“Un día sin mujeres” no es un día de festejo, no es un día de descanso, no es una acusación al gobierno federal, no es la ultraderecha, no son los partidos políticos, y no es un acto de agresión a todos los hombres. Es el día en que las mujeres se unieron para salir a reclamar sus derechos y lo mínimo que los varones debemos hacer, ya sea como padres de familia, como esposos, como hijos, como hermanos, como compañeros de trabajo, como colegas, como amigos, como novios, como seres empáticos con nuestras mujeres, es apoyarlas y ofrecerles todas las facilidades en todo aquello que les permita recuperar su tranquilidad y su seguridad en su ya de por sí complicado entorno.
Ellas están decididas a dar una lección a nuestra sociedad no solo para demostrar la falta que hace su presencia en los diferentes sectores, sino como un llamado para hacerse escuchar y alzar la voz en medio de las múltiples denuncias por feminicidios, desapariciones y violencia que les toca padecer en todas sus variantes; por ello han convocado a través de redes sociales a un Paro Nacional de Mujeres para el próximo 9 de marzo, bajo la convocatoria: «El nueve nadie se mueve» o «Un día sin mujeres».
«Si las mujeres no valemos nada para México, que México se quede sin lo que producimos y consumimos», este es uno de los mensajes que contiene la convocatoria que invita a las mujeres trabajadoras y estudiantes a no realizar ninguna actividad con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, incluso se les exhorta a no comprar ni vender nada, no cargar gasolina y no usar siquiera el transporte público, con lo que buscan demostrar qué tan valiosas son las mujeres desde su aporte económico, laboral y familiar.
Universidades, oficinas de gobierno, empresas, instituciones y colectivos feministas entre muchos otros se han sumado y han dado luz verde a las féminas para que ese día 9 se ausenten de clases y de sus labores.
En el caso de nuestro estado, el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, advirtió que “La agenda de las mujeres es la agenda del siglo”, y detalló que las mujeres que deseen unirse a la convocatoria nacional para hacer paro de actividades el lunes 9 de marzo podrán hacerlo sin tener sanciones o consecuencias por parte de la institución educativa.
Esto incluye a todas las mujeres que forman parte de la red universitaria, entre ellas; alumnas, académicas y trabajadoras administrativas.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, también ha ofrecido ya su total apoyo al movimiento de Un Día sin Nosotras el 9 de marzo en protesta por los feminicidios, dijo que quienes trabajan para su administración tendrán todas las facilidades para unirse a este reclamo.
Dijo que hace falta una política de mayor profundidad, un mayor trabajo de inteligencia, cortar los canales financieros y mejorar el diseño policiaco porque la sociedad está cansada de la violencia y pide mano dura contra quienes están lastimando a los mexicanos.
De acuerdo a los medios de comunicación y especialistas financieros que han revisado el tema, un día sin mujeres –como protesta contra los feminicidios, la violencia de género y el acoso sexual– costaría a la economía de México más de 26 mil millones de pesos; además del caos y las afectaciones monetarias de millones de hogares.
El Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección (CIMAD) reveló que, dicho paro nacional, convocado desde las redes sociales para el próximo 9 de marzo, paralizaría a 40% del personal ocupado en las empresas del país.
Para dimensionar el impacto de este último dato y estimar cuánto se perdería, basta decir que la economía mexicana –medida a través del Producto Interno Bruto (PIB)– genera 65 mil 753 millones de pesos diarios.
De tal suerte que prescindir del 40% de la fuerza laboral femenina de las empresas, que precisamente generan la riqueza del PIB, provocaría una merma diaria de 26 mil 301 millones 370 mil pesos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que México cuenta con 22 millones 32 mil 255 mujeres ocupadas; quienes desarrollan alguna actividad económica o servicio.
Si se toma en cuenta que el salario promedio de los trabajadores registrados ante IMSS alcanza 396.2 pesos diarios, la parálisis de las mujeres ocupadas costaría ocho mil 729 millones de pesos, en ingresos personales o familiares.
Mientras que en términos estrictamente laborales, la ausencia de las más de 22 millones de mujeres ocupadas, sería como si la industria automotriz nacional –que cuenta con más de 900 mil empleados– suspendiera sus actividades por 24 días consecutivos.
Ello sin contar que los daños colaterales de protesta femenina del próximo 9 de marzo –convocada bajo hashtag #UNDIASINNOSOTRAS– extendería sus daños a diversos sectores; porque también busca que ellas no acudan a las escuelas, no compren y no paguen nada.
El director de CIMAD, Eugenio Gómez Alatorre, explicó la aportación de las mujeres a la economía nacional, no sólo es clave, sino que las desigualdades y los obstáculos que enfrentan para su desarrollo profesional, cuestan y restan crecimiento al PIB.
En una entrevista con Publimetro señaló que un estudio publicado McKinsey Global Institute reveló que, si México logra cerrar la brecha de género, ganaría 2.2 puntos porcentuales adicionales de crecimiento, cada año.
Esto significaría que, si el crecimiento de la economía mexicana fuera de 1% del PIB –como proyectan varios analistas para 2020–, el desarrollo del país daría un salto hasta una tasa de 3.2% anual.
Gómez Alatorre destacó que es momento de valorar las aportaciones de las mujeres en todos los ámbitos; y con ello generar cambios que, además de erradicar la violencia en su contra, permitan crear la conciencia de que hombres y mujeres son complementarios.
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