Entregar todo el sistema de salud jalisciense a la federación, entregar al gobierno de la República los hospitales, doctores, el presupuesto, entregar los hospitales civiles de Guadalajara, y todo lo que ello representa en el tema de la salud, nunca fue una opción para el gobernador Enrique Alfaro Ramirez, quien decidió jugársela solo y apostar a construir el mejor sistema de salud del país. Pero no conforme con ello, ha anunciado que hará lo propio en el tema de la educación, tras advertir que la federación pretende centralizar la educación del país, como ya ocurrió en Michoacán, donde la Secretaría de Educación Pública absorbió la nómina de los docentes estatales “con el pretexto de que se les pagaba tarde”.
Y es que habrá que recordar que luego de una serie de desencuentros, el gobernador de Enrique Alfaro Ramírez y el presidente Andrés Manuel López Obrador, pudieron dialogar sobre el tema de la salud en el estado y llegaron a un acuerdo en torno al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), luego del tortuoso camino que hubo de atravesar para llegar a que las dos partes quedaran conformes con la resolución en la cual prevalece la solicitud del gobernador para que la entidad no se adhiera, aunque quedan dudas respecto a cómo se trabajará de manera vinculada. Lo que es un hecho es que Jalisco le dijo No al INSABI, y el presidente lo aceptó.
Entre los temas que se destrabaron estuvo la compra de medicamentos. «El presidente (Andrés Manuel López Obrador) decidió que era mejor que si íbamos en este esquema (coordinación) no hubiera compra consolidada en el caso de Jalisco. Respeto su decisión, vamos a hacer un esfuerzo puntual de manera muy particular para poder lograr procesos ejecutivos claves para poder transparentar de manera muy clara los procesos administrativos en el tema de los medicamentos», dijo Alfaro.
Advirtió que la firma del convenio solo era el marco de referencia, el primer paso, pero aún no se tiene un panorama completamente claro, pues faltan las reglas de operación del INSABI; el objetivo, detalló, es buscar la universalidad y gratuidad.
Agregó que se tienen enormes retos para poder verdaderamente demostrar que este nuevo esquema puede generar un sistema mucho más eficaz en materia de salud en nuestro estado.
Esto tendrá que hacerlo el estado de manera independiente y con el mismo presupuesto del año pasado, pues la federación se encargará solo de administrar los sistemas federales como el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
«Nos quedamos con nuestros hospitales, nos quedamos con nuestro personal, nos quedamos con nuestro presupuesto, con nuestros procesos administrativos, con un esquema que solo existe en Jalisco con dos OPDs en materia de salud», celebró el gobernador.
Para esto aseguró que harán una reingeniería de la estructura laboral en el sector salud, ya que buscarán eficientar el presupuesto.
Es preciso recordar que el Instituto de Salud para el Bienestar entró en operaciones el pasado 1 de enero, se trata de un órgano descentralizado de la Secretaría de Salud que ha venido a sustituir al Seguro Popular. Este instituto brinda servicios de salud y medicamentos gratuitos en el primero y segundo nivel a personas que no cuenten con seguridad social.
De acuerdo a un comunicado del Gobierno de México son 23 las entidades federativas que han aceptado adherirse a este nuevo modelo de salud, siendo Jalisco uno de los estados que desde un principio se rehusó a sumarse.
Alfaro Ramirez fijó su postura el 11 de enero pasado al insistir en que no firmaría el convenio para adherirse al Insabi, puesto que desde su punto de vista, la propuesta estaba condenada al fracaso.
El gobierno de Jalisco entregó el 30 de enero su propuesta de no adhesión al sistema nacional.
El modelo planteando por Alfaro Ramírez establecía una coordinación, pero no la entrega del sistema de salud como lo pretendía el Insabi, dejando claro que no entregaría los hospitales civiles a la federación.
Entre otras cosas, proponía hubiese la posibilidad de tener hospitales de acceso universal, es decir que pudiera ir población del Seguro Social y población abierta a fin de optimizar recursos.
El siguiente paso después de la firma del acuerdo que se logró, es continuar con las mesas de trabajo que permitan evaluar y decidir hasta dónde alcanzará el presupuesto para los tratamientos de tercer nivel, a partir de ahí definirán si habrá o no cuotas.
Además, tienen el reto de basificar, en conjunto estado y federación, a los trabajadores del sector salud para garantizar estatus laboral.
Solo queda esperar que el acuerdo al que llegaron los dos mandatarios se refleje en una mejor atención en la salud para los jaliscienses.
Pero este lunes se ha abierto un nuevo punto que pareciere también generará un desencuentro más de los ya acostumbrados entre Alfaro y López, pues el gobernador de Jalisco ha fijado su posición y ha dicho No a la centralización de la educación que según su dicho pretende llevar a cabo el gobierno federal.
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