de ingresos medios y bajos, antes del final del próximo año, aunque este objetivo depende de que tenga éxito alguno de los más de 200 laboratorios que buscan una vacuna.
La división de vacunas requiere una inversión de 18 mil 100 millones de dólares, más de la mitad del total, según indicó la jefa de investigación científica de la OMS, Soumya Swaminathan, quien recordó que 15 de las vacunas candidatas están ya en fase clínica, es decir, que están siendo probadas en humanos.
Por otro lado, como ya hemos mencionado, ante la emergencia sanitaria que vive el mundo se ha hecho imperante la necesidad de contar con un fármaco que logre erigirse como ese medicamento capaz de contrarrestar los efectos del Covid-19 en pacientes, ante lo cual, científicos, investigadores, especialistas, y empresas farmacéuticas de todo el mundo se han volcado en su búsqueda, en medio de la desesperación y desaliento que provoca ver la rudeza con que el nuevo virus irrumpió y la mortandad que ha dejado a su paso en todo el mundo.
Y para albergar esperanzas de que se podrá pronto encontrar ese fármaco que de la batalla al letal virus, en días pasados se anunció que un medicamento ya se perfila como una posibilidad real de irrumpir bajo esas condiciones.
El Remdesivir de Gilead Sciences, se ha adelantado en la carrera por ser ese fármaco del que hablábamos, luego de que La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha recomendado el jueves, por primera vez desde comienzos de la pandemia, autorizar su comercialización.
El Veklury (Remdesivir) para el tratamiento de la Covid-19 en adultos y adolescentes de más de 12 años con neumonía, es un antiviral que ralentiza la producción de nuevas partículas de virus y, como resultado, una infección viral se desarrolla con menos rapidez y los pacientes en estado grave se recuperan una media de cuatro días antes de lo habitual.
Ahora queda que la Comisión Europea emita el dictamen definitivo, algo que se espera que ocurra la próxima semana.
En todo caso, la autorización será condicional hasta conocer más datos del producto, según la EMA. La recomendación, según explica el órgano, se basa principalmente en datos del estudio NIAID-ACTT-11, patrocinado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, además de datos de apoyo de otros estudios sobre remdesivir.
Teniendo en cuenta los datos disponibles, el ente europeo consideró que el balance de beneficios y riesgos era positivo en pacientes con neumonía que requieren oxígeno suplementario; es decir, los pacientes con enfermedad grave.
Remdesivir se administra por infusión (goteo) en una vena y su uso se limita a situaciones en las que los pacientes pueden ser monitoreados de cerca.
Por lo pronto ya se dijo que la Comisión Europea acelerará el proceso de toma de decisiones” para dar la autorización de comercialización en Covid-19 a remdesivir cuanto antes.
La parte negativa, es que el Instituto de Revisión Económica y Clínica de Estados Unidos elevó el miércoles el precio recomendado para el medicamento remdesivir de Gilead Sciences, al sugerir que el antiviral podría venderse en hasta 5.080 dólares (alrededor de 115 mil pesos) con base a los beneficios demostrados en pacientes conCovid-19.
El grupo con sede en Boston había recomendado anteriormente un precio cercano a 4.500 dólares por un tratamiento de diez días con remdesivir.
Gilead aún no ha anunciado el precio en el mercado estadounidense para su terapia, que recibió una aprobación por “fast track” de los reguladores para su uso de emergencia en pacientes con síntomas graves del coronavirus.
Además de Remdesivir, se está probando la ivermectina, hidroxicloroquina, tocilizumab y dexametasona para combatir el covid-19.
En días pasados ya también hablábamos de la dexametasona, un esteroide sintético que pertenece a la familia de los corticosteroides, como la cortisona, luego de que acaparó titulares tras informarse que después de múltiples ensayos, efectuados desde la década de 1960, mostró ser un antiinflamatorio efectivo en padecimientos como asma, enfisema pulmonar, alergias broncopulmonares o cutáneas, o incluso enfermedades cardiovasculares, depresión, cáncer y ahora Covid-19.
La Universidad de Oxford lleva a cabo desde marzo de 2020 una serie de ensayos clínicos en 11,500 pacientes aleatorios para identificar tratamientos que sean benéficos en personas hospitalizadas por sospecha o bien confirmados de Covid-19. El proyecto se llama Recovery (Randomised Evaluation of Covid-19 Therapy). En particular, la dexametasona se probó de forma aleatoria en 2,104 pacientes y su evolución se comparó con 4,321 pacientes que recibieron un manejo habitual de la enfermedad.
La dexametasona reduce la mortalidad en una tercera parte en pacientes con ventilación mecánica y en una quinta parte en aquellos que sólo recibieron oxígeno. No se halló beneficio en aquellos pacientes que no requirieron soporte respiratorio. Este estudio está en proceso de publicarse, pero es claro que la dexametasona es el primer medicamento efectivo en la lucha contra el Covid-19 que reduce el riesgo de muerte en aquellos pacientes con complicaciones respiratorias severas.
Debido a que la patente venció hace años y a que su fabricación es de bajo costo, cualquier laboratorio lo puede sintetizar y comercializar, razón por la cual se adquiere fácilmente y sin prescripción médica en cualquier farmacia. Sin embargo, y aunque su costo es menor a cien pesos, no se recomienda su uso en cualquier tipo de padecimiento debido a sus efectos secundarios.
De manera que estos fármacos no pueden administrarse sin la supervisión de un médico en un hospital, ya que la situación del paciente podría empeorar, aunque debe ser alentador que cada vez se sigue avanzando para encontrar el fármaco que consiga combatir exitosamente al letal virus.
Por último, la farmacéutica nipona Agnes anunció el jueves que comenzará a probar la próxima semana en humanos una potencial vacuna genética contra la Covid-19, con el objetivo de poder producirla a gran escala en 2021.
Agnes iniciará los ensayos clínicos tras obtener la autorización de un panel de expertos sanitarios del Hospital Universitario de Osaka (oeste de Japón), que colabora en el proyecto, y después de haber probado con éxito la vacuna en ratones, según informó en un comunicado.
La vacuna, la primera dirigida a la COVID-19 que será probada en humanos en Japón, contiene ADN modificado para codificar las proteínas del nuevo coronavirus, ante las cuales el sistema inmunitario del paciente respondería generando anticuerpos contra el patógeno.
En caso de que las pruebas avancen de forma positiva, la farmacéutica espera obtener la autorización para poder manufacturar y distribuir la vacuna a nivel nacional a partir de marzo o abril del próximo año.
Se trata de la primera vacuna que llega a fase de pruebas clínicas en Japón, mientras que a nivel global hay en torno a una decena de fármacos de este tipo que ya han comenzado a probarse en humanos.
En esta carrera por conseguir el antivirus que logre prevenir y/o combatir la enfermedad, se encuentran inmersos grupos científicos de China, Estados Unidos de América del Norte, Alemania, Rusia, y España, entre muchos otras naciones, y ojalá tengan éxito y pronto alguno de ellos consiga el objetivo para beneplácito y tranquilidad del mundo entero.
Opinion.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1