¿Qué continente tiene la supremacía del futbol mundial?
El enterno debate, la discusión que se repite una y mil veces sin encontrar una solución lógica y con argumentos certeros encuentra un nuevo capítulo en sus fases de clasificación. ¿Dónde es más difícil clasificarse para un Mundial?.
La última derrota de Holanda ante Bulgaria deja a la ‘orange’ con un pie fuera del próximo Mundial. En América, mientras, Chile se encuentra a estas alturas fuera de las plazas que dan acceso directo al Mundial, incluso fuera de la plaza que da derecho a jugar la repesca.
Cada uno dispone de su sistema. En Sudamérica, diez selecciones para cuatro plazas y una quinta que da opción a la repesca. Una repesca que, históricamente, es sinónimo de otra plaza americana en un Mundial. Es decir, prácticamente cinco plazas a disputar entre diez selecciones. ¿Fácil para las grandes, verdad? según desde el prisma que se mire. No hay un Islas Feroe, ni un San Marino que pueda ofrecer un momento de relax en la clasificación.
Potencias como Brasil y Argentina se miden entre ellos y deben ofrecer su mejor nivel también en duelos complicados como Chile, Uruguay, Colombia… en definitiva, hasta un viaje a Bolivia o Perú se antoja complicado. Por el contrario, el margen de error es más amplio. Un mal día no te deja con un pie fuera del Mundial. Tampoco dos malos días, puede que ni tres.
En Europa, nueve grupos de seis equipos cada uno. Se clasifican los primeros. Los segundos juegan una repesca a doble partido y de ahí salen otras cuatro plazas. Es decir, 13 plazas para 54 equipos más el anfitrión. ¿Fácil para las grandes, verdad? según desde el prisma desde el que se mire. Italia y España se encuentran en el mismo grupo, al igual que Francia y Holanda. La clase media como Croacia, Serbia, Suecia, Suiza o Grecia, por poner algunos ejemplos, amenazan en la fase de grupos, incluso en una repesca.
Salvo alguna excepción, el grupo se traduce en una de las selecciones de primer nivel y una gran potencia de clase media. Puede que hasta en dos selecciones de primer nivel. Un mal día ante esa otra aspirante, y adiós al billete directo. Sin embargo, queda la posibilidad del mejor segundo y hasta la vía de la repesca.