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Retos virales y muerte

Sin duda es de lamentar que se sigan perdiendo vidas de niños, jóvenes y adolescentes a causa de los retos vírales que cada vez con mayor frecuencia aparecen en redes sociales sin ningún tipo de control, -salvo el que los padres de familia dispongan en sus hogares-, pero también se debe reflexionar y tomar acciones para que incluso desde los centros educativos se aborde el tema y accionen estrategias de prevención a fin de evitar más desgracias como la que vive en estos momentos una familia jalisciense por este motivo.

Ocurre que hace un par de semanas uno de estos retos cobró la vida de un niño de tan solo 12 años de edad en el municipio de Zapopan, haciéndose necesario, como ya mencionaba que el tema sea tomado en consideración por los padres de familia, pero también en las escuelas, que son los sitios de convivencia desde donde en muchas de las ocasiones, surgen los retos como un juego entre compañeros sin medir el peligro que ello conlleva.

El desafío que debía cumplir el jovencito, según lo dieron a conocer familiares a petición del padre del menor, -quien con ello busca que ninguna otra familia pase por una tragedia como la que él y sus allegados viven-, consistía en colgarse del cuello en el closet de su casa; ni siquiera utilizó una cuerda, lo hizo con el pantalón de su propia pijama. La policía está haciendo una investigación para dar con quien le impuso el reto, pero advirtieron debió seguir algún tutorial debido a la dificultad en la ejecución del nudo que elaboró.

Ahora se sabe que el reto lo denominan “el ahorcado”.

Los retos online para adolescentes, bajo la apariencia de simples juegos entre amigos, se convierten en ocasiones en situaciones de enorme riesgo que producen lesiones graves o incluso la muerte. Uno de los más famosos y temidos en los meses recientes fue sin duda “Momo”, que creó una gran alarma social y provocó que los medios de comunicación pusieran por fin su atención en el peligro que suponen estos retos en la red que buscan viralizar y llegar al máximo número de adolescentes posible.

Este reto en cuestión hacia referencia a la imagen de una mujer de apariencia aterradora e invitaba a los menores a escribirla por Whatsapp a un número desconocido.

En teoría, Momo enviaba a quienes le escribían imágenes violentas y agresivas, así como amenazas (utilizando información personal del usuario) y terribles maldiciones. ¿El riesgo? Además de atemorizar al receptor del mensaje, los delincuentes podían utilizar este juego para robar información privada, incitar al suicidio o violencia, acosar, extorsionar, generando trastornos físicos y psicológicos como ansiedad, depresión, insomnio…

Siguiendo esa línea otro de los más populares y temidos es ‘La ballena azul’, un reto que consistía en ir superando pruebas cada vez mas peligrosas hasta llegar a la prueba final, que consistía en el suicidio del joven participante.

Los retos virales circulan constantemente por la red. Se ponen de moda unas semanas, se propagan por todo el planeta a la velocidad de la luz a través de redes sociales y herramientas de mensajería (WhatsApp y Messenger) y desaparecen igual que aparecieron dejando a su paso un número enorme de víctimas por todo el planeta, como si de un huracán se tratase.

Healthy Children afirma que los retos virales tienen tanto éxito entre los adolescentes porque su cerebro todavía está en desarrollo, algo que les hace ser más impulsivos provocando que actúen sin tener en cuenta las consecuencias.

Además, las redes sociales y la dictadura del like induce a los jóvenes a actuar así para sentirse aceptados por los demás sin pensar en el peligro que puede ocasionar para sus vidas. Este sentimiento de pertenencia al grupo y popularidad es el principal motivo que induce a los menores a incurrir en estas prácticas tan peligrosas.

Existen retos peligrosos surgidos de series o películas de televisión como Bird Box, sacado de la película de Netflix del mismo nombre y que anima a los menores a realizar tareas como cocinar, jugar… con los ojos vendados.

Pero también viralizan en redes retos que simplemente buscan hacer algo gracioso como el Cheese Challenge, en el que padres y madres de familia lanzan una loncha de queso a la cara de su bebé tan sólo por ver cómo reaccionaba, o incluso retos virales que buscan dar visibilidad a una buena causa como el popular Ice Bucket Challenge, que consistía en echarse un cubo de agua helada por encima y ayudó sensibilizar por el ELA.

Algunos de los retos virales mas conocidos por los graves daños que han causado son:

La ballena azul

Uno de los juegos virales que más conmoción y alarma social han causado. Los administradores dan una serie de tareas a completar por los jugadores. Algunas de ellas incluyen hacerse cortes. La última misión de este juego es el suicidio.

Momo

Igual que la ballena azul, consiste en superar pruebas que en ocasiones llevan al menor a autolesionarse e incluso inducen al suicidio, a la vez que aterroriza a los más pequeños.

Balconing

Este reto es, quizás, el más conocido. Se trata de lanzarse a una piscina desde un balcón o terraza. Arriesgando la integridad física e incluso la vida por superar a otros. Cada año se contabiliza alguna muerte a causa de este reto.

Tide Pod Challenge

Consiste en comer, cocinar o morder cápsulas de detergente como si fueran dulces.

TheShellChallenge

Se basa en comer cualquier alimento o producto con su propio envoltorio o cáscara. Como por ejemplo, un huevo, naranja…

Juego de la asfixia

Consiste en inducirse el desmayo por medio de la asfixia intencionada. El objetivo es conseguir una sensación placentera de verdadera euforia.

Train surfing

Juego extremo en el que el objetivo es grabarse mientras se viaja por fuera de un tren. Sujetándose en los costados, debajo de las ruedas, en el techo…

El juego de la muerte

Consiste en asfixiar a otra persona hasta que esta cae inconsciente, grabarlo en video y subirlo a redes sociales. Es uno de los retos virales de moda entre los adolescentes.

Dejar sin oxígeno un cerebro puede ocasionar convulsiones, daños neuronales irreparables e incluso la muerte.

Vodka en el ojo

Consiste en verter vodka dentro del ojo por la creencia de que el alcohol llega antes al torrente sanguíneo a través de las venas oculares. El objetivo es embriagarse lo más rápido posible.

Esta teoría, además de ser absurda, provoca inflamación y coagulación de los vasos sanguíneos oculares. Ya que el ojo no tiene un revestimiento, como el estómago, para protegerse.

Hot water challenge

Consiste en arrojar agua ardiendo a alguien mientras está totalmente desprevenido.

Un joven de 15 años resultó herido gravemente cuando su amigo le lanzó agua hirviendo mientras dormía.

Cockroach challenge

Es otro de los retos de moda que invita a los usuarios a fotografiarse con cucarachas en la cara.

El abecedario del diablo o el abecedario chino
Consiste en que un niño rasca el dorso de la mano a otro mientras este recita las letras del abecedario de la A a la Z y dice una palabra que comienza con cada letra. A cada palabra la ‘rascada’ es mas fuerte, acabando la mayoría de las veces con heridas graves que dejan marcas y cicatrices para toda la vida.

Se ha dicho que no existe en internet un peligro más subestimado que los retos virales para niños y es cierto, cualquier menor que navegue en la red puede encontrarse con un reto de estos, sin menoscabo de que que muchos de estos juegos les son compartidos por amigos y compañeros e incluso familiares, de ahí que sea preciso igualmente poner atención al tema y advertir el impacto social que están causando estos retos en redes sociales que por si solo ya justifica la necesidad de educación digital en el colegio y del acompañamiento de padres y madres también en el ámbito digital.

Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1

• Salvador Cosío Gaona

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Es Abogado por la U de G, con estudios de posgrado en Administración Pública, Economía Política, Economía del Sector Publico, Administración Municipal, Finanzas Publicas, Administración y Desarrollo de Recursos Humanos, Financiamiento para el desarrollo y Políticas Publicas, en diversas instituciones. Tiene el Grado de Doctor en Derecho con la distinción Maxima Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid en España.

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