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Jalisco, presas que «hacen agua»

Es la historia repetida de los proyectos hidráulicos en Jalisco, siempre concluyen “haciendo agua” y condenados al fracaso.
El 30 de noviembre de 1989, al cumplir un año en el cargo, el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, anunció la construcción de la presa La Zurda en el municipio de Cañadas de Obregón (antecedente de la presa El Zapotillo) y un sistema de embalses que incluían El Salto y Calderón. La Zurda no se realizó.
En 1995 el presidente Ernesto Zedillo pretendió poner fin al conflicto por la disputa del agua entre Jalisco y Guanajuato encendida por el aprovechamiento del Río Lerma principal afluente del lago de Chapala.
Desde entonces se proyectaba una presa que dotaría de agua a León, Guanajuato, en una obra que supuestamente se realizaría en San Nicolás, entre Jalostotitlán y Teocaltiche, para llevar agua al vecino estado a cambio de que éste liberara caudales que llegaran por el Lerma al lago.
Pero debido a la presión de San Nicolás y San Gaspar que se opusieron al proyecto, éste se canceló y comenzó a manejarse el sitio de Arcediano para levantar ahí una cortina que aprovechara las aguas del Río Verde y del Santiago.
Pese a que el gobierno estatal desapareció un poblado, pagó indemnizaciones y gastó cientos de millones de pesos en estudios, Arcediano sería cancelado en octubre de 2009 ya que los costos se dispararon de 3 mil 200 a 14 mil millones de pesos.
Fue entonces que surgió el proyecto de la Presa El Zapotillo que incluía un acueducto de 140 kilómetros para llevar parte del agua a la sedienta ciudad de León, Guanajuato.
La historia de despropósitos en torno al Zapotillo es de sobra conocida. Además de la oposición de los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, figura la renuncia de la empresa española Abengoa a la concesión recibida para construir y operar el acueducto El Zapotillo-León por el lapso de 25 años, retiro por el cual el consorcio ibérico reclama una indemnización de 5 mil millones de pesos.
Aunque la presa entró en un especie de limbo por parte del gobierno federal, sorprendió que en el presupuesto de 2020 se incluyera una partida de 247 millones 374 mil pesos para la “Construcción del Proyecto de Abastecimiento de agua potable Zapotillo para la ciudad de León, Guanajuato”, que no es otra cosa que recursos para seguir con el acueducto.
Y otro proyecto con mala estrella es la presa El Purgatorio. En 2012, se firmó el contrato por parte de la Comisión Estatal del Agua UEAS-SA-AP-LP-037/2012 con Constructora Presa El Purgatorio SPU, S.A. de C.V. para la presa derivadora Sistema de Bombeo Purgatorio-Arcediano.
El presupuesto inicial fue de 4 mil 500 millones de pesos, pero en 2013 subió a 7 mil millones de pesos con fecha de término en 2015. Para el 2019, con un avance del 55 por ciento, se estima que se requieren 9 mil millones de pesos para terminarse, pero esta obra requiere además la construcción de una planta de bombeo, planta potabilizadora El Ocotillo, ampliación de la planta de San Gaspar, entre otras obras.
Todo el sistema de bombeo necesita otra inversión de 8 mil millones de pesos y en el presupuesto de 2020, el gobierno federal no asignó un solo peso para El Purgatorio.
Por si fuera poco, también el retraso de la obra se debió a que Constructora Presa El Purgatorio SPU, S.A. de C.V., se declaró insolvente.

• Carlos Martínez Macías

Director General de Paralelo 20. Es un periodista de larga trayectoria en prensa, radio, televisión y medios digitales. Ha realizado coberturas especiales en México y el extranjero. Ganador del Premio Jalisco de Periodismo.

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