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Joel, Gerardo y Raquel

Según estadísticas del Inegi, el municipio de El Salto cuenta con más de 140 mil habitantes, tiene 32 localidades, 32 mil viviendas, 90 mil derechohabientes de servicios de salud, 20 mil personas con primaria terminada, cuatro mil analfabetas y 55 mil personas económicamente activas.

Sin embargo, desde hace por lo menos ocho años, los habitantes de esa población no encuentran más que a los hermanos González Díaz para que los representen en el ayuntamiento o en una diputación.

Municipio conurbano de la zona metropolitana de Guadalajara, El Salto ha sido motivo de admiración por ser cantera de destacados futbolistas y también por su convulsionada actividad política.

En 2006, Joel González Díaz se convierte en presidente municipal luego de una modesta trayectoria en su partido con activismo como representante de casilla, de la Fundación Colosio y consejero estatal.

Para 2009, el alcalde decide pedir licencia y contender por la diputación federal por el distrito XII e impulsa a su hermano Gerardo para convertirse en el candidato del PRI a la presidencia municipal.

Ambos hacen campaña en el distrito y ganan la alcaldía y la diputación federal en el 2009. Al término de la administración municipal, Gerardo decide emular los pasos de su hermano mayor y pide licencia para buscar la curul que dejará Joel por el distrito XII.

Sólo que en el PRI, le ponen freno entre comillas ya que lo enfilan a que contienda por el distrito VII local donde se tuvo que enfrentar al feudo de Movimiento Ciudadano y al candidato Salvador Zamora quien termina ganando la diputación.

Joel González Díaz, por su parte, regresa de la legislatura federal para buscar de nuevo la presidencia que deja su hermano Gerardo.

Existe un tibio intento de nuevo del PRI por evitar que repita, pero Joel amenaza con retirar el apoyo de su “equipo” y termina convirtiéndose en el candidato y gana la elección municipal en medio de severas denuncias por acarreos, compra de votos, amenazas y otras presiones.

A lo largo de las tres administraciones que han encabezado los González Díaz, aumentó la delincuencia, florecieron nuevos fraccionamientos junto a cauces contaminados y la deuda del municipio alcanza casi los 200 millones de pesos (el presupuesto para 2014 es de apenas 410 millones de pesos).

Ahora, en vísperas de las elecciones del 2015, tanto Joel como Gerardo, afinan puntería para una nueva aventura familiar. En los pasillos del PRI ya se comenta que Gerardo buscará la presidencia municipal de El Salto y sus argumentos curiosamente son basados en su derrota en el distrito VII.

En el distrito VII, Gerardo González Díaz ganó en los municipios de Tlaquepaque y El Salto, pero perdió en Tlajomulco frente a Salvador Zamora. Recibió 28 mil 33 votos por 45 mil 242 del candidato de Movimiento Ciudadano. En esa elección, el candidato priísta a alcalde de Tlajomulco, Adrián Salinas, recibió 20 mil 604, es decir, casi ocho mil menos que Gerardo.

Con esa lógica, el hermano del alcalde de El Salto, asegura estar listo para gobernar otra vez su municipio o si el partido se lo pide puede buscar Tlajomulco.

En cuanto a Joel, por estos días definirá su futuro que podría ser buscar la diputación federal o la local, en cualquiera de las cuales querría hacer mancuerna con su hermano.

El tricolor, tuvo en su momento una oportunidad para negarle a Joel sus eternos afanes de no soltar el hueso de El Salto. Ocurrió en vísperas de las elecciones de 2012 cuando le pedían que se “disciplinara” y no contendiera por la presidencia.

Pero Joel González Díaz les dijo que si no iba él, entonces que fuera Raquel (su esposa). Sólo que el PRI no le tomó la palabra.

• Paralelo Veinte

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