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Lo que se pensó pudiera ser un vaso regulador útil para ayudar a remediar el problema de las inundaciones, que además no ha sido debidamente controlado por las autoridades federales correspondientes al tema hidráulico, se convirtió en realidad en un hediondo y gravemente insalubre pantano urbano propiedad municipal, ubicado en el corazón de la más relevante area comercial y residencial del municipio de Zapopan, quedando como emblemático monumento a la negligencia criminal de diversas autoridades que prohíjan contaminación, afectando severamente la salud de seres humanos y otras especies de flora y fauna con el consabido deterioro en el hábitat. Se trata de un espacio verde (tanto en cuanto a vegetales ahí viviendo como por las fétidas características de los líquidos infecciosos que ahí reposan ) que denomina ‘Bosque Urbano Eca do Queiros’, una larga franja que asemeja a un parque lineal, en donde se ubican las oficinas de las asociaciones de habitantes de las colonias zapopanas Jardines Universidad y Vallarta Universidad, lengüeta de tierra, árboles, pasto silvestre y maleza que midiendo aproximadamente dos kilómetros de largo por al menos cien metros de ancho, está ubicado por la calle Eca do Queiros casi desde la Avenida Juan Palomar y Arias hasta la Avenida Patria, siendo notorio y notable el que al final de su longitud hace vecindad con una instalación del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) de la Zona Metropolitana de Guadalajara, así como colinda con un espacioso y muy utilizado local para celebración de fiestas infantiles, muy cerca de las instalaciones de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y de un conocido establecimiento de hotelería nivel ejecutivo, en el corazón de la zona comercial y residencial más importante de la macro urbe tapatía, en el municipio de Zapopan.
Resulta irónico el cúmulo de anuncios que la autoridad municipal zapopano tiene instalados en los linderos del pantano llamando a no contaminarlo en razón que es un cuerpo de agua fundamental, además de advertir que al pantanal en cita arriban residuos provenientes de las edificaciones aledañas.
Muy grave es sin duda el soslayo al problema y la falta de resultados adecuados para paliar la pandemia y sus consecuencias pero es quizá más absurda la actitud de las autoridades estatales al buscar endilgar gran parte de la responsabilidad de las causas de la pandemia a la sociedad, cuando con el ejemplo de lo ocurre a partir del hediondo y altamente contaminante pantano urbano en el corazón de la zona residencial, comercial y de servicios más importante de Zapopan, queda más claro que es negligencia oficial la causa más incurrente en cuanto a la propagación del dengue y el consabido descontrol para amainar sus consecuencias. Si en esa zona tan vista, en un predio propiedad municipal se generan las condiciones de infección del problema, cómo poder dejar de imaginar la falta de acción en otros segmentos de la urbe que no están tan visualizados.
Lo cierto es que el problema de insalubridad provocado por el pandémico dengue se agiganta frente a la pequeñez de las autoridades. Queda claro que en cuanto al problema global en Jalisco fallan las autoridades, desde el Gobernador Enrique Alfaro Ramirez hasta los responsables de las dependencia implicadas como serían la Secretaria de Salud, la Comisión de Prevención de Riesgos Sanitarios de Jalisco (COPRISJAL) , la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROEPA), además de las instancias de Protección Civil, pero sin poder dejar de citar a las dependencias correspondientes del gobierno zapopano, tanto por el tema específico del pantano urbano infeccioso en Eca do Queiros como por ser Zapopan quizá el territorio municipal más afectado. Pero también es de resaltar qué hay ausencia de tarea por instituciones federales como la Comisión Federal de Prevención de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), la propia Secretaría de Salud, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la SEMARNAT.
Las circunstancias como se ha venido decantando el problema de propalación del dengue, hacen que ya dicha afectación sanitaria comunal sea una auténtica pandemia y no ya solo una epidemia, al haber rebasado los parámetros que acotan a este tipo de problemas ceñidos a zonas y segmentos sociales específicos y se torna en un gravísimo esquema incontrolado que aparece ya en enorme cantidad además de en muy diversas demarcaciones geográficas y afectando a distintos sectores de la población sin distingo de grupo socioeconómico o cultural. Son ya miles los casos de infección del dengue y ello ha causado demasiadas muertes y afectaciones a la salud de muchísimas personas.
Por más que el Gobierno estatal quiera minimizarlo, con la consabida manipulación de información y estadística, dada su actual magnitud, el problema está ya fuera de control por las distintas autoridades estatales tanto de fomento a la salud y de prevención de riesgos sanitarios como de procuración de alivio a las condiciones de menoscabo en la salud de los integrantes comunitarios y de atención a la degradación del medio ambiente.
La sociedad jalisciense advierte y señala la ineficacia negligente de las autoridades a través de las redes digitales de información comunitaria, exigiendo acciones contundentes que salvaguarden a la población, más hasta ahora sólo hay regaños y falta de resultados, lo que sigue es el hartazgo social.
@salvadorcosio1
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